Agrupaciones de derechos humanos de Chile calificaron de cobarde al general retirado Raúl Iturriaga Neumann por haberse declarado en rebeldía y huir de la justicia, que lo condenó a la cárcel por el secuestro y desaparición en 1974 de un militante izquierdista.
La actitud de Iturriaga Neumann es "oprobiosa y refleja la cobardía de los más sanguinarios torturadores del país", dijo a IPS Lorena Pizarro, presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD).
Este miércoles "fuimos a conversar con el presidente subrogante de la Corte Suprema de Justicia para plantearle nuestra preocupación por este hecho, que consideramos de extrema gravedad, no sólo por el crimen contra la humanidad cometido por el militar sino también porque no es un hecho aislado", acotó Pizarro.
"Creemos que corresponde a una maniobra, a una actitud desafiante contra el Estado de derecho y al Poder Judicial", apoyada por otros ex militares en retiro que han hecho declaraciones a la prensa en los últimos días, explicó la dirigente.
El general del ejército en retiro Iturriaga Neumann debía presentarse el lunes en el Penal Cordillera para notificarse del cumplimiento de la condena a cinco años y un día de reclusión dictada por la Corte como autor del secuestro en 1974 de Luis San Martín Vergara, integrante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
"Abiertamente me rebelo ante esta arbitraria, sesgada, inconstitucional y antijurídica condena ¡No la acepto!", dijo el militar a través de un correo electrónico enviado el martes desde la clandestinidad a medios de comunicación.
La misiva de cuatro páginas escrita por el ex uniformado se inicia con la pregunta "¿La justicia chilena puede condenar a alguien por un delito que no ha cometido?".
Los noticiarios de televisión mostraron en la noche de la víspera una grabación donde se ve como el propio Iturriaga Neumann lee el documento.
"Si el ministro me procesó por secuestro, él debió demostrar que el mirista Luis Dagoberto San Martin Vergara está vivo y secuestrado por mí", añade.
"Lo he dicho antes y lo reitero ahora: nunca conocí ni vi a Luis Dagoberto San Martin Vergara, nunca lo detuve, ni ordené detenerlo, nunca lo secuestré, ni ordené secuestrarlo", indica el documento.
"Fui sometido a un indebido proceso al igual que aproximadamente otros 500 integrantes del las FF.AA (Fuerzas Armadas) y de orden, de los cuales hay varios condenados por la misma razón, ante la mirada complaciente del gobierno e instituciones que no funcionan para defender los derechos que tenemos y que justamente reclamamos", indicó Iturriaga Neumann.
"Y he aceptado muchas cosas: he sido prontuariado en varias oportunidades, soportado detenciones, interminables declaraciones, careos con falsos testigos, humillaciones, doble estándar, parcialidad, exámenes psicológicos, sufrimientos de mi familia y de mis amigos, pérdida de trabajo, caos financiero personal, persecución política judicializada, etcétera", sostiene.
¿Debemos seguir soportando eso? ¡Yo no! ¡Ya no más!", se pregunta y responde.
No obstante, el abogado querellante de la causa, Nelson Caucoto, señaló que la situación procesal del militar fue revisada por tres instancias judiciales y que "en todas fue hallado culpable".
En este caso, dado que el delito de secuestro de personas se considera un delito permanente hasta que no se encuentre, se desechó la aplicación de la ley de Amnistía dictada en 1978 por el dictador Augusto Pinochet, que encubre los crímenes cometidos entre el 11 de septiembre de 1973 y ese año.
Iturriaga Neumann, en la actualidad de 69 años, fue condenado inicialmente por este crimen a 10 años de presidio por el ministro de fuero de la Corte de Apelaciones de Santiago, Alejandro Solís, pero el máximo tribunal rebajó la sentencia a la mitad.
Su víctima, San Martín Vergara, desapareció luego de ser llevado a un centro de detención de la Dirección de Inteligencia Nacional (Dina), principal cuerpo represivo secreto de la dictadura encabezada por Pinochet de 1973 a 1990, fallecido en diciembre de 2006.
El general se desempeñó como director del departamento exterior de ese organismo, que funcionó entre 1974 y 1978, y que contribuyó con gran parte de los 1.119 desaparecidos y de los 1.800 opositores asesinados en esa época.
Este miércoles, el ministro Solís entregó a la policía de investigaciones una orden amplia para indagar el paradero de Iturriaga Neumann, lo cual significa que los efectivos pueden ingresar a cualquier recinto donde se sospeche pueda permanecer oculto.
Antes de conocerse la carta y la grabación, la familia del militar interpuso una denuncia por presunta desgracia, preocupada por su integridad, dado que otros colegas suyos involucrados en casos de violaciones de los derechos humanos, agobiados por los procesos judiciales, han optado por suicidarse.
Iturriaga Neumann también está acusado del asesinato en 1974 en Buenos Aires del general leal a la democracia Carlos Prats y de su esposa Sofía Cuthbert, además de pesar en su contra una condena de la justicia italiana por el atentado contra Bernardo Leighton, quien fue ministro del Interior del gobierno de Eduardo Frei Montalva (1964-1970), y su esposa.
Tampoco puede salir del país porque es requerido por el juez español Baltasar Garzón, responsable de la primera detención de Pinochet, a fines de los años 90 en Londres.
Ricardo Lagos Weber, portavoz del gobierno de Michelle Bachelet, dijo este miércoles que "lo que cabe ahora es cumplir con esa condena".
"El general Iturriaga Neumann perdió esta batalla legal, ahora le cabe rendirse, entregarse a la justicia y cumplir con lo que así señala el proceso judicial al que él tuvo acceso, de manera justa y democrática", afirmó el ministro secretario general de gobierno.
De igual forma, el ministro del Interior, Belisario Velasco, recalcó que en Chile "hay un Estado de Derecho" y "nadie está por sobre la ley".
El general en retiro Guillermo Garín, muy cercano a Pinochet en sus últimos años de vida, dijo este miércoles que lo expresado por Iturriaga en su carta "es un pensamiento bastante generalizado" entre los ex uniformados.