BANGKOK, may (IPS) El buzo hawaiano Scott Sharpe explora el mundo submarino de Filipinas. Llegó allí hace 11 años atraído por la belleza marina del archipiélago asiático. Pero ahora percibe señales perturbadoras.
"Día a día aumenta el estrés ambiental de la vida marina", señaló Sharpe, de 51 años, propietario de la organización privada Exploraciones Marinas de la Bahía de Súbic.
"Una de las razones es el impacto del recalentamiento planetario causado por la tala de bosques", sostuvo.
El 7 de este mes, la revista internacional Science arrojó luz sobre un aspecto que preocupa a los amantes de los océanos en un artículo titulado "¿Un mundo sin corales?"
La revista de la American Association for the Advancement of Science es la última entre varias especializadas en ciencia avanzada en alertar que el recalentamiento planetario mataría los arrecifes de coral.
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Su decoloración es una de las señales más claras del fenómeno.
"El último y quizá el mayor peligro actual para los arrecifes es su pérdida de color", revela el artículo, que comienza describiendo un "cementerio silencioso" de corales en el mar de Andamán, frente a la costa sudoriental de Tailandia.
"Cuando la temperatura de la superficie del mar se eleva un grado o más por encima de la normal en verano, y durante varias semanas, los pólipos expulsan, por razones que no se conocen bien, sus zooxantelas, algas simbióticas que les dan color y los nutren. Los pólipos empalidecen y se quedan sin nutrientes", explica.
A principios de este año, el Instituto Australiano de Ciencia Marina también mostró preocupación en un informe titulado "Arrecifes de coral y cambio climático", preparado para la reunión del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC).
Ese grupo, que funciona en la órbita de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), estudia las causas, el impacto y las formas de mitigar el recalentamiento originado por la emisión de gases de efecto invernadero.
La mayoría de los científicos atribuyen ese fenómeno a la emisión de gases invernadero como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso.
"El cambio climático propiciado por el efecto invernadero tiene consecuencias significativas para los corales. Hay un vínculo directo entre la inusual temperatura cálida del mar y la decoloración de esos arrecifes en todo el mundo", señala el informe del Instituto australiano.
El biólogo marino Domingo Ochavillo, de Filipinas, coincide con esa afirmación.
"Los arrecifes de coral son el mejor barómetro del cambio climático. Su decoloración es un indicador de lo que sucede a causa del recalentamiento planetario. Vamos a perder nuestro patrimonio", dijo a IPS desde Manila.
Ese pronóstico negativo para el suelo oceánico adquirió significado adicional en Filipinas en los últimos dos años tras una investigación que señaló al archipiélago como el poseedor de las joyas de la corona de la biodiversidad marina en todo el mundo.
La investigación de 10 años, publicada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), puso a la riqueza oceánica de esa nación en el centro del "triángulo de coral", que incluye a Australia, Indonesia, Malasia y Papúa Nueva Guinea.
"Los filipinos se entusiasmaron porque se supo lo que tenemos en el mar y que somos el centro de la biodiversidad en la región", apuntó Ochavillo, quien es además director de Reef Check en Filipinas, una red internacional presente en más de 80 países que estudia con regularidad los corales de todo el mundo.
"La información de que estamos perdiendo nuestro patrimonio contribuyó a generar mayor conciencia" en ese país, añadió.
Las riquezas submarinas le dieron a esa nación de Asia sudoriental un lugar entre los sitios considerados como patrimonio mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El sitio elegido fue el Parque Marino Arrecife Tubbataha, con 10.000 hectáreas de corales y biodiversidad marina frente a la costa sudoccidental del país.
"Los investigadores registraron 396 especies de corales, 85 por ciento de todas las especies de Filipinas", según el sitio de Internet del Arrecife Tubbataha.
"Hay 479 especies de peces de 46 familias. Las mantarrayas son asiduas visitantes al igual que las barracudas y otros cardúmenes. Tubbataha también alberga a seis especies de tiburones".
En Asia sudoriental, Filipinas es el segundo país, detrás de Indonesia, en tener el mayor lecho marino cubierto de corales, según el informe acerca del "Estatus de los Arrecifes de Coral en el mundo".
El de Filipinas tiene 25.060 kilómetros cuadrados y el de Indonesia 51.020.
De hecho, las investigaciones sobre los corales duros indican que entre 50 y 75 por ciento de todos los existentes se encuentra en cuatro naciones de esta región, añade el informe. Ellas son Indonesia, con 590 especies, Filipinas, con 464 y Vietnam y Malasia, con 400.
El futuro que aguarda a esa zona de gran biodiversidad se dio a conocer este año, cuando el IPCC alertó en su informe que la temperatura de la Tierra puede elevarse en dos grados si no se pone un freno inmediato al ritmo actual de contaminación de la atmósfera, responsable del cambio climático.
Organizaciones ambientalistas advierten que hay mucho más en juego que la simple pérdida de belleza marina si los arrecifes de coral de Filipinas se convierten en un cementerio.
"Los cardúmenes de peces que se alimentan en los arrecifes de coral se verán perjudicadas", indicó Abigail Jabines, de la sección para Asia sudoriental de Greenpeace.
"Filipinas es uno de los países más vulnerables a la elevación de la temperatura del mar. Al menos un millón de pescadores que dependen de la pesca a pequeña escala se verán afectados por el fenómeno", dijo a IPS en entrevista desde Manila.