Tres importantes fuerzas políticas aliadas del presidente Hugo Chávez rehusaron disolverse como se requiere para sumarse al proyecto de construcción del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), lo cual puede abrir las puertas a una nueva corriente opositora.
Las posiciones adoptadas en las últimas horas por el Partido por la Democracia Social (Podemos), Patria Para Todos (PPT) y el Partido Comunista de Venezuela (PCV) "expresan el nacimiento de una corriente opositora desde las entrañas del chavismo", comentó a IPS el analista político Manuel Malaver.
"No podía ser de otra manera, porque lo que Chávez pide a sus aliados es prácticamente su anulación", añadió.
"Llegó la hora de decir las cosas sin temor: nos une el liderazgo del presidente, pero no participamos ni participaremos de ningún pensamiento único, porque el chavismo o movimiento bolivariano es una fuerza plural", proclamó en un mitin el diputado Ismael García, secretario general de Podemos.
El mandatario replicó el lunes por la noche con el anuncio de que seguirá adelante en la construcción del partido unificado, además de señalar que mantendrá las puertas abiertas a quienes se sumen más adelante.
Chávez, quien gobierna desde 1999 y en enero comenzó un nuevo sexenio presidencial, decidió acelerar este año la implantación del llamado "socialismo del siglo XXI" y, en ese marco, planteó el PSUV como uno de los motores del proceso, reuniendo en un partido a las decenas de movimientos y grupos de origen civil o militar que le han apoyado.
El socialismo para Venezuela, dijo García al iniciar el pasado fin de semana una serie de pronunciamientos, "debe ser democrático, nos oponemos al modelo soviético", y anunció que Podemos no se disolverá hasta que se acuerde una (asamblea) constituyente para elegir por las bases a unos 1.500 delegados que funden el PSUV.
El pedido de disolución que Chávez hizo en diciembre a los partidos que le han apoyado, tras ser reelegido nuevamente, fue acatado por el Movimiento V República (MVR), la fuerza electoral que él mismo fundó en 1997 con civiles izquierdistas y militares retirados.
Lo mismo anunciaron pequeños grupos aliados de extrema izquierda, como el Movimiento Tupamaro y la Unión Popular Venezolana. En ese proceso, Chávez creó hace dos semanas una "comisión promotora", bajo su liderazgo.
Otras de las agrupaciones que se resisten, al igual que Podemos, es el PPT. Vamos a esperar las decisiones que tome la comisión designada por el presidente. La pelota está en su campo", explicó en la víspera su secretario general, José Albornoz.
"Saludamos los procesos de discusión. Es una manera de salirle al paso a quienes hablan de totalitarismo. El socialismo del siglo XXI aporta un gran debate al país", aseveró Albornoz, integrante, como García, de la unicameral Asamblea Nacional (parlamento).
Finalmente, el Partido Comunista de Venezuela (PCV), fundado hace 76 años, efectuó el fin de semana un congreso extraordinario al cabo del cual resolvió proponer un frente popular en camino hacia un futuro partido unificado, que debería ser "marxista-leninista y bolivariano", según dijo su secretario general, Oscar Figuera.
En el hermético congreso, de unas 220 células comunistas, chocaron la tendencia por la disolución, avalada por Figuera, y la de mantener este histórico partido, defendida por su octogenario presidente, Jerónimo Carrera, dijeron a IPS delegados de varios comités regionales del occidente venezolano.
El PCV apoyó a Chávez desde la primera vez que este militar retirado compitió en elecciones, en 1998, e igual hizo el PPT, un partido de cuadros surgido de un movimiento obrerista del último cuarto del siglo XX y varios de cuyos dirigentes han ocupado ministerios y la presidencia del gigante estatal Petróleos de Venezuela.
Por su parte, Podemos es una escisión del Movimiento al Socialismo, a su vez escindido en 1971 del comunismo ortodoxo tras rechazar, entre otras cosas, la invasión soviética a Checoslovaquia de 1968, y cuyas tesis siempre remarcaron la búsqueda de reformas en un marco democrático.
Los tres partidos suman una treintena de diputados en la Asamblea Nacional, cuyos 167 escaños son ocupados por oficialistas debido a que la oposición no se presentó a las elecciones parlamentarias de 2005 aduciendo irregularidades. El PPT y Podemos, además, manejan varias gobernaciones regionales y un puñado de alcaldías.
En las elecciones del 3 de diciembre último, Chávez fue reelegido presidente con 7,3 millones de votos, frente a 4,3 millones obtenidos por el centrista Manuel Rosales.
Con la tarjeta del MVR sufragaron 4,8 millones de ciudadanos, mientras que 760.000 lo hicieron con la de Podemos, 600.000 con la del PPT, 340.000 con la del PCV y el resto de los votos se los repartieron formaciones menores.
Apenas triunfó, el mandatario remarcó su liderazgo: "No se cuenten mentiras, esos votos no son de esos partidos, son de Chávez, son del pueblo", y desde diciembre ha subrayado que "el PSUV debe surgir de las bases, no debe ser una sopa de letras".
"Sigan ustedes su camino, yo seguiré el mío", dijo Chávez a los disidentes la noche de este lunes en su programa radial. "Quedo en libertad para dedicarme de lleno a ese partido con el que sueño, un verdadero partido revolucionario, socialista, bolivariano y con unidad de mando", afirmó.
"Sería importante para mí el apoyo de los partidos, pero lo fundamental es el apoyo popular", reiteró Chávez, y criticó que "dirigentes vacilantes" de izquierda "utilicen los mismos argumentos de la derecha, como el del pensamiento único, que aquí nadie ha planteado, porque la esencia del socialismo es plural".
El presidente anunció que un "comité técnico" organizará el proceso de creación del PSUV, y designó para integrarlo al vicepresidente Jorge Rodríguez, ex titular del poder electoral, y al general Alberto Muller, ex parlamentario del PPT y reincorporado al ejército, coordinador del Estado Mayor Presidencial de Seguridad y Defensa.
También, nombró a su hermano, Adán Chávez, actual ministro de Educación, a Érika Farías, ex ministra de Alimentación y jefa de un frente de activistas sociales, al teniente retirado Diosdado Cabello, gobernador del estado de Miranda (este de Caracas), y a Lina Ron, una líder popular de los chavistas de la capital venezolana.
El "comité promotor" del PSUV, de 15 miembros designado hace dos semanas, incluía al parlamentario comunista Roberto Hernández, a varios ministros y a José Vicente Rangel, ex vicepresidente de Venezuela y veterano operador político.
Rangel, quien regresó al periodismo de opinión que ejerció por décadas antes de pasar a integrar el gobierno de Chávez en 1999, efectuó la semana pasada un ágape para reestrenar su programa de televisión.
Ese espacio resultó revelador de las fisuras en el campo oficialista, por la masiva presencia de dirigentes del PPT y de Podemos y la notoria ausencia de colaboradores cercanos al presidente.