CAMBIO CLIMÁTICO: En la mesa del Consejo de Seguridad

El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuyo principal mandato es impedir guerras y preservar la paz mundial, analizará la próxima semana la creciente amenaza del cambio climático.

El órgano de 15 miembros en pasadas ocasiones abordó también temas ajenos a su agenda habitual, como la igualdad de género y el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), pero desde una perspectiva relacionada con situaciones de conflicto o con la seguridad internacional.

La activista Catherine Pearce, de Amigos de la Tierra Internacional, dijo que su organización apoya la iniciativa de Gran Bretaña de analizar el problema del cambio climático en la reunión del Consejo de Seguridad prevista para el 17 de este mes.

"Ciertamente, vemos al cambio climático como un peligro que va mucho más allá de lo ambiental", dijo Pearce a IPS. Es también una amenaza humanitaria, económica y de seguridad, sostuvo.

No obstante, la activista subrayó la importancia de que las discusiones de tan alto nivel sean apoyadas y seguidas por la acción.
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"Son los países industrializados los que deberían estar haciendo mucho más para reducir sus emisiones (de gases contaminantes), particularmente Estados Unidos, y se requiere de una acción mucho más fuerte", señaló.

Para Pearce, se necesita una mayor asistencia y nuevos fondos para algunos de los países más pobres que ya lidian con los impactos del calentamiento global.

La mayoría de científicos coinciden en que el recalentamiento del planeta obedece a actividades humanas, sobre todo a gases liberados por la combustión de petróleo, gas y carbón, el principal de los cuales es el dióxido de carbono.

Esos gases se acumulan en la atmósfera y, por su gran capacidad para retener el calor de los rayos solares, acentúan el llamado "efecto invernadero".

La consecuencia de ese recalentamiento es un cambio climático global con manifestaciones regionales y locales, como el derretimiento de hielos polares y glaciares, la elevación del nivel del mar, sequías, tormentas, huracanes e inundaciones.

En una conferencia de prensa la semana pasada, el embajador británico ante la ONU, Emyr Jones Parry, quien preside el Consejo de Seguridad este mes, dijo que el hecho de que el órgano analice el cambio climático era ya algo destacable.

El diplomático negó que Gran Bretaña sea el líder mundial en asuntos de cambio climático, y señaló que todos los países deberían afrontar el problema, que consideró demasiado grave como para ser ignorado por cualquier gobierno u organización.

Parry señaló que posiblemente el año próximo haya una cumbre mundial sobre el cambio climático.

La reunión del Consejo de Seguridad será presidida por la ministra de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, Margaret Beckett. No está previsto que el encuentro concluya con una declaración presidencial o resolución.

El presidente de la organización estadounidense National Environmental Trust, Philip E. Clapp, dijo a IPS que el histórico informe presentado formalmente el 6 de este mes por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU "es enteramente apropiado para que el Consejo de Seguridad comience a enfrentar los riesgos".

Es probable que millones de personas en África sufran hambrunas como resultado de la disminución del rendimiento de los cultivos, alertó.

"Ya conocemos el potencial de inestabilidad que tiene el hambre. Los conflictos en Etiopía y Somalia fueron provocados por migraciones masivas de personas azotadas por sequías", señaló Clapp.

En Medio Oriente, es probable que se agrave la competencia por los recursos hídricos ya escasos, nuevamente aumentando el potencial de conflicto, indicó.

Muchas naciones podrían sufrir enormes pérdidas para sus economías y en materia de empleo.

"Las crecientes inundaciones y la variabilidad de las lluvias monzónicas, por ejemplo, amenazan el cultivo de algodón de Pakistán y a su mayor empleador urbano: la industria textil", dijo.

En Egipto, el delta del Nilo es una de las tres áreas más amenazadas del mundo por el aumento del nivel del mar, que se prevé afectará a más de cuatro millones de personas y tal vez destruirá buena parte de la producción agrícola de la zona.

Clapp también dijo que Indonesia podría perder hasta 30 por ciento de su producción de arroz —su alimento básico— por culpa del aumento del nivel del mar.

Subrayando la necesidad de una intervención del Consejo de Seguridad, el activista consideró "probable que el calentamiento global cree millones de refugiados ambientales, particularmente en las naciones más pobres del mundo".

Además, alertó que "el potencial de una difundida inestabilidad política a lo ancho de África, Asia central y sudoriental en particular es enorme".

Por su parte, Jones Parry citó el caso de la población de Maldivas, amenazada por la posibilidad de un aumento de tres metros en el nivel del mar. Ese país del océano Índico ya solicitó asistencia internacional para prevenir una catástrofe ambiental.

El embajador señaló que tradicionales disparadores de conflictos, como el acceso al agua o las hambrunas, serán exacerbados por el cambio en el clima.

"La redistribución de personas que actualmente viven en áreas bajas debe ser controlada, pues también podría causar inestabilidad. Es un tema complejo y será un grande desafío para el mundo en el próximo siglo", sostuvo.

Por su parte, el subsecretario general de la ONU, Anwarul Karim Chowdhury, alertó que los países en desarrollo con costa en el mar Mediterráneo y los pequeños estados insulares pobres están en la primera línea del impacto del cambio climático.

Chowdhury se desempeña también como alto representante de la ONU para países menos adelantados, países mediterráneos en desarrollo y pequeños estados insulares en desarrollo.

"Para estas naciones vulnerables, el recalentamiento planetario no es sólo un problema de las generaciones futuras. Es la realidad cotidiana con la que deben lidiar", dijo a IPS.

El funcionario subrayó que los países menos adelantados absorberán un cuarto del aumento poblacional mundial para 2015, aunque hoy sólo representan 12 por ciento de la población del planeta.

Si no se mantiene un ritmo de desarrollo, problemas relacionados con la pobreza y el ambiente se agravarán para un vasto sector de la humanidad, con graves consecuencias para todo el planeta, indicó.

La escasez de agua potable, el sumergimiento de áreas densamente pobladas, el creciente número de refugiados ambientales y las enfermedades vinculadas con los climas cálidos conspirarán para amenazar la paz y la seguridad nacionales, regionales y globales, advirtió Chowdhury.

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