Los soldados que custodian una escuela de la meridional provincia tailandesa de Yala, no pudieron cumplir este viernes la tarea.
Una bomba detonada cerca del vehículo militar mató a siete de ellos. Los perpetradores, además, abrieron fuego.
Este ataque, del que la policía local culpó a insurgentes de la etnia malaya y religión musulmana, volvió a llamar la atención sobre la tarea cada vez más difícil de proteger las escuelas en las meridionales provincias de Narathiwat, Yala y Pattani, cerca de la frontera con Malasia.
Hace pocos días, un soldado murió y otro resultó herido al explotar una bomba fuera de una escuela pública de Pattani. Al mismo tiempo, dos maestras morían a balazos frente a sus estudiantes en una escuela de Narathiwat.
También esta semana, insurgentes incendiaron 11 escuelas en Yala.
Las explosiones al costado de la carretera, usuales en el creciente conflicto, también señalan la precisión cada vez mayor de los ataques insurgentes.
El 31 de mayo, soldados tailandeses fueron alcanzados en Yala por una bomba que mató a 12 de ellos en una carretera, en el ataque más mortal contra fuerzas del gobierno desde el estallido de la violencia en enero de 2004.
A comienzos de mayo se produjo un ataque similar cuando una bomba mató a siete hombres de las fuerzas especiales en una carretera de la provincia de Narathiwat.
"Los rebeldes están aprendiendo. Mejoran a medida que continúa el conflicto. Antes eran unos pocos los que armaban bombas, pero ahora proliferan", dijo a IPS Zachary Abuza, académico estadounidense experto en movimientos terroristas del sudeste asiático.
Este conflicto, por el que murieron 2.200 personas en los últimos tres años y medio, tiene otros saldos nefastos.
Este mes, los insurgentes realizaron su trigésima decapitación. La víctima fue Surachai Nalumalinee, de 36 años, cuya cabeza apareció a 10 metros del resto de su cuerpo, según la policía. Otras cuatros cuatro personas murieron en el mismo episodio cerca de una aldea en Narathiwat.
Este conflicto, que enfrenta a unos 30.000 soldados tailandeses en el sur contra separatistas musulmanes y malayos cuya fuerza e identidad se desconocen, también muestra señales comunes con otros de todo el mundo.
A las organizaciones de derechos humanos que trabajan en el área les preocupa la espiral de asesinatos que se suceden de represalia en represalia.
"La población local espera ataques de venganza de efectivos del gobierno vestidos de civiles o de parapoliciales después de cada ataque insurgente", dijo un activista de derechos humanos que habló telefónicamente desde Yala a condición de que no revelar su identidad.
Las fuerzas regulares o irregulares afines al gobierno tienen "el objetivo de dispararles a los 'ustadz'", maestros religiosos musulmanes, enfatizó.
El asesinato, el 12 de junio, de Abdul Raman Sama, maestro de religión de 60 años muy respetado en su comunidad, es un caso destacable. Sama encabezaba una protesta de medio millar de mujeres y niños musulmanes contra las matanzas.
Habitantes de la zona consultadas por IPS culpan a los soldados tailandeses del asesinato.
El hecho de que los atacantes tomen como objetivo a escuelas estatales simboliza la tendencia más perturbadora, que muestra pocas señales de abatirse.
Esta práctica avergüenza al gobierno del primer ministro Surayud Chulanont, ex comandante del ejército, cabecilla del golpe de Estado de septiembre pasado.
"Un nuevo brote de violencia contra maestros y escuelas a manos de rebeldes separatistas perturbó seriamente la educación en las provincias de la frontera meridional de Tailandia", señaló la organización Human Rights Watch (HRW) en una declaración emitida el jueves.
"Funcionarios de Narathiwat fueron obligados a cerrar más de 300 escuelas del gobierno en los 13 distritos esta semana, luego que los insurgentes mataron a tres maestros el 11 de junio", agregó.
"Los insurgentes aterrorizan a maestros y estudiantes, a quienes consideran símbolos del Estado tailandés. Estos ataques son delitos graves y no pueden ser justificados por ninguna causa", sostuvo Brad Adams, director de HRW para Asia.
Según informes disponibles, unos 75 maestros fueron asesinados, mientras que unos 70 resultaron heridos o lisiados de por vida en ataques perpetrados por insurgentes desde comienzos de 2004. La cantidad de escuelas incendiadas o atacadas en este periodo ronda los 200.
El gobierno de Surayud recibió hace tiempo advertencias sobre las intenciones de los insurgentes.
Pocas semanas después de que Surayud lanzara una ofensiva de paz en el área, incluida una disculpa a los residentes malayo-musulmanes por atrocidades cometidas por el Estado, los rebeldes mataron a cinco maestros e incendiaron 12 escuelas.
A fines de noviembre estas acciones terroristas propagaron el temor, lo que resultó en que un millar escuelas de las tres provincias fueran clausuradas antes de finalizar el periodo escolar.
Los malayo-musulmanes, concentrados en estas provincias, son la principal minoría étnica y religiosa de este país mayoritariamente budista.
El área fue parte del reino musulmán de Pattani hasta que en 1902 fue anexada por Siam, nombre con el que se conocía a Tailandia por entonces. Los malayo-musulmanes se han quejado de discriminación cultural y económica durante décadas.
La animosidad malayo-musulmana en relación a las políticas de Bangkok surgió en los años 50, luego que el gobierno tailandés forzó a los sureños a sacrificar parte de su identidad religiosa y cultural en pro de una predominantemente tailandesa-budista, lo que incluyó la presión para adoptar nombres tailandeses.
El movimiento rebelde malayo-musulmán surgido en respuesta a esas políticas a fines de los años 60 contraatacó librando una campaña separatista.
Las escuelas estatales se convirtieron en los principales objetivos, dado que estas instituciones eran vistas por los rebeldes como herramientas de la política de asimilación de Bangkok. ***** +TAILANDIA: Rumores de magnicidio (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=41241) +TAILANDIA: La convulsión política como constante (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=41102) +TAILANDIA: Partidos políticos con un pie en la ilegalidad (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=41060) (FIN/IPS/traen-js-mj/mmm/rdr/ap ip hd cr ed/07)