La pobreza, el desempleo y la desigualdad figuran entre los principales obstáculos que dificultan la cohesión social en América Latina, alertaron organismos internacionales y académicos.
"Los déficit sociales se profundizan, al minar la confianza de la gente entre dirigentes y dirigidos, lo que genera una erosión de la democracia", advirtió el secretario general de Iberoamérica, Enrique Iglesias, en la inauguración del seminario "Cohesión social: inclusión y sentido de pertenencia" efectuado este lunes en la capital de México.
Desde el comienzo de esta década, organismos internacionales como la Secretaría General Iberoamericana y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) han impulsado la construcción de la cohesión social, como un complemento a la visión del desarrollo humano y la equidad social.
El foro realizado a puerta cerrada y que reunió a funcionarios y especialistas de América Central y del Caribe se repetirá en Bogotá y Brasilia, en sendas versiones dirigidas a la comunidad sudamericana.
Es que esta problemática será el asunto central de la próxima Cumbre Iberoamericana, el encuentro de jefes de Estado y de gobierno de 19 países de América Latina y tres de Europa, que tendrá su sede en noviembre en Santiago de Chile y para la cual el conjunto de seminarios son rondas de preparación.
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José Luís Machinea, secretario ejecutivo de la Cepal, sostuvo en el mismo seminario que el alto crecimiento económico registrado en la región en los últimos cinco años no ha sido suficiente para resolver los problemas más urgentes.
Desde su óptica, la región atraviesa por una etapa de incertidumbre, potenciada por el tamaño de la pobreza y de la desigualdad, así como por las dudas de tener un crecimiento económico sostenible a largo plazo.
La Cepal proyecta un incremento de la economía latinoamericana de 4,7 por ciento este año, respecto del periodo anterior, y 4,6 en 2008, lo cual se confirma como el periodo de mayor expansión observado desde 1980.
Pero ese crecimiento no ha mermado la pobreza de América Latina y el Caribe, en la que aún 205 millones de sus 500 millones de habitantes están en esa situación y 80 millones en la indigencia.
Los gobiernos de la región se han comprometido, junto al resto del mundo, a cumplir con los Objetivos de Desarrollo para el Milenio, aprobados en 2000 en la Organización de las Naciones Unidas. La primera de esas ocho metas es reducir a la mitad para 2015 el porcentaje de la población en pobreza extrema y con hambre, respecto de los indicadores de 1990.
Para Clara Jusidman, profesora de la estatal Universidad Nacional Autónoma de México, el principal problema de la región es el desempleo, que termina por empujar a miles de personas fuera de sus países de origen. "La emigración es el reflejo de esa falta de sentido de la seguridad que nace en el desempleo", dijo a IPS.
Cada año, más de 500.000 mexicanos se trasladan ilegalmente a Estados Unidos, sumados a los miles de centroamericanos que cruzan México hacia ese mismo destino.
Jusidman y Edelberto Torres, politólogo guatemalteco del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, coincidieron en que la cohesión social representa el relanzamiento del Estado frente a las políticas neoliberales que promovieron su desmantelamiento.
"La cohesión social puede ayudar a terminar de construir un Estado democrático, fuerte, que cumpla con su objetivo de dar bienestar a sus miembros", indicó a IPS Torres, también participante del seminario.
El concepto de cohesión ha sido aplicado desde hace décadas en Europa y ahora América Latina lo quiere tomar de modelo.
El Acta Única Europea de 1985 destacó la necesidad de "la cohesión económica y social" y en 1992 se convirtió en uno de los principales objetivos de la Unión Europea, por eso fue incluido en el Tratado de Maastricht que le dio cuerpo a la integración regional.
Iglesias planteó el crecimiento económico sostenido, la aplicación de políticas sociales, la intervención del Estado frente al mercado, esquemas fiscales progresistas y un nuevo contrato social como elementos centrales para lograr la cohesión social.
Para Machinea, es necesario "un nuevo contrato social" sumado a "un pacto fiscal" para impulsar la construcción de la cohesión social.
Desde la década del 90, la Cepal ha promovido la negociación de pactos fiscales en la región, con alcances muy limitados, como ocurrió en Guatemala cuando fracasó un acuerdo al respecto a comienzos de esta década.
Los principales indicadores sociales para medir el grado de cohesión social giran en torno al ingreso, la distribución de la riqueza, la tasa de desempleo, la esperanza de vida al nacer y la cantidad de personas que completan la educación primaria.
A pesar de que América Latina y el Caribe es una región que ha mostrado una mejoría general en esas estadísticas, se mantiene como una de las zonas más desiguales en el mundo.