MUJERES-LIBERIA: Las víctimas de siempre

Cuando Liberia se vio dividida por una cruenta guerra civil de 14 años, las víctimas fueron en su mayoría mujeres y niñas, sometidas a violencia sexual. Aunque el conflicto terminó, el problema persiste.

"No sólo son terribles las consecuencias (de la guerra civil), todavía sufridas por muchas mujeres liberianas, sino que además la violencia y las violaciones contra ellas se mantienen", señala un nuevo estudio de la organización por el desarrollo ActionAid, con sede en Sudáfrica.

La violación es el delito más común en Liberia, con un promedio de ocho casos reportados por semana, y muchos más que nunca llegan al conocimiento de las autoridades.

El estudio, titulado "El mantenimiento de paz de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) en Liberia: el compromiso internacional para abordar la violencia contra las mujeres", fue divulgado en vísperas del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este jueves, y en coincidencia con una sesión de dos semanas de la Comisión de las Naciones Unidas sobre la Situación de las Mujeres, que culminará este viernes.

Consultado si no parece irónico que los delitos sexuales sigan sin ser abatidos en Liberia tras la guerra civil, siendo éste el primer país de África con una mujer en la presidencia, el director de la oficina local de ActionAid, Ernest Gaie, dijo a IPS: "La elección de la presidenta Ellen Johnson-Sirleaf (en 2005) le ha dado a los derechos de las mujeres un perfil y una oportunidad sin precedentes".
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"La presidenta está comprometida personalmente con la lucha para afrontar el problema de las violaciones y la violencia contra las mujeres", añadió.

Sin embargo, subrayó, el sistema político liberiano, las instituciones de gobierno y la sociedad civil no pueden cambiar de un día para el otro luego de 14 años de guerra civil.

Gaie destacó, no obstante, que se han dado importantes pasos, como la introducción de una nueva ley contra las violaciones el día antes de que la presidenta asumiera.

"Pero implementarla significará transformar el disfuncional sistema de justicia, y para hacer esto el gobierno necesitará un importante apoyo político y financiero de la comunidad internacional", añadió.

La guerra civil liberiana fue desatada en 1989 por el Frente Patriótico Nacional, grupo rebelde liderado por Charles Taylor, quien entre 1997 y 2003 fue presidente del país. Taylor ahora espera un juicio en la Corte Penal Internacional de La Haya por crímenes de guerra.

En el conflicto murieron más de 200.000 personas y un millón fueron desplazadas.

Pese la firma de un acuerdo de paz hace tres años y medio entre las facciones enfrentadas, "las mujeres siguen siendo deshumanizadas de muchas maneras, y por lo general son privadas de sus derechos universales e interdependientes", dijo Gaie.

Desde septiembre de 2003, la Misión de las Naciones Unidas en Liberia (UNMIL), con 15.200 efectivos, supervisa las operaciones de mantenimiento de paz en ese país de África occidental, vigila el cumplimiento de una tregua y apoya las actividades humanitarias y en defensa de los derechos humanos.

El mandato de UNMIL concluye el 31 de marzo, pero el estudio de ActionAid recomendó que se extendiera por lo menos un año más para poder "desarrollar mecanismos de seguridad regionales, con la intención de mantener una efectiva presencia militar en el país por varios años más".

"El Consejo de Seguridad (de la ONU) debería notar que Liberia permanece en un estado frágil y debería hacer un llamado a la comunidad internacional para que provea de fondos generosos a largo plazo para la reducción de la pobreza, la construcción de la paz y la promoción de una gobernanza justa y democrática", indica el informe.

El estudio subraya que UNMIL ha jugado, y podría seguir haciéndolo, un significativo papel en abordar el problema de la violencia contra las mujeres.

También sostiene que la fuerza fue esencial para restaurar la estabilidad, la autoridad del Estado y el imperio de la ley, y por tanto, ha contribuido en forma directa a contener las violaciones y proteger a las mujeres.

La misión de la ONU también ayudó a establecer un "efectivo sistema de justicia penal para poner fin a la impunidad, disuadir y castigar las violaciones, y proveer un poco de justicia a las sobrevivientes".

Sin embargo, un informe del Consejo de Seguridad de la ONU a fines del año pasado indicó que, a pesar de un considerable mejora general, la situación de seguridad en Liberia "sigue siendo frágil y continúa sujetada a la presencia de UNMIL, ya que el nuevo servicio de policía está aún en la etapa formativa y el reclutamiento de las nuevas fuerzas armadas recién comienza".

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