Michelle Bachelet iniciará el segundo de sus cuatro años como presidenta de Chile en medio de una caída de popularidad, arrastrando problemas como el conflicto estudiantil y la investigación de casos de corrupción surgidos en el anterior periodo de gobierno.
Dos encuestas publicadas el 4 de este mes revelan una caída en la aprobación popular de la gestión de la socialista Bachelet, de 55 años, quien asumió la presidencia de este país sudamericano de 15, 6 millones de habitantes el 11 de marzo de 2006.
Cincuenta y uno por ciento de los entrevistados entre el 26 de febrero y el 1 de marzo por el Centro de Encuestas del diario La Tercera en nueve ciudades del país aprobaron la gestión de la mandataria, cinco puntos porcentuales menos que en diciembre.
Otro sondeo, realizado por el diario El Mercurio y la consultora Opina, indicó que Bachelet tiene la aprobación de 47,5 por ciento de los santiaguinos entrevistados el 1 de marzo, 10 puntos menos que en diciembre y 17,8 puntos menos que hace un año, cuando su popularidad alcanzaba 65,3 por ciento.
El sociólogo y politólogo Carlos Castro, de la estatal Universidad de Chile, calificó el primer año de gobierno de Bachelet como "complejo". La presidenta se vio enfrentada a diversos imprevistos como la "revolución" de estudiantes secundarios, que ocuparon sus colegios en mayo y junio para exigir reformas al sistema educativo.
Ignacio Illanes, director del programa político del no gubernamental Instituto Libertad y Desarrollo, vinculado con la oposición derechista, cree que "fue un año de indecisiones, sin una agenda de gobierno muy clara, que estuvo marcado por actores externos, como el conflicto estudiantil y los casos de corrupción".
Illanes consideró que el Poder Ejecutivo se vio superado por las contingencias, aunque destacó el proyecto de reforma del régimen jubilatorio de capitalización individual para 2010 formulado por la presidenta, que el parlamento comenzará a discutir en los próximos días.
Tanto Castro como Illanes creen que el conflicto estudiantil y la corrupción seguirán siendo un dolor de cabeza para la mandataria este año.
Illanes cree que los estudiantes cumplirán su palabra y reactivarán sus movilizaciones en los próximos meses, aunque seguramente no alcanzarán la misma fuerza que en 2006.
El gobierno, en tanto, espera que el paquete de iniciativas legales y administrativas que dará a conocer en el primer semestre de este año para reformar la educación pueda morigerar los ánimos estudiantiles.
La presidenta anunció estas medidas en diciembre pasado, luego de recibir las propuestas del consejo asesor que había creado seis meses antes para aplacar el paro de estudiantes.
Bachelet también deberá seguir afrontando la "herencia" en materia de corrupción dejada por el ex presidente Ricardo Lagos (2000-2006). A fines del año pasado se conocieron diversas irregularidades en organismos y programas públicos, e Illanes advirtió que continuarán revelándose otras.
Para frenar el escándalo, la mandataria envió al parlamento diversas iniciativas legales de aliento a la probidad y la transparencia, también propuestas por un comité de expertos.
Son tres proyectos de ley, uno sobre acceso a la información pública, una enmienda constitucional sobre transparencia y modernización del Estado, y una reforma a la ley sobre límites a los gastos electorales y su control, cuya aprobación el Poder Ejecutivo prevé para este mismo año.
En su primer año de mandato, la jefa de Estado también tuvo graves problemas para mantener unida a la Concertación de Partidos por la Democracia, coalición de centroizquierda que la apoya y que está en el poder desde 1990.
El conglomerado oficialista está integrada por los partidos Demócrata Cristiano (PDC), Por la Democracia (PPD), Radical Social Demócrata (PRSD) y Socialista (PS).
"En la Concertación todos los partidos compiten" entre sí por cuotas de poder, explicó Cortés, lo que ocasiona constantes roces y descoordinaciones con el gobierno, el cual ya anunció que se dedicará a recomponer el vínculo con los dirigentes y parlamentarios de estas colectividades.
El último bloqueo político entre el Ejecutivo y los partidos se originó en divergencias en torno de la energía nuclear.
La mandataria se había comprometido en su campaña electoral ante dirigentes ambientalistas a excluir esta opción en la política energética del país. Pero dirigentes del PPD han presionado al gobierno para que realice estudios de factibilidad para la construcción de reactores en el territorio chileno.
Setenta por ciento de los encuestados para el sondeo de La Tercera consideran que la Concertación ha colaborado "poco" con el gobierno de Bachelet y 17 por ciento piensan que la coalición no ha contribuido en absoluto.
Mejorar el funcionamiento del nuevo sistema de transporte de la capital, inaugurado con numerosas dificultades el 10 de febrero, es otro importante desafío del actual gobierno, aseguraron los expertos de la Universidad de Chile y el Instituto Libertad y Desarrollo.
El Plan "Transantiago", iniciativa del ex presidente Lagos, partió con la promesa de mejorar la calidad de vida de los 6,5 millones de santiaguinos, pero problemas en su implementación han significado largos tiempos de espera en las paradas, autobuses llenos, atoramientos en la red de trenes metropolitanos subterráneos, protestas de la población más afectada y aumento del uso del automóvil.
El Plan "Transantiago", inspirado en el Transmilenio de Bogotá, consiste en una red de vías troncales por donde circulan autobuses articulados.
A lo largo de estas avenidas principales, existen numerosas estaciones de transbordo a las cuales arriban autobuses "alimentadores", procedentes de barrios alejados. La red del metro es considerado un recorrido "troncal".
Además de la modificación de todos los recorridos, el plan contempla un nuevo sistema de pago en los autobuses a través de una tarjeta electrónica de prepago.
En un mes de funcionamiento, el gobierno ha debido multar a algunas empresas operadoras por sacar a las calles menos autobuses de los requeridos y por no prestar el servicio con la frecuencia necesaria. Además, se han modificado recorridos y creado otros nuevos.
"Serán varios meses de aprendizaje para la gente y ajustes por parte del gobierno. Algunas cosas se han ido arreglando, pero vamos a ver cómo opera el sistema en invierno, cuando llueva y la gente tenga que hacer filas en los paraderos", advirtió a IPS Illanes.
El combate a la delincuencia —constante preocupación de la ciudadanía— y la creación de una nueva institucionalidad ambiental son otros dos tópicos que seguramente marcarán este año.
En las próximas semanas, la presidenta nombrará al primer ministro de Medio Ambiente de la historia del país. El parlamento creó el cargo en enero.
Illanes advirtió que "si el gobierno no tiene este año la capacidad de plantear una agenda propia, otros actores llenarán el vacío" con sus demandas, aumentando las probabilidades de conflictos.
"Todo esto tiene que ver con la personalidad de la presidenta, que privilegia la consulta pública y la participación ciudadana a través de comisiones. Eso tiene un mérito y un riesgo, ya que a veces hace los procesos más lentos, anárquicos, facilitando el surgimiento de agendas propias", remarcó Illanes.