Venezuela puede entrar en una nueva etapa de su vida política cuando cesen el domingo las transmisiones por aire de Radio Caracas Televisión (RCTV), la estación más vista y antigua del país, que quedará sin señal por disposición del gobierno de Hugo Chávez.
"Desde el lunes los venezolanos, comenzando por zonas donde sólo se ve el canal 2 (RCTV), sentirán en la intimidad de sus hogares la mano del poder, de cómo un capricho decide lo que ya no verás ni escucharás más, y los mensajes que debes recibir en su lugar", enfatizó ante IPS Tulio Hernández, sociólogo e investigador de la comunicación.
Chávez había anunciado en diciembre, tras ser reelegido para un nuevo sexenio de gobierno, que, al vencer el 27 de este mes la concesión otorgada por el Estado en 1953, no le sería renovada a "ese canal golpista", el único con señal abierta de alcance nacional con una línea editorial de oposición. RCTV reivindica, sin embargo, que tiene permiso de uso de la onda hasta 2022.
Las cuatro principales cadenas de televisión privadas de Venezuela fueron críticos de Chávez desde su llegada al gobierno en 1999 y militaron junto a los partidos opositores por sacarlo de la presidencia, pero dos de ellas, Televen y Venevisión, cambiaron de actitud en 2003 tras reuniones del gobierno con sus propietarios.
RCTV sigue acompañada en su propuesta opositora por el canal de noticias Globovisión.
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Sindicatos y otras organizaciones de prensa y derechos humanos dentro y fuera de Venezuela han pedido al gobierno, sin éxito, detener la decisión que afecta RCTV.
La empresa cifró esperanzas en la Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, que el miércoles admitió su querella contra Conatel, el ente estatal de telecomunicaciones, pero rehusó permitirle operar más allá del domingo, medida cautelar que había solicitado RCTV.
La última semana se han registrado manifestaciones callejeras en Caracas y otras ciudades "contra el cierre" de RCTV y "por la libertad de expresión", entre ellas una vistosa caminata con una pancarta de un kilómetro de largo. Simpatizantes del oficialismo también han marchado en apoyo al gobierno y anuncian nuevas acciones.
Para el politólogo Alberto Garrido, "con el detonante de RCTV se abre un nuevo ciclo de movilizaciones opositoras" con resultado incierto.
La oposición se apoyó en el pasado en movilizaciones para intentar derrocar a Chávez, quien fue víctima de un frustrado golpe de Estado en abril de 2002, resistió una huelga petrolera de diciembre de 2002 a enero de 2003 y ganó las consultas electorales de 2004 y 2006.
Dos firmas encuestadoras privadas, Datanálisis e Hinterlaces, divulgaron este mes estudios según los cuales entre 70 y 81 por ciento de los consultados rechaza el cierre de RCTV y lo consideran una medida "arbitraria, personalista o de retaliación".
Ello significaría que parte de quienes han sufragado por Chávez, quien renovó el mandato gubernamental en diciembre con 63 por ciento de los votos válidos, rechazan el fin impuesto a la televisora.
"Más aún, puede indicar que para buena parte de la población ya terminó la fase de la revancha social, que comenzó en 1989 (con una semana de desórdenes y saqueos que dejaron centenares de muertos en la capital en lo que se llamó el "caracazo"), y en su lugar se abre espacio para una oferta política inclusiva, superior", dijo a IPS Oscar Schémel, director de Hinterlaces.
Para Hernández, "el rechazo a medidas como la de RCTV y la conformación de un partido socialista unificado a órdenes de Chávez comienza a surgir y traen su impacto psicológico, aunque no tienen una expresión política todavía".
Varios movimientos políticos redoblaron en la última semana sus llamados a marchas callejeras en contra de la medida oficial, así como a un golpeteo de cacerolas para la noche del domingo, cuando deberá apagarse la señal de RCTV. "Basta de manifestarse en los sectores de clase media de Caracas. Debemos irnos a los sectores populares, no podemos dejárselos a Chávez ni seguir creyendo que la comunidad internacional va a resolver los problemas de los venezolanos", declaró Henry Ramos, secretario general del disminuido partido socialdemócrata Acción Democrática.
El ministro de Interior y Justicia, Pedro Carreño, dijo que el gobierno está alerta ante planes desestabilizadores "de muchos factores que no tienen qué ver con el caso RCTV". "Los que planifican atentados para generar un recalentamiento súbito del ambiente político son unos delincuentes y como tal hay que tratarlos", advirtió.
En tanto, el gobierno da los últimos toques a la salida al aire de Televisora Venezolana Social (Teves), perteneciente a una fundación que creó y a la que le entregó la señal que usa RCTV y el financiamiento inicial para operar el canal 2 y, con productores audiovisuales independientes, se propone establecer una televisión de servicio público. "Nace un nuevo modelo de comunicación para toda la sociedad, democrático, que permita un proceso de diálogo donde todos los actores, crean o no en este proceso político, tengan la oportunidad de manifestarse", dijo el ministro de Telecomunicaciones, Jesse Chacón.
Al no renovarse la concesión, "se incrementará la libertad de expresión, la diversidad de opiniones; estaremos liberando una señal que ha estado secuestrada durante mucho tiempo", dijo Chávez en un discurso en el que criticó la "difusión de antivalores" por parte de la comercial RCTV.
En cambio, la nueva emisora de televisión tendrá "una programación educativa, sana, de moral y luces, donde se difundan nuestros valores y cultura", apuntó.