Lingüistas de Croacia pretenden imponer un nuevo idioma basado sobre el croata primitivo. Según ellos, el lenguaje común que hoy predomina en los Balcanes está demasiado «contaminado» por términos serbios y bosnios.
La desintegración de la antigua Yugoslavia, en los años 90, condujo a la creación de nuevos estados nacionales. Pero no pudo borrar el idioma común que une a bosnios musulmanes, croatas, montenegrinos y serbios.
Se lo puede llamar "balcánico occidental" para no identificarlo con ninguna nación en particular, sugieren algunos lingüistas. Se trata de una denominación que describe la región a la cual pertenecen esos países, todos los cuales aspiran a integrarse a la Unión Europea (UE).
Pero ese idioma es denominado hoy "serbo-croata". Con variaciones locales, se ha entendido entre los 16 millones de habitantes de los Balcanes.
Las variedades habladas dependen de la zona, no de la condición étnica. Los serbios de Croacia hablan como croatas y los croatas de Serbia hablan como sus vecinos serbios. En Bosnia, el oído no distingue a serbios de croatas ni de bosnios.
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La propuesta de reconocer el serbo-croata como idioma de la región en las instituciones de la UE una vez que las naciones se integren al bloque procedió del miembro del Parlamento Europeo Charles Tannock, quien esgrimió razones de practicidad.
"Espero que ustedes no nos carguen con gastos de traducción al croata, bosnio, montenegrino o serbio", dijo Tannock en un debate en el Parlamento, al que asistieron funcionarios de los países en cuestión.
"Los habitantes de los Balcanes occidentales tienen que ponerse de acuerdo en el idioma que todos entienden, y ese idioma es el serbo-croata", agregó.
La UE gasta unos 1.040 millones de dólares al año de su presupuesto de 130.000 millones de dólares en traducciones de la gran mayoría de sus documentos y discursos a los idiomas de los 27 países que la componen.
Un idioma único podrá ser práctico, pero la idea no fue recibida con beneplácito en Croacia. Analistas de la prensa consideraron que la propuesta de Tannock constituía una "falta de respeto y de buena voluntad" hacia la pequeña nación de 4,5 millones de habitantes.
El periódico Vjesnik exigió "respeto por Croacia" una vez que este país se sume a la Unión Europea.
Croacia dio pasos hacia la conformación de un idioma libre de influencias de sus vecinos balcánicos y del inglés. Sus principales lingüistas recurrieron a la historia, a la literatura antigua y a su propia imaginación para crear nuevos términos que distingan el croata del serbio.
Se introdujeron nuevas expresiones basadas sobre otras antiguas para sustituir palabras como "fax", que se convirtió en "dalekoumnozitelj" (aparato de copias a distancia). Otra fue "helicóptero", que pasó a ser "zrakomlat" (batidora de aire).
"Teléfono" es "brzoglas" (voz rápida), y se decidió que "zoroklik" (grito al amanecer) reemplace al vocablo croata "pijevac", que sonaba similar al serbio "pevac", como sustituto de "gallo".
También se resolvió que una estación de radio debería ser llamada "krugovalna postaja" (estación que difunde ondas circulares) y que el público podrá saludar a los artistas con "rukohlap" (aplauso) en vez de con el habitual "aplauz" (usado tanto en serbio como en croata).
Muchos nuevos (o viejos) términos se refieren a las modernas tecnologías de la información y sustituyen a las usuales voces inglesas. Tanto los discos duros como el hardware, por ejemplo, pasarían a denominarse con adjetivos que significan "duro": "cvrsnik" y "ocvrsje".
El ratón sería un "nastolno klizalo" (cosa que se desliza sobre un escritorio). Un archivo copiado pasaría a llamarse "preslik", derivado de "preslikati", común tanto en serbio como en croata. Un archivo adjunto sería "privitak", (elemento que se agrega a algo).
Pero los antecedentes del nuevo idioma son escalofriantes, más que divertidos. El régimen ustashi de Croacia, títere del nazismo alemán durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), estableció una larga lista de términos de uso militar.
Los ustashi que exterminaron a serbios, judíos y gitanos se sometían al mando de "casniks" (oficiales), "satnik" (capitanes), y "bojnik" (mayores).
Pero no fueron los únicos. Los serbios también hicieron esfuerzos por "limpiar" su idioma de palabras "turcas" (bosnias) y croatas.
Sin embargo, no dieron en la tecla para imponer términos que sustituyeran otros de esos orígenes, como "carape" (calcetines), "papuce" (pantuflas), "secer" (azúcar), "duvan" (tabaco), "pamuk" (algodón), "sapun" (jabón), "bakar" (cobre), "bubrezi" (riñones), "cekic" (martillo), "cizme" (botas) o "rakija" (brandy).
"La fragmentación del serbo-croata y el desarrollo de estos idiomas podría haberse previsto", dijo a IPS el lingüista Nikola Tanasic, residente en Belgrado.
"Sin embargo, imponer o aplicar algo en un área tan delicada no funciona. Los pueblos todavía se hacen entender entre sí y continuarán haciéndolo por muchos años más", agregó.
El Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (ICTY), creado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), tradujo todos sus documentos a un idioma llamado "B/C/S", o bosnio/croata/serbio.
Los acusados de crímenes de guerra de las tres naciones lo comprendieron perfectamente.