Furiosas protestas se desataron en Afganistán, luego de la muerte de docenas de civiles en ataques de la coalición internacional encabezada por Estados Unidos contra blancos del movimiento islamista Talibán.
Miles de personas tomaron las calles este lunes en las provincias de Herat, en el occidente, y Nangharhar, en el este, donde reinaba hasta ahora una relativa calma, para acusar a las tropas de la coalición de "masacre a sangre fría".
El domingo, manifestantes bloquearon la congestionada carretera entre Jalalabad y Torkham en el distrito de Ghanikhel, en la oriental provincia de Nangarhar, para protestar contra la violenta muerte de cuatro supuestos insurgentes y dos mujeres.
Las tropas estadounidenses atacaron una vivienda en la que, según un informante de las fuerzas de la coalición, se preparaban coches-bomba para perpetrar atentados suicidas contra las fuerzas internacionales en las próximas semanas.
Por otra parte, la coalición insistió este lunes en que las 136 víctimas fatales de la operación realizada por fuerzas afganas y estadounidenses durante tres día sen el Valle de Zerkoh, en Herat, eran insurgentes talibanes, entre los que figuraban dos comandantes.
Mientras, gran cantidad de residentes del lugar salieron a las calles a manifestar su ira. Algunos prendieron fuego a la sede de la autoridad distrital de Shindand, según diversas versiones que no fueron confirmadas por el portavoz local de la policía, coronel Noor Khan Nekzad.
"Muchísimos civiles murieron en el choque y luego en el ataque aéreo", dijo el manifestante Abdul Ghafoor a la agencia de noticias Pajhwok.
Muchas familias huyeron del lugar tras la batalla, que duró varias horas, dijo Ghafoor, residente del lugar que consideró injustificada la acción de la coalición en un área donde "no hay grupos armados".
Según Ghafoor, los soldados estadounidenses y afganos mataron a muchos civiles ajenos a la contienda sin haber afinado la ubicación de sus enemigos.
Otro residente de Shindand, Abdul Manan, recordó que el feroz bombardeo aéreo nocturno continuó hasta las 10 de la mañana.
El coronel Khan Nekzad confirmó la realización de manifestaciones de gran escala contra las fuerzas extranjeras. Mientras, el portavoz de Talibán Qari Yousaf Ahmadi aseguró que combatientes del movimiento islamista habían matado al menos a 28 soldados extranjeros y del ejército afgano y prendieron fuego a dos vehículos militares.
De todos modos, la coalición afirmó que las fuerzas obtuvieron información sobre actividad insurgente en el valle de Zerkoh, por lo que lanzaron un ataque contra posiciones de Talibán con morteros, armas pequeñas y granadas propulsadas a cohete.
Más tarde, las tropas pidieron refuerzos y apoyo aéreo para bombardear las posiciones rebeldes. Uno de los aviones lanzó explosivos sobre varios objetivos enemigos, dijo la coalición.
A través de un comunicado emitido desde la base aérea de Bagram, la coalición indicó que un avión AC-130 artillado acabó con 26 combatientes de Talibán que intentaban huir a ambos lados del río Zerkoh.
"Un total de siete posiciones enemigas fueron destruidas y 87 combatientes talibanes muertos en 14 horas de combate", según el comunicado oficial divulgado tras la batalla, que se registró a 59,5 kilómetros de Sindand el domingo.
Otros 49 guerrilleros, incluidos dos comandantes talibanes locales, habían muerto dos días antes por disparos de armas pequeñas y bombardeos aéreos, cerca del poblado de Parmakan en la misma provincia.
El choque comenzó por un ataque rebelde contra una patrulla conjunta de la policía afgana y las fuerzas especiales estadounidenses en el área, según la coalición. El comunicado indica que un soldado estadounidense murió en combate.
"Los combatientes talibanes no pueden con el ejército afgano y las fuerzas de la coalición", dijo el portavoz de las tropas internacionales, mayor Chris Belcher.
"Intensificaremos nuestras operaciones para desembarazar Afganistán de todos los combatientes de Talibán y los extranjeros que dañan a civiles afganos inocentes y amenazan al gobierno", advirtió.
Los tiroteos casi diarios entre Talibán y las tropas de la coalición en Afganistán se han cobrado al menos 4.000 vidas civiles desde 2006.
Informes desde la meridional provincia de Helmand confirmarn la muerte de seis niños y mujeres en bombardeos aéreos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte en el área de Kharko, en el distrito de Garmser.
La policía negó que hubiera bajas civiles.
El residente de Kharko Ghulam Shah dijo a Pajhwok que todos los muertos eran civiles sin vínculos con ningún grupo combatiente. El área fue bombardeada después de un ataque de Talibán contra tropas extranjeras.
Manifestantes en Nangarhar aseguraron que los soldados mataron a sangre fría a seis personas, entre ellos dos mujeres. Los ataúdes de estos muertos quedaron a la vera de la carretera durante la protesta, dijo una autoridad tribal a Pajhwok.
Las fuerzas de la coalición aseguraron que esas seis víctimas cayeron en fuego disparado en represalia.
(*) Publicado por IPS en convenio con la agencia de noticias afgana Pajhwok Afghan News.
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