Catorce de los 19 detenidos y procesados por los atentados del 11 de marzo de 2004 en la capital española están en huelga de hambre y dos de ellos absteniéndose además de beber líquidos. Argumentan que están acusados ilegalmente y que son inocentes.
El ataque perpetrado contra trenes ubicados o llegando a tres estaciones madrileñas llenos de pasajeros costó la vida de 191 personas y causo heridas a casi 2.000, constituyéndose así en el mayor acto terrorista cometido en Europa en las últimas tres décadas.
Cuatro de los procesados iniciaron la drástica medida el jueves de la semana pasada y los demás se sumaron este miércoles.
Uno de los que iniciaron la huelga es Rabei Osman El Sayed Ahmed, conocido como Mohamed El Egipcio. La principal prueba esgrimida en su contra por la fiscalía y las acusaciones particulares son grabaciones realizadas en su domicilio en Roma y remitidas por la justicia italiana.
En esas charlas realizadas pocos días después de los atentados se le escucha decir: "La operación entera de Madrid fue mía, idea mía… El programa fue de alto nivel, incluso yo estaba preparado para ser mártir, pero ciertas circunstancias me lo impidieron".
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Al mes siguiente y según el registro de otro diálogo, manifestó saber que tras el ataque del 11 de marzo, "todos, los árabes y los españoles salieron a la calle y gritaban lemas llamando asesino a Aznar. Estoy inmensamente feliz de que haya caído el gobierno del perro Aznar. Quien apoye al perro tendrá solamente un terremoto y Madrid ha sido la prueba, una lección para Europa".
José María Aznar, del centroderechista Partido Popular y firme aliado del gobierno estadounidense de George W. Bush en la invasión del 20 de marzo de 2003 a Iraq y posterior ocupación, perdió las elecciones nacionales tres días después de los atentados.
Además de "El Egipcio" también se declaró en huelga de hambre y sed el marroquí Youssef Belhadj. Al llevar dos días en esa actitud, este miércoles estaban exánimes ante el tribunal oral que los juzga, debieron ser atendidos por los servicios médicos y el presidente del cuerpo, el juez Javier Gómez Bermúdez, ordenó la expulsión de ambos de la sala.
Durante el juicio, los acusados permanecen en un recinto blindado, de cristal. Allí se vio a varios de ellos tapándose el rostro con prendas de vestir y haciendo gestos de sentirse mal.
Gómez Bermúdez ordenó al servicio médico forense que a los dos huelguistas de hambre y sed se los hidrate de modo forzoso si hace falta. Los demás todavía no sintieron los efectos de la huelga, por haberla empezado más tarde.
"El Egipcio" colocó en la víspera ante el cristal de la cabina blindada un papel afirmando que han declarado la huelga por considerar injusta y sin fundamentos la acusación de la fiscalía.
Otro de los huelguistas, Abdelmajid Bouchar, acusado de ser uno de los autores materiales de los atentados, envió un escrito a la dirección de Instituciones Penitenciarias. "A partir del día de hoy 10-5-07 estoy en huelga de hambre indefinida por los siguientes motivos: me procesan en esta causa como autor material por puras adivinanzas", señaló.
Añadió que no tiene nada que ver con los atentados, "tal como expliqué en mi declaración y no puedo soportar más esta injusticia".
Este procesado logró huir el 3 de abril de 2004 del departamento ubicado en el barrio madrileño de Leganés antes de que la policía lo asaltara. Los otros siete ocupantes se suicidaron en ese lugar, haciendo explotar decenas de kilogramos de explosivos.
Gómez Bermúdez declaró a la prensa que la decisión de los huelguistas es "deliberada y voluntaria" y precisó que la legislación española no contempla ese hecho como causa para suspender el proceso una vez comenzada la vista oral con el o los procesados presentes en ella, como ha ocurrido.
Fuentes próximas a los huelguistas y familiares, ubicados en los pasillos del tribunal, recordaron el caso de José Ignacio de Juana Chaos (Iñaki), el militante de ETA condenado a casi 3.000 años de prisión como autor de 25 atentados mortales, logró tras dos ayunos iguales que en marzo se lo trasladase de la cárcel a un hospital del País Vasco, del que suele salir a pasear por los aledaños.
Respecto de la huelga, Mohamed El Afifi, portavoz del Centro Cultural Islámico, el más grande de Europa, dijo a IPS que ese tipo de acciones "nada tienen que ver con la cultura islámica".
"Las realizan alguna gente en la época moderna, pero ni la huelga de hambre ni los atentados tienen nada que ver con nuestra cultura", apuntó.
Porque "la violencia contradice los principios de nuestra religión y quienes se suicidan, sean por huelga de hambre o por hacer estallar explosivos adheridos a su cuerpo, no van al cielo sino al infierno. Y quienes más condenados están son los que matan a inocentes", detalló.
El juicio contra los acusados del ataque del 11 de marzo de 2004 seguirá adelante, mantengan o no su huelga, por lo que algunos de sus abogados defensores han tratado de disuadirlos de que abandonen esa actitud.
Así lo hizo Beatriz Bernal, quien habló del tema con su cliente, Otman el Gnaoui, pidiéndole que deje la huelga porque eso sería otro argumento en contra de los suyos, que pretenden desvincularlo judicialmente de los terroristas que se suicidaron tras el atentado.
En todo caso, faltan varias semanas para que el juicio finalice y, más allá de las reclamaciones de los acusados, según las pruebas, declaraciones y testimonios recogidos hasta ahora, todo parece confirmar que los atentados fueron perpetrados por extremistas islámicos y no por la banda terrorista española ETA (Euskadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en vascuence).