Con la promesa de entrega de millonarios recursos para la educación, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se presentó este lunes ante el parlamento para rendir cuentas de su gestión. Anunció la esperada flexibilización de superávit fiscal y pidió cuidar la convivencia política.
Los incidentes tampoco faltaron a la cita esta vez. Según el último reporte policial, fueron detenidas cinco personas antes del discurso de Bachelet en la sede del Congreso legislativo, 11 en el interior del recinto durante la protesta de deudores hipotecarios y otras 15 en los desórdenes protagonizados por encapuchados en calles cercanas al finalizar el mensaje presidencial.
Gracias a la gran cantidad de anuncios que hizo, el discurso de la presidenta le da "un respiro" al gobierno en la difícil coyuntura que atravesaba, señaló a IPS el analista político Guillermo Holzman.
"Pero esto no puede entenderse como un antes y un después en su administración, ya que la mandataria no dio una respuesta contundente a (las críticas de la) clase política y la ciudadanía en general", acotó Holzman, profesor de la estatal Universidad de Chile.
A su juicio, faltó que la jefa de Estado hiciera una autocrítica más profunda de su primer año de gestión, identificando claramente las razones de los problemas vividos hasta ahora, y que señalara las proyecciones del país a mediano plazo. "Sólo mira sus cuatro años de gobierno", indicó, en referencia al tiempo que le resta de mandato hasta 2010.
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En una ceremonia realizada en la sede del Poder Legislativo, en la región de Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago, la mandataria entregó su segundo mensaje presidencial, un acto tradicional que se enmarca en la celebración del Día de las Glorias Navales, que recuerda el Combate Naval de Iquique de 1879 en el inicio de la Guerra del Pacífico contra Perú y Bolivia.
En un discurso de cerca de dos horas, Bachelet hizo un balance de su gestión desde que asumió el cargo el 11 de marzo de 2006, lapso que calificó de "intenso" y con "luces y sombras", además de ratificar que el foco de su administración es la instalación de un amplio sistema de protección social, desde la cuna a la vejez.
Durante la semana previa a este balance se especuló con la posibilidad de que Bachelet flexibilizaría la regla fiscal del superávit estructural de uno por ciento del producto interno bruto (PIB), instaurada en 2000 por el entonces presidente Ricardo Lagos (2000-2006) para hacer frente a los mayores gastos que tendría el Estado en los años venideros.
En efecto, ante una audiencia compuesta por los legisladores de las dos cámaras parlamentarias, ministros y subsecretarios, autoridades de la Iglesia Católica y representantes de las Fuerzas Armadas, Bachelet anunció que reducirá esta meta de uno a 0,5 por ciento del PIB a partir de 2008.
Justificó la medida en el hecho de que las condiciones económicas del país cambiaron, impulsadas principalmente por el alto valor alcanzado por las ventas de cobre, el principal producto de exportación de Chile.
Esto significa que el Estado dejará de ahorrar cerca de 650 millones de dólares, lo cuales se adicionarán al presupuesto de educación escolar del año próximo. Este fue uno de los anuncios más celebrados tanto por los dirigentes de la Concertación de Partidos por la Democracia, la coalición centroizquierdista que gobierna Chile desde 1990, como por la oposición derechista.
La Concertación está integrada por los partidos Demócrata Cristiano (DC), Radical Socialdemócrata (PRSD), Por la Democracia (PPD) y Socialista (PS), al que pertenece Bachelet.
Estos recursos servirán para aumentar la subvención general a los establecimientos municipales y particulares, el aporte preferencial a los niños y niñas más pobres y para las escuelas rurales.
También se entregará un monto extraordinario de 100 millones de dólares a los municipios para apoyarlos en materia educacional.
Gracias a todo ello, "el financiamiento total al sistema escolar excederá, por primera vez en nuestra historia, los 5.000 millones de dólares", dijo.
El presidente del Senado y ex mandatario de Chile entre 1994 y 2000, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, calificó de excelente el discurso de Bachelet, dado que "tocó en profundidad todos los temas relevantes para el país". "Ha señalado prioridades muy explícitas de gasto social y eso es lo que estaba esperando todo el país", apuntó.
Asimismo, el presidente del PRSD, Juan Antonio Gómez, dijo sentirse orgulloso de formar parte del gobierno de la presidenta Bachelet.
En respuesta a las continuas críticas que ha recibido desde diversos sectores en torno a su liderazgo y capacidad de gestión, la mandataria hizo un llamado a todas las organizaciones sociales y políticas del país "a retomar el tono de la conversación pública sobre la base del respeto".
Llamó a "cuidar la convivencia" y dejar de lado el "velo de pesimismo". "La prepotencia y la descalificación son las armas de quienes no tienen argumentos. Quienes insultan, agreden y denigran le hacen daño a la democracia", indicó.
Bachelet comenzó su alocución reconociendo los errores del fallido nuevo sistema de transporte de pasajeros de la capital, Transantiago. Garantizó que el problema se va a solucionar y que las tarifas no subirán mientras esto no suceda.
En general, los parlamentarios y dirigentes de los dos partidos de la oposición derechista calificaron de "buenas intenciones" los anuncios y, por ende, dudaron de su materialización debido a la ineficiencia mostrada, a su juicio, por el gobierno de la Concertación.
Por ejemplo, la senadora Evelyn Matthei, del partido Unión Demócrata Independiente, criticó que la jefa de Estado no anunciara ninguna nueva medida respecto del Transantiago.
Pese a que Bachelet enumeró una serie de medidas para solucionar el problema de los deudores hipotecarios, algunos activistas disconformes que se encontraban en la sala interrumpieron su discurso y fueron desalojados.
Por otra parte, la presidenta pidió a los diputados y senadores que aprueben dos proyectos de ley emblemáticos para su administración: uno que reforma el sistema de jubilaciones y pensiones de capitalización individual y otro que modifica el procedimiento electoral que rige para los comicios parlamentarios, acusado de excluir a las minorías.
En otro ámbito, señaló que se instaurará el 20 de agosto como Día del Detenido Desaparecido. "Mientras hayan detenidos desaparecidos no dejaremos de buscarlos", enfatizó.
El gobierno también invertirá fuertemente en salud, infraestructura vial y deportiva, innovación y desarrollo y turismo, entre otros sectores.