Sin nuevas fotografías ni vídeos, el convaleciente líder cubano Fidel Castro brindó detalles sobre las razones de su lenta recuperación, desconocidos para la mayoría en este país caribeño, al tiempo que dejó entrever que no tenía apuro por retornar al gobierno.
"Es muy bueno que nos cuente cómo está, porque la gente habla muchas boberías cuando no hay noticias sobre su salud", comentó Caridad Gómez, abordada por IPS cuando acababa de leer en el diario oficial Granma el último de 11 artículos firmados por Castro desde el 28 de marzo hasta este jueves.
En esta ocasión, Castro aseguró que iba mejorando y mantenía un peso estable de unos 80 kilogramos y que fue sometido a varias operaciones, no a una, como se decía. "Inicialmente no hubo éxito, y esto incidió en la prolongada recuperación", comentó.
Sin mencionar la enfermedad que lo llevó al quirófano, el mandatario indicó que recibe "por vía oral" todo lo que requiere su recuperación. "Ningún peligro es mayor que los relacionados con la edad y una salud de la cual abusé en los tiempos azarosos que me correspondió vivir".
Gómez y su familia esperan desde hace semanas que el "comandante" se refiera a su situación en estos escritos dedicados sobre todo a la guerra declarada por Castro a la fabricación de biocombustibles a gran escala, a costa de una caída en la producción de alimentos. El 31 de julio de 2006, Castro anunció que una compleja intervención quirúrgica lo obligaba a alejarse por un tiempo de sus responsabilidades y cargos, que delegó de manera provisoria en su hermano Raúl, primer vicepresidente y jefe de las fuerzas armadas. En otro mensaje, al día siguiente, el propio mandatario dijo que en la situación específica de Cuba y "debido a los planes del imperio" (Estados Unidos) su salud "se convierte en un secreto de Estado que no puede estar divulgándose constantemente; y los compatriotas deben comprender eso".
Los televidentes cubanos vieron las primeras imágenes de Castro el 14 de agosto de 2006, en un vídeo que recogió la visita que con motivo de su 80 cumpleaños, el día 13, le hizo su par venezolano Hugo Chávez.
En esa ocasión, se vio al cubano demacrado y en cama. Al mes siguiente fue el gran ausente de la XIV Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, aunque se dejó ver en fotografías publicadas en dos o tres ocasiones y en un vídeo.
Castro también recibió la visita del entonces secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, y de algunos participantes en la cita de los No Alineados. El 28 de octubre, la televisión estatal difundió un material grabado en el que desestimaba en persona versiones sobre un supuesto empeoramiento de su salud.
En las últimas fotografías publicadas por Granma el 27 de abril el gobernante luce en franca recuperación, conversando con Wu Guanzheng, miembro del Comité Permanente del Buró Político del Partido Comunista Chino, quien viajó a Cuba por esos días.
Según la agencia china de noticias Xinhua, ese encuentro transcurrió en una clínica. Para observadores, el hecho de que Castro vistiera un equipo deportivo, indicaba que la cita no tenía carácter protocolar y mucho menos implicaba un regreso a sus tareas de gobernante.
En su nuevo artículo, el líder cubano no da indicios de estar pensando en reapariciones públicas a corto plazo. "Para filmes y fotos que requieren recortarme constantemente el cabello, la barba, el bigote, y acicalarme todos los días, no tengo ahora tiempo. Tales presentaciones, además, multiplican las solicitudes de entrevistas".
"Hago por ahora lo que debo hacer, especialmente reflexionar y escribir sobre cuestiones a mi juicio de cierta importancia y trascendencia. Tengo mucho material pendiente", señaló.
Castro añadió el resto del tiempo se le iba en "leer, recibir información, conversar telefónicamente con numerosos compañeros y realizar los ejercicios de rehabilitación pertinentes" y que en sus artículos será "fiel a la divisa de no escribir nunca una mentira".
La serie de columnas de opinión es publicada en primera página por Granma bajo el cintillo de "Reflexiones del Comandante en Jefe", aunque la cancillería distribuye esos textos a medios extranjeros de prensa acreditados en La Habana algunas horas antes.
En esos artículos, el gobernante abrió el fuego de críticas luego de la gira latinoamericana de su par de Estados Unidos, George W. Bush, en marzo, quien sentó con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva las bases de una alianza bilateral de largo plazo para la sustitución global del consumo de gasolina por el alcohol carburante.
Esos dos países son ya responsables de 72 por ciento del etanol producido en el Planeta. Estados Unidos obtiene el carburante vegetal a partir del maíz y Brasil de la caña de azúcar.
Para Castro, utilizar cultivos alimenticios para obtener combustibles constituye una idea "siniestra" que hipoteca el futuro de la humanidad y condena a miles de millones de personas en el mundo a una muerte prematura por hambre y sed.
En materia energética, La Habana sustenta una estrategia basada en el ahorro, para lo cual sustituyó el consumo de bombillas incandescentes por fluorescentes y facilitó la compra en el sector doméstico de equipos electrodomésticos de menor gasto de electricidad, entre otras medidas.
En este aspecto, el mandatario consideró "notable" la noticia de que el Congreso legislativo de Estados Unidos determinó la sustitución en sus oficinas de 23.000 bombillas incandescentes por fluorescentes, en tanto familias de ese país hicieron lo mismo con 37 millones de unidades en sus hogares.
"En unos pocos meses, los 37 millones de bombillos cambiados ahorrarán el gasto equivalente en gasolina de 260.000 automóviles. Calculen el ahorro en combustible cuando sean sustituidos miles de millones de bombillos incandescentes", señaló.