La lucha antidrogas en Haití podría dar un giro a partir de este viernes, cuando se desarrolle en República Dominicana una reunión entre los presidentes de ambos países vecinos, junto a los gobernantes de otros dos Estados caribeños y de Colombia.
La Cumbre Regional sobre Droga, Seguridad y Cooperación se llevará a cabo por iniciativa del presidente haitiano René Préval, con el objetivo de fortalecer los mecanismos para combatir el narcotráfico en la región y, sobre todo, en República Dominicana y Haití, por donde pasa 15 por ciento del contrabando que llega a Estados Unidos, el principal consumidor mundial, según expertos.
Ambas naciones comparten una isla de 77.914 kilómetros cuadrados, de cuya extensión República Dominicana ocupa 48.000 kilómetros y el resto corresponde a Haití.
A Estados Unidos llegan desde esta isla cada año alrededor de 300 toneladas de marihuana, sostuvo Eduardo Gamarra, experto que presentará en la Cumbre un diagnóstico sobre las sustancias prohibidas en la región.
De la Cumbre tomarán parte también los mandatarios Leonel Fernández, de República Dominicana, y Álvaro Uribe, de Colombia, y los primeros ministros Patrick Manning, de Trinidad y Tobago, y Ralph Gonsalves, de San Vicente y las Granadinas.
Participarán asimismo el chileno José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de los Estados Americanos, y el guatemalteco Edmond Mulet, jefe de la Misión de las Naciones Unidas Para la Estabilización de Haití (Minustah).
"La Cumbre podría ayudar a reducir el flujo de drogas que llega a Haití y a toda la isla", señaló a IPS Edwin Paraison, director ejecutivo de la Fundación Zile y ex cónsul general haitiano en la República Dominicana.
En los últimos 20 años, Haití "ha estado en la mira de los organismos internacionales. Desde que se convirtió en un puente de trasbordo de drogas nadie nos quita los ojos de encima", dijo.
"Es bueno que se aúnen esfuerzos en la lucha contra las drogas, porque Haití no cuenta con recursos para hacerlo de manera independiente", dijo a IPS el secretario de la asociación de estudiantes haitianos en República Dominicana, Duhamel Louimar.
La Minustah permanece desplegada en Haití desde junio de 2004 por mandato de las Naciones Unidas, tras el derrocamiento del presidente Jean-Bertrand Aristide en febrero de ese año.
Préval llegó el miércoles a República Dominicana en medio de extremas medidas de seguridad y se encuentra hospedado en una exclusiva zona hotelera al este del país. Uribe llegará este viernes para una estadía de apenas pocas horas.
La Cumbre coincide con la campaña de Uribe para obtener la financiación estadounidense a la segunda fase del Plan Colombia antidrogas y contrainsurgente en ese país andino, primer productor mundial de cocaína y en guerra interna desde hace más de 40 años.
Por cuenta del Plan Colombia, Washington ha entregado a Bogotá unos 4.000 millones de dólares entre 2000 y 2006. El Congreso legislativo estadounidense, dominado ahora por el opositor Partido Demócrata, debe aprobar los montos propuestos por la Casa Blanca.
El Reporte sobre Estrategia Internacional Para el Control de las Drogas, divulgado por Washington el 1 de este mes, afirma que en 2005 las autoridades dominicanas decomisaron 2.230 kilogramos de cocaína, 551 kilos de marihuana y 121 de heroína.
República Dominicana "es uno de los países de mayor tránsito de drogas desde América del Sur a Estados Unidos y Europa", según el reporte, que también define a Haití como "un puente clave para los traficantes de cocaína sudamericanos a Estados Unidos y en menor grado a Europa".
Datos de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas indican que entre 1998 y 2003 las autoridades dominicanas se incautaron 8.949 kilogramos de cocaína, mientras el vecino Haití decomisaba 2.515 kilogramos de esa droga elaborada a partir de hojas de coca.
"Es oportuno que haya un mensaje claro en la lucha contra las drogas en estos países", planteó Paraison. "Habrá que dar seguimiento a las conclusiones de la Cumbre para que luego no mueran".
Haití y República Dominicana intentan coordinar e intercambiar información y técnicas en la lucha contra las drogas. A fines del año pasado, policías y militares de las dos naciones participaron en un curso auspiciado por la dominicana Dirección Nacional de Control de Drogas.
Las autoridades de los dos países han sostenido encuentros en la población fronteriza de Jimaní, a 282 kilómetros de Santo Domingo, para mejorar los controles en la zona limítrofe.