BALCANES: Armas de la guerra terminaron en Afganistán e Iraq

Armas utilizadas en la guerra de los Balcanes en los años 90 ahora avivan los conflictos de Afganistán e Iraq, revelaron altas fuentes oficiales.

Un aspecto fundamental de los Acuerdos de Paz de Daytona, que pusieron fin a la guerra de Bosnia-Herzegovina en 1995, fue la destrucción de alijos de armas pequeñas y pesadas, artillería y municiones.

Los 39.000 soldados de las Fuerzas de Estabilización de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), que se quedaron hasta diciembre de 2004, seguidos por los 6.300 efectivos de las Fuerzas de la Unión Europea (Eufor) trataron de restablecer la paz y garantizar la seguridad.

Entre sus tareas se incluía la destrucción de las armas remanentes. Pero el armamento tuvo otro destino.

Los diarios Nezavisne Novine, de Bosnia, y el Vecernji List, de Croacia, citaron a un ex miembro austriaco de Eufor, identificado como "Mayor Erwin K" señalando que, bajo presión de Estados Unidos, las armas y las municiones almacenadas debieron venderse a Afganistán e Iraq tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.

Al menos 290.000 rifles se vendieron a empresas privadas, en su mayoría de Estados Unidos. Las pistolas debieron entregarse a las "fuerzas de seguridad locales" de esos países, habría indicado esa fuente militar.

Los pedidos de información oficial hechos por IPS no fueron contestados.

Pero el presidente de la empresa estatal de armas Unis-Promex, con sede en Sarajevo, Jasenko Maglajlija, confirmó que su compañía había tenido acuerdos comerciales con la estadounidense Scout.

"Tuvimos negocios con Scout, pero eso no es un problema porque contamos con aprobación del Estado", dijo Maglajlija al diario Vecernji List. Pero "desconozco el paradero de las armas. Eso debe preguntárselo a alguien más. Quizá fueron a parar a Afganistán o Iraq, no puedo confirmarlo".

Pero, según él, la prensa "arma un escándalo innecesario" en torno al asunto.

Estas no son las primeras advertencias respecto del desvío de armamento.

El informe "Muerte a tiempo", publicado el año pasado por la organización Amnistía Internacional, con sede en Londres, dedica 40 páginas a asuntos de derechos humanos derivados del tráfico ilegal de armas.

"Cientos de armas pequeñas y ligeras de la guerra de Bosnia-Herzegovina fueron acopiadas con decenas de millones de municiones que habrían sido enviadas, en forma clandestina y sin control estatal, a Iraq, mediante agentes privados y empresas de transporte bajo los auspicios del Departamento (Ministerio) de Defensa de Estados Unidos entre el 31 de julio de 2004 y el 31 de junio de 2005", señala el documento de Amnistía en base a fuentes de Eufor.

Amnistía advirtió a los propietarios de esas armas acerca de violaciones de los derechos humanos. Además nombró a varias compañías involucradas en la operación.

El informe también reveló que las armas fueron a parar a Ruanda en diciembre de 2004, pese a las advertencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) acerca de que ese país africano ayudaba a grupos armados de República Democrática del Congo.

A Bosnia-Herzegovina le costó mucho recuperarse de sus heridas tras el fin del sangriento conflicto de tres años que terminó en 1995. El territorio quedó dividido entre musulmanes de origen eslavo, serbios y croatas. Más de 100.000 personas murieron a causa de la guerra.

Las armas que quedaron fueron tan difíciles de eliminar como los recuerdos del conflicto y el odio residual que quedó entre los distintos contendientes.

"Según nuestra encuesta, muere la escalofriante cantidad de 1.000 personas al año por abusos y por no saber manejar armas pequeñas en Bosnia", declaró el representante local del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Stefan Priesner.

El PNUD señala que alrededor de 20 por ciento de los civiles de Bosnia poseen armas y en su mayoría en forma ilegal. La cifra concreta sería de unas 500.000 en un país de unos 3,8 millones de habitantes.

Esa agencia de la ONU organizó en noviembre una lotería inusual en la que ofreció motocicletas y artículos de cocina a quienes entregaran armas ilegales.

Esa iniciativa siguió a otra anterior de Eufor, "Cosecha", con el mismo fin.

En las operaciones del año pasado y en cuestión de meses se recolectaron más de 30.000 granadas de mano, 9.000 armas pequeñas y 200 kilogramos de explosivos.

Ese armamento más "las 500.000 municiones era suficiente para armar a una brigada entera", declaró en aquel momento Julio García de Eufor.

Las fuerzas de mantenimiento de la paz reunieron desde 1998, 52.000 armas pequeñas, 38.500 minas terrestres, más de 225.000 granadas de mano, unas 15,5 millones de municiones, 33 toneladas de explosivos e incluso un par de tanques, según información oficial.

Pero el PNUD y las autoridades locales estiman que aún existen grandes cantidades de armas en manos de civiles y otras 350.000 toneladas de municiones en Bosnia y que su acopio demoraría más de 20 años o de lo contrario habría que incluirlas en la lista del tráfico ilegal.

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