ENERGÍA: Rumbo al siglo nuclear

El accidente en la central ucraniana de Chernobyl en 1986 y el colapso de la Unión Soviética en 1991 atrasaron un cuarto de siglo el desarrollo de la energía nuclear, advirtieron representantes del sector reunidos en la capital de Hungría.

Estas empresas consideran que el recién iniciado será "el siglo nuclear", en parte por la necesidad de contener las emisiones de gases invernadero, para lo cual consideran que la energía atómica es la más asequible y realista de las respuestas.

La mayoría de los científicos atribuyen el recalentamiento del planeta a las emisiones de gases invernadero como el dióxido de carbono, el metano y el oxido nitroso.

En la última década se aceleró la construcción y la planificación de nuevas plantas nucleares, pero se reconoció que el "Renacimiento" de la energía atómica requeriría de más tiempo y esfuerzo.

"La industria ya perdió 25 años porque Chernobyl y el colapso de la Unión Soviética afectaron el suministro de combustible", sostuvo Gerard Pauluis, de la empresa belga Synatom, en la conferencia Ciclo del Combustible Nuclear Mundial 2007, que concluyó el jueves en Budapest y que fue organizada por el Instituto de Energía Nuclear y la Asociación Nuclear Mundial.

Varios oradores coincidieron en que el sector podrá superar la pésima imagen que el desastre de Chernobyl dejó en la industria.

"No tenemos suficiente mano de obra ni infraestructura y es necesario construir más reactores. El renacimiento llevará más tiempo del previsto. Este será, sin duda, el siglo nuclear, pero cuando ya no estemos", añadió Paulius.

"Sólo en Finlandia se pueden ver signos del renacimiento", indicó Maurice Lenders, director ejecutivo de Urenco, un proveedor de uranio enriquecido. En ese país se realizan estudios de impacto ambiental para construir nuevas plantas.

Varios participantes en la conferencia señalaron que las dificultades que afronta la industria se deben a que el suministro de combustible nuclear está a la zaga de la demanda, lo cual impulsa los precios del uranio al alza.

"No estamos cooperando y, pese a que también hay factores externos, a veces somos nuestro propio enemigo", señaló Germán García Calderón, director financiero y logístico de Enusa, un proveedor de combustible nuclear.

"Tenemos que regularnos porque nuestro mercado todavía no está maduro", apuntó.

En un encuentro claramente concentrado en el aspecto comercial de la industria nuclear, las cuestiones ambientales y de seguridad faltaron a la cita.

Pero tampoco las organizaciones ambientalistas se ponen de acuerdo al respecto. Algunas la defienden como alternativa limpia, mientras otras apuntan al problema de los desechos nucleares que aumentarán de la mano del crecimiento de la industria.

Una de las opciones posibles es procesar esos desechos para su reutilización, pero algunas organizaciones se oponen porque el proceso produce grandes cantidades de plutonio que puede robarse para fabricar armas nucleares.

En Francia está permitido el tratamiento de esos desperdicios. No así en Estados Unidos, por temor a la proliferación nuclear.

Otras más se preocupan por las consecuencias para la salud de las comunidades cercanas a las centrales nucleares. Pero las investigaciones no confirmaron un aumento de los casos de cáncer en los alrededores de esas plantas, excepto en los sitios donde hubo accidentes.

La posibilidad de accidentes, aunque se las considera pocas, pueden tener consecuencias muy serias para la salud humana. Muchos ambientalistas se preocupan por los riesgos latentes, pese a las garantías de la industria de que se están tomando muy en serio las cuestiones de seguridad.

"Este encuentro se concentró más en productores y compradores, pero es obvio que la seguridad está por encima de todo", dijo a IPS Paco Tarin, gerente de Enusa. "Los próximos reactores nucleares serán más seguros, más baratos y más fáciles de manejar."

Al igual que otros participantes, Tarin no cree que haya alternativas confiables a la energía atómica.

"La energía nuclear es la fuente más limpia y más confiable, y cada vez es más barata. Los precios del petróleo y el carbón aumentan. Realmente no hay otra opción", sostuvo.

"La energía atómica no emite gases invernadero y por eso concita cada vez más adeptos. Y no sólo en la opinión pública, sino que muchos ambientalistas la consideran como una solución", indica Tarin.

El gerente de Enusa se dijo "gran partidario de la energía eólica y solar, pero cuando no sopla el viento ni brilla el sol se acabó la energía, no es confiable. Se pueden instalar grandes dispositivos e invertir mucho dinero, pero en algunos casos se obtiene muy poco a cambio", señaló.

Pero añadió que se necesitan todas las formas de energía, "en especial si vamos a contribuir al desarrollo de los países más pobres".

"Por desgracia, las fuentes más limpias son las más caras, así que si queremos reducir las emisiones de gases invernadero y suministrar energía a las naciones en desarrollo, necesitaremos recurrir a todas las alternativas, pero en especial a la nuclear", concluyó.

***** + La ardiente opción nuclear (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=40716) + Sitio de la conferencia, en inglés (http://www.nei.org/index.asp?docid=1550&format=nonav) (FIN/IPS/traen-vf-mj/zd/ss/eu en sc nr ij/07)

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