La banda Mombojó, con su gran éxito de público y de crítica, confirma una larga vida al manguebeat, el movimiento musical nacido a comienzos de los años 90 en Recife, la capital del nororiental estado brasileño de Pernambuco.
El grupo creado por siete adolescentes en 2001 amplió la mezcla de ritmos, estilos, instrumentos y sonidos que ya caracterizaba al novel movimiento, absorbiendo las más variadas influencias y agregándolas a las raíces locales, que de por sí acumulan gran diversidad.
Combina la guitarra eléctrica y la española con el cavaquinho (similar al bandolín), instrumentos de soplo y sonidos variados, incluso de juegos de video, además de los tradicionales contrabajo y batería.
Las referencias son el rock, jazz, reggae, bossa-nova, música clásica y otras fuentes, en una complejidad que a veces sorprende, incluyendo percusiones agresivas y canciones más intimistas.
Curiosamente, el grupo debutó en el disco con el título "Nadadenovo" (nada de nuevo), en 2004. El año pasado lanzó "Hombre-espuma", en el cual la crítica destacó la evolución y consolidación musical del grupo. Es "un mar de descubrimientos", definió Lauro Lisboa Garcia, especialista en la materia del diario O Estado de Sao Paulo.
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Mombojó basa sus ingresos financieros más en los espectáculos en vivo que en su discografía. Es que sus grabaciones están disponibles para ser enteramente copiadas desde el sitio en Internet de la banda, se venden poco y a precios más bajos que el común en ese mercado. "Nuestra publicidad es el copyleft (contraposición de copyright o derechos reservados", dice Marcelo Campello, guitarrista y trompetista.
"No quiero ser el más vendido/ ni quiero hablar solo a su oído/ yo quiero entrar a su corazón", afirma una de las canciones del último disco, en que todas las composiciones son del propio grupo.
Mombojó es la banda más nueva de las que cultivan manguebeat, que tiene reconocimiento nacional. Muchas otras surgieron y siguen apareciendo en Recife.
Ese movimiento de música popular que funde el rock, hip hop, música electrónica y otras variedades internacionales a los ritmos locales de Pernambuco, como el maracatú y el coco, tiene sus raíces en los años 80, pero sólo en 1992 divulgó su manifiesto, con el título de "Cangrejos con cerebro".
El manifiesto lo denominó manguebit, pero el nombre que se impuso por la prensa es manguebeat. Su principal fundador, Chico Science, quien ganó ese apellido por su afición a la ficción científica, encabezaba la banda Nación Zumbi, que lanzó en 1994 el disco "Da lama ao caos" (Del fango al caos), cuya gran repercusión afirmó el movimiento y a Recife como un gran centro de creación musical.
Mangue es manglar en portugués, y se adoptó como identificación porque se trata de un ecosistema de los más fértiles, que produce la diversidad de la vida, y además porque Recife se construyó sobre varios de ellos, formados por la desembocadura de ríos luego sepultados por la urbanización. Todo eso es lo que el movimiento buscaba representar y reconstituir por la música.
La banda de Science también debe su nombre a la historia. Zumbi es un héroe de la lucha de los esclavos africanos, el líder de un gran "quilombo", como se les llamaba en portugués a los refugios de los negros africanos y descendientes que escapaban en el nordeste de Brasil.
Nación Zumbi perdió a Chico Science hace 10 años, víctima de un accidente automovilístico, pero la banda sobrevivió y se mantuvo activa, liderada por Jorge Du Peixe, un veterano compañero de búsquedas y experimentos de Science. Últimamente se presentó en varios espectáculos conjuntos con su más nueva compañera de ruta, la banda Mombojó.
Pero fue igualmente importante para el manguebeat la banda Mundo Libre S.A, cuyo cantante Fred 04 fue el autor del manifiesto "Cangrejos con cerebro", en alusión a esos crustáceos que eran abundantes en los manglares de Recife y servían como alimento popular.
Mientras la batalla de Science era más social y cultural, Mundo Libre, surgido también en los años 80, hace canciones con letras más políticas contestatarias enmarcadas en una música en la que se asocian el rock y la samba, el ritmo más divulgado como típico de Brasil.
"Desafiando Roma", por ejemplo, es una canción que brinda homenaje al Subcomandante Marcos, el líder del insurgente e indigenista Ejército Zapatista de Liberación Nacional, estacionado en el meridional estado mexicano de Chiapas.
"Salve Marcos/ combatiente de la contrainformación/ envenenando las redes/ ciberpunk de fusil en la mano diseminando la contrahegemonía", canta la banda Mundo Libre S.A, cuyo propio nombre es una ironía.