El intento del gobierno de Irán de sofocar con intimidaciones y detenciones masivas una movilización de maestros en contra de los bajos salarios podría derivar en un juicio político al ministro de Educación, integrante clave del gabinete del presidente Mahmoud Ahmadinejad.
Según la agencia de noticias iraní IRNA, 138 de los 190 miembros de la Asamblea Consultiva Islámica (parlamento) dejaron de lado sus diferencias partidarias para firmar una moción de juicio político al ministro Mahmoud Farshidi.
La moción fue presentada en respuesta a la crisis de los últimos días, que incluyó la detención el lunes del secretario general de la Asociación de Maestros de Irán, Akbar Baghani, y una huelga el martes que provocó el cierre de 80 por ciento de las escuelas públicas.
Baghani fue sacado del salón de clases por tres policías de particular mientras tomaba una prueba a sus estudiantes. Las autoridades escolares no supieron del ingreso de los agentes al aula ni de una orden de detención ni de que fue llevado a los empujones ante la atenta mirada de los alumnos, según la agencia de noticias ILNA.
Otros seis miembros del directorio de la Asociación de Maestros, arrestados la semana pasada por su papel en la organización de las manifestaciones de principios de marzo frente al parlamento, se hallan detenidos en la prisión capitalina de Evin.
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El descontento de los maestros comenzó a principios de febrero, cuando no se materializó la promesa del gobierno de aumentar sus salarios y beneficios, que continúan por debajo de los de otros funcionarios estatales.
Ahmadinejad llegó al poder en junio de 2005 con la promesa de invertir las ganancias procedentes de los vastos recursos petroleros de Irán para "poner comida en la mesa" de la población.
"Lo que más molesta a los maestros es la desigualdad. Sólo queremos cobrar como otros funcionarios, tener un mejor complemento para vivienda y seguro", dijo a IPS una maestra que pidió reserva sobre su identidad en la manifestación del 15 de marzo.
"Hubo un acuerdo secreto entre el parlamento y el gobierno para posponer la aprobación del proyecto hasta después de la aprobación por la cámara baja del presupuesto para el actual año fiscal (del 21 de marzo de 2007 al 20 de marzo de 2008). De esta forma, no tendrían que lidiar con el problema hasta dentro de un año", sostuvo.
"No pensaron que, ahora que perdimos las esperanzas, al menos hasta el año próximo, muchos más van a seguir el ejemplo (de las protestas). Somos cientos de miles, además de nuestras familias, y estamos en todas partes, hasta en los pueblos más pequeños. Tenemos capacidad para paralizar a todo el sistema educativo. Esto preocupa mucho a las autoridades. Espero que no traten de silenciarnos con medidas irracionales", añadió.
En una manifestación el 4 de febrero frente al parlamento, los maestros amenazaron con hacer una huelga y cerrar las escuelas a fines de ese mes si la cámara baja no aprobaba el proyecto del gobierno para equiparar sus salarios con los de otros funcionarios.
El proyecto, aprobado luego por el parlamento pero rechazado por el Consejo de los Guardianes, un importante organismo consultivo con poder para anular las decisiones del cuerpo legislativo, quedó fuera del presupuesto para el actual año fiscal.
Cuando se cumplió el plazo del 20 de febrero, los maestros de varias escuelas públicas de la capital y de otras varias ciudades se negaron a dar clase y algunas de las distritales cerraron antes de las vacaciones del Año Nuevo iraní en marzo.
"Fuimos a la escuela pero nos quedamos sentados en la sala de maestros sin dar clase. Nuestro salario es ridículo" dijo a IPS un maestro que debe trabajar como taxista por la tarde. "A un maestro con una maestría le quedan sólo 300 dólares después de la deducción de impuestos y del seguro. En Teherán, una familia de cuatro miembros con un ingreso menor a 500 dólares al mes es pobre. Nuestras familias la están pasando mal", añadió.
Al menos 100 maestros, entre los que se encontraban los líderes de la Asociación, fueron detenidos el 14 de marzo frente a la sede parlamentaria, donde cientos de policías y militares dispersaron a la multitud con violencia.
Los familiares se congregaron frente al Tribunal Revolucionario de Teherán tres días después para pedir su inmediata liberación.
Funcionarios de la cárcel se negaron a aceptar medicamentos para los maestros presos, señaló un familiar quien relató que trataba de hacer llegar remedios a uno de los detenidos que era además un veterano de la guerra de Irán-Iraq (1980-1981) y víctima de las armas químicas.
"Las familias no tienen información, y en algunos casos ni siquiera conocen el paradero de sus parientes. Muchas veces los detenidos ni siquiera pudieron contactarse con sus familiares", según la carta abierta que éstos enviaron a Ahmadinejad.
La misiva pedía la liberación de los detenidos y el castigo de los responsables.
La manifestación fue organizada al otro día de una reunión planificada por dirigentes de la Asociación y legisladores con las autoridades del Ministerio de Educación que no llegó a nada porque resultó ser con funcionarios de Inteligencia y de seguridad.
El 7 de este mes, tras el largo receso del Año Nuevo iraní que dio cierto respiro al gobierno, las fuerzas de seguridad detuvieron a 33 maestros en la occidental ciudad de Hamadan en una reunión de la Asociación de Maestros local y a 12 más en sus hogares. Algunos de ellos fueron luego liberados bajo fianza.
Tras los arrestos, un portavoz del poder judicial declaró a la prensa que la Asociación de Hamadan estaba proscrita y que los maestros fueron detenidos por continuar con sus actividades en forma ilegal. Desde entonces hubo más detenciones en otras ciudades y pueblos de las provincias de Kurdistán, Teherán, Isfahan y Azerbaiyán Occidental.
"La proscripción de esa Asociación de Maestros y la detención de sus miembros demuestran el flagrante desprecio de Irán hacia sus propias leyes y sus obligaciones bajo las normas internacionales de derechos humanos", reza una declaración del 13 de marzo de la directora para Medio Oriente y África del Norte de la organización Human Rights Watch, Sarah Leah Whitson.
La insistencia del ministro de Educación en negar conocimiento de los hechos, el mismo día en que se produjeron, enfurecieron más a los maestros. Farshidi alegó luego que las protestas eran conspiraciones para "agitar a la sociedad" y "desprestigiar la imagen del sistema", informó la agencia ILNA.
Si el juicio político prospera y se destituye al ministro, Farshidi, será el primer miembro del gabinete de Ahmadinejad en ser removido de su cargo.