La habilitación o prohibición a empresas petroleras para realizar prospecciones en la costa del sudoriental estado estadounidense de Florida crea fuertes fricciones en tiendas políticas locales y nacionales.
El proyecto de ley de Seguridad y Eficiencia Energética, de 53 páginas y presentado en el Congreso de Estados Unidos, habilitará en caso de aprobarse la perforación del subsuelo marítimo a 72 kilómetros de la costa del Golfo de México y de Cuba.
Este texto fue redactado por los senadores estadounidenses Larry Craig, del gobernante Partido Republicano, y Byron Dorgan, del Partido Demócrata.
Se trata de un desafío directo a un proyecto de compromiso para crear una "zona de exclusión", aprobado en la segunda mitad del año pasado, que prohíbe perforar a menos de 201 kilómetros al sur de Pensacola y a menos de 378 al oeste de la bahía de Tampa.
El proyecto de la zona de exclusión fue una iniciativa de dos senadores floridenses Bill Nelson, demócrata, y Mel Martínez, republicano.
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Ninguna persona, organización o departamento del gobierno parece saber con seguridad cuánto gas natural o petróleo sin descubrir yace debajo del Golfo de México, la zona prevista para la perforación en el proyecto Craig-Dorgan, pero se calcula que sólo en la plataforma submarina hay unos 86.000 millones de barriles de crudo y casi 12 billones de metros cúbicos de gas.
Las dos cifras proceden de investigaciones y estimaciones del Servicio de Manejo de Minerales de Estados Unidos.
"Florida continúa apoyando una zona de exclusión de por lo menos 160 kilómetros a lo largo de toda nuestra franja costera para proteger sus prístinas playas, que constituyen el cimiento de la economía de Florida, basada en el turismo, y de nuestra gran calidad de vida", reza una declaración sobre el proyecto Craig-Dorgan por parte de Sarah P. Williams, secretaria de prensa del Departamento de Protección Ambiental de Florida.
"Uno de los desafíos es que el proyecto (Craig-Dorgan) es tan amplio que se divide en tres comités (parlamentarios) diferentes", dijo Dan Whiting, secretario de prensa del senador Craig.
"Hasta ahora, el proyecto está ante el Comité de Energía, que tuvo su primera audiencia a mediados de este mes, el de Energía y Recursos Naturales y el de Finanzas, y se puede dividir aún más", agregó.
Como era de esperarse, el proyecto Craig-Dorgan produjo otra batalla entre ambientalistas y empresas de energía.
"Las costas de Florida deberían ser protegidas", dijo Tiernan Sittenfeld, director legislativo de la Liga de Votantes por la Conservación, una organización ambientalista.
"Estuvimos en contra del proyecto de Nelson y Martínez el año pasado, pero éste (el de Craig-Dorgan) agrega leña al fuego. Tener esta estratagema cínica de intentar vincular las perforaciones petroleras a cosas que ya deberíamos estar haciendo, como incorporar eficiencia de combustibles a nuestras vidas cotidianas, es simplemente falso", indicó.
Sittenfeld se refería a ítems contenidos en el proyecto como requisitos para crear más etanol cuya fuente no sea el maíz, así como inducir impuestos para automóviles eficientes en materia de combustibles.
"Apoyaremos el proyecto, (porque) reconoce que las fuentes de energía comienzan en casa", señaló Aaron Bernstein, gerente de asuntos públicos y comunicaciones de Independent Petroleum Associates of America (Asociación Independiente del Petróleo de Estados Unidos, IPAA por sus siglas en inglés), que representa a miles de productores independientes de crudo y gas natural, así como empresas de servicios en todo Estados Unidos.
Estados Unidos es "el único país que restringe la búsqueda de fuentes energéticas en sus costas", recordó. Sin embargo, "cuanto más podamos desarrollar, mejor", agregó.
Dos miembros de la asamblea legislativa del estado de Florida, el senador republicano Mike Bennett y la representante demócrata Mary Bradenburg, presentaron un proyecto estadual que someterá a referéndum la pregunta de si perforar o no.
"Queríamos enviar un fuerte mensaje al Congreso (de Estados Unidos). Me visitaron quienes presionan tanto por las compañías de petróleo como de gas natural (en el legislativo del estado, en Tallahassee), y ambos me dijeron que se opondrían a nuestro proyecto. Y eso fue lo que hicieron", explicó Bradenburg.
"Este proyecto no va a avanzar en esta sesión legislativa, pero eso es porque lleva un tiempo hacer que los grandes temas se muevan en la política. Tenemos que estudiarlos detenidamente y, luego, de modo lento y seguro, las cosas comienzan a ocurrir", agregó.
El senador Nelson recordó a IPS que ha pasado "por todo esto durante los últimos seis años, y lo arreglamos el año pasado".
"La disposición estatutaria del proyecto que creamos el año pasado permitió realizar perforaciones en 3,4 millones de hectáreas del Golfo de México, cuando la superficie original era de 1,5 millones de hectáreas. Nuestra zona de exclusión mantuvo lejos (las posibles perforaciones en busca de petróleo y gas natural) de nuestras hermosas costas", precisó.
"El proyecto Craig-Dorgan tiene algunas cosas buenas que yo apruebo, pero esa disposición que permite perforar a 72 kilómetros de las costas no es suficiente para compensar todo el proyecto", agregó.
A mediados de marzo, mientras se encontraba en Pensacola para crear oposición pública al proyecto Craig-Dorgan, Nelson declaró que "de ningún modo dejaremos que las compañías petroleras hagan perforaciones en Florida".
"Allí no hay suficiente petróleo que justifique el riesgo de un derrame que destruya la economía del estado, basada en el turismo, y dificulte el entrenamiento militar en el área", argumentó.
Hablando en nombre de la IPAA, Bernstein rebatió a Nelson. "El proyecto puede ayudar a la sed de petróleo y energía de Estados Unidos", indicó.
"Tanto China como India pueden comenzar a hacer más negocios de desarrollo petrolero y energético con Cuba, que está a apenas 145 kilómetros de las costas estadounidenses, cuando nosotros podemos usar y desarrollar los mismos recursos", afirmó.
A las empresas estadounidenses no se les permite hacer negocios con Cuba, por estar incluidas en el embargo impuesto por Washington a esa nación caribeña insular que ya lleva más de cuatro décadas.
Eso significa que no pueden hacer perforaciones en ninguna parte de los 112.000 kilómetros cuadrados de las aguas jurisdiccionales de Cuba, que su presidente, Fidel Castro, abrió a exploración a otros países en 1999.
Nelson también planteó otra razón que disuadiría a las compañías petroleras de perforar en aguas floridenses: las elecciones presidenciales estadounidenses que se realizarán en 2008.
"No creo que ninguno de los candidatos presidenciales, más allá de sus partidos políticos, vayan a Florida y digan en un discurso público que están a favor de perforar en busca de petróleo a apenas 72 kilómetros de las costas, porque querrán obtener la mayor cantidad posible de votos", sostuvo.