HAITÍ: ONU acusada de matar civiles

La tensión y el miedo persisten en la capital de Haití tras una serie de ataques lanzados por soldados de la ONU contra bandas armadas en los barrios más pobres. Residentes acusan a las fuerzas del foro mundial de matar a civiles.

Mercius Lubin, del tugurio capitalino de Cité Soleil, dijo a IPS que en uno de los ataques, el 1 de febrero, murieron sus dos hijas.

A eso de las 11 de la noche, él y su familia dormían en el suelo por indicación de los soldados de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah, por su acrónimo en francés) y "entonces comenzaron a disparar".

"Me di cuenta de que estaba herido en un brazo, mi esposa en un pie y mis dos niñas estaban bañadas en sangre", recordó.

La Minustah fue creada por el Consejo de Seguridad en abril de 2004, por medio de la resolución 1542.

Lubin responsabilizó a esa misión de acribillar su casa y matar a sus hijas. IPS pudo ver los cuerpos de ellas, Stephanie, de 7 años, y Alexandra, de 4.

Un importante comandante de la Minustah reconoció que la fuerza de paz lanzó un operativo ese día.

Por su parte, residentes de la zona también declararon que soldados de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) habían disparado desde sus vehículos al pasar por la calle donde se encuentra la vivienda de Lubin.

Funcionarios de la Minustah, encabezada por Brasil, admitieron "daños colaterales", pero subrayaron que su presencia obedece a un pedido del gobierno del presidente René Préval para luchar contra las bandas armadas.

Por su parte, el vicerrepresentante especial de la ONU para Haití, el francés Joel Boutroue, responsabilizó el miércoles a los pandilleros por la muerte de las dos niñas.

No obstante, reconoció que, cuando el foro mundial investiga y trata de llevar la cuenta de las víctimas luego de los grandes operativos militares, no puede determinar si las personas fueron heridas por pandilleros o por la propia Minustah. "Es imposible de saber", admitió.

En particular, la ONU y del gobierno haitiano están detrás de uno de los líderes de las pandillas conocido como Evan. En las últimas semanas detuvieron a varios integrantes de su grupo.

Pero residentes y activistas de derechos humanos aseguran que muchas personas sin vínculo alguno con las bandas armadas son asesinadas, heridas o detenidas durante las redadas de la Minustah y de la policía haitiana.

En la mayor parte de Cité Soleil persiste un clima de temor. IPS pudo constatar que muchas de las casas están agujereadas, la mayoría de ellas por artillería de la Minustah, según residentes. Además, el sistema sanitario está en su gran parte destruido.

Un documento desclasificado por la embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe reveló que, durante una operación llevada a cabo en julio de 2005, la Minustah disparó 22.000 municiones en varias horas.

Según el informe, un oficial de esa fuerza de paz reconoció que "dada la endeble construcción de las viviendas en Cité Soleil y la gran cantidad de disparos, es posible que las balas hayan penetrado los edificios, golpeando objetivos no planeados".

Mientras, la organización religiosa Coalición Haitiana No Violenta y No Partidaria pretende reactivar el proceso de paz.

"Nos vimos impulsados por la desesperación de las víctimas y de los líderes en los campos de batalla de Cité Soleil", señaló Evel Fanfan, portavoz del grupo, al tiempo que reclamó "un inmediato cese del fuego".

La organización se propone trabajar junto a la Comisión Nacional de Desarme, Desmovilización y Reinserción, del gobierno de Préval, presidida por Alix Fils Aimé, para tratar de reinstaurar un ambiente de diálogo.

Una de las pandillas ya declaró su disposición a entregar las armas a cambio de una amnistía e inversiones en la comunidad.

Desde las vísperas de Navidad fue evidente que la Minustah había adoptado una postura más severa contra las bandas armadas. Algunos funcionarios señalaron que ingresaban a Cité Soleil para detener, y si era necesario matar, a pandilleros y secuestradores en el distrito Bois Neuf de ese tugurio.

Las fuerzas de la ONU lanzaron un ataque el 22 de diciembre que pasó a ser conocido como "Sin Piedad por Cité Soleil". El estruendo de las ametralladoras de la Minustah se pudieron escuchar a kilómetros de distancia, aseguraron residentes.

Cinco días después, los habitantes de Bois Neuf enterraron a 11 jóvenes que, según ellos, habían sido asesinados por la Minustah. Una gran multitud se congregó frente a los ataúdes.

Tras el derrocamiento del gobierno electo de Jean-Bertrand Aristide en 2004, cientos de activistas del Fanmi Lavalas, el partido político del ex mandatario, fueron detenidos por la administración interina, apoyada por Estados Unidos, según una investigación de la Universidad de Miami.

El último gobierno de Aristide (2001-2004), que se negó a privatizar las empresas estatales, fue objeto de un embargo por parte de las instituciones financieras internacionales a causa de sus deudas pendientes, lo que aceleró el declive económico y político del país.

Tras la expulsión del presidente, provocada por la invasión de ex integrantes del ejército desde República Dominicana, se elaboró un plan de reactivación provisional con asesoramiento del Fondo Monetario Internacional.

Pero los potenciales estímulos económicos, que aparecieron recién con la llegada al poder de Préval en 2006, se enfrentan ahora a una fuerza contraria que parece incontrolable: las bandas armadas.

"Es difícil para mí explicarles lo vivido por los residentes de Bois Neuf el 22 de diciembre, es casi inexplicable. Fue una verdadera masacre. Contabilizamos más de 60 heridos y más de 25 muertos entre bebés, niños y niñas y jóvenes", aseguró Frantz Michel Guerrier, portavoz del Comité de Notables para el Desarrollo de Cité Soleil.

Residentes y partidarios de Lavalas se mostraron contrarios a todo tipo de violencia y manifestaron sus deseos de paz. Pero fuentes cercanas al gobierno denuncian fuertes presiones para intervenir con mano dura en Cité Soleil y desalojar a los grupos armados.

La oposición a la estrategia adoptada por la Minustah en los barrios densamente poblados sigue siendo fuerte.

El 7 de febrero, con motivo del 21 aniversario de la caída de la dictadura de François "Papa Doc" Duvalier, que gobernó entre 1957 y 1971, se organizó una gran manifestación en Puerto Príncipe y otras más pequeñas en otras ciudades, todas reclamando el fin de la violencia y pidiendo se permita regresar al país a Aristide.

* Wadner Pierre y Jeb Sprague son importantes colaboradores del sitio web Haitianalisis.com.

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