El Estado venezolano tomará en tres meses el control de toda la producción de petróleo y de las principales empresas de electricidad, anunció el presidente Hugo Chávez al promulgar la norma con la que el parlamento lo autorizó a decretar leyes sobre casi todas las áreas de la vida nacional.
Chávez quedó facultado a legislar durante año y medio sobre 11 "ámbitos", con lo que prácticamente podrá reestructurar los mapas político, económico y social del país sin pasar por el control legislativo, mientras en paralelo se prepara una reforma constitucional que terminará de abrir "la vía venezolana al socialismo del siglo XXI", según dijo.
Durante los primeros meses, mientras rija la Constitución que él impulsó en 1999, se dictarán "40, 60 o más leyes", mientras una vez reformada la carta magna se dictarán nuevas normas, dijo el jurista y parlamentario oficialista Carlos Escarrá.
Chávez tiene poderes para dictar leyes destinadas a reorientar los servicios a cargo de las instituciones del Estado, determinar la participación y control de las comunidades organizadas en los asuntos públicos, fomentar la ética y combatir la corrupción y "adaptar la legislación existente a la construcción de un nuevo modelo económico y social sustentable".
Los otros "ámbitos" en los que podrá gobernar por decreto son moneda, banca, seguros e impuestos; identificación, policía, cárceles, prisiones y lucha contra la impunidad; desarrollo de la ciencia y la tecnología, cuestiones de ambiente y biodiversidad, y ordenación territorial, con nueva distribución y ocupación de los espacios subnacionales.
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Chávez podrá legislar en materia de seguridad y defensa, infraestructura, transporte, vivienda, puertos, zonas costeras, comercio marítimo y telecomunicaciones, además de petróleo, gas y electricidad.
Los superpoderes fueron entregados a Chávez de modo unánime por la Asamblea Nacional (parlamento), cuyos 167 diputados son todos oficialistas, ya que la oposición boicoteó la elección parlamentaria de 2005 alegando falta de garantías y transparencia.
Carlos Correa, de la coalición humanitaria Foro por la Vida, comentó a IPS que la pérdida de la reserva legal por parte de la legislatura "es preocupante porque recorta o limita las posibilidades de discutir públicamente numerosas leyes y normas que tocan derechos humanos fundamentales, ciudadanos, económicos, sociales y culturales".
"Es la primera vez que se otorgan poderes para legislar sobre absolutamente todos los ámbitos de la vida nacional", recordó el dirigente opositor Teodoro Petkoff, para quien "el único antecedente de poderes tan amplios fue la ley para la protección del pueblo y del Estado, que dictó el Reichstag (parlamento) alemán para declinar todas sus facultades en el ascendente Adolfo Hitler, el 24 de marzo de 1933".
Para el dirigente democristiano Eduardo Fernández, con la nueva ley "Chávez simplemente se convierte en dictador y el parlamento en una casa de segundones que han renunciado a su trabajo".
Según el candidato derrotado por Chávez en las elecciones presidenciales de diciembre, Manuel Rosales, "estamos ante una de las tragedias políticas más grandes de la historia", y pidió "trabajar y luchar, o veremos la coronación de Hugo I, el primer rey que tendrá la sociedad venezolana".
Chávez conminó a sus adversarios "a dejar de mentir y de sembrar campañas de miedo; incluso a ellos, y a los empresarios, los invitamos a construir junto con nosotros el socialismo del siglo XXI, para el que tenemos ideas, pero no un modelo único".
Recordó que la Constitución de 1999 prevé referendos para abrogar las leyes que no gusten a sus críticos, y que la consulta podrá solicitarse al poder electoral con apenas cinco por ciento del padrón electoral, unas 800.000 firmas, mientras que el opositor Rosales cosechó más de cuatro millones de votos en los comicios de diciembre.
La promulgación de la ley habilitante este jueves dio paso a una conferencia de prensa en la que Chávez hizo largas exposiciones sobre su vocación a la vez democrática y socialista, habló de política internacional y de temas ambientales, pero en cambio se abstuvo de entrar en detalles sobre las leyes que promulgará de inmediato.
Aseguró sin embargo que sólo colocará en manos del Estado los sectores "estratégicos" de la economía y los que en razón de uso no deben estar en manos privadas: hidrocarburos, electricidad, agua potable y la empresa de telefonía básica CANTV.
La mayor parte del petróleo venezolano lo produce la corporación estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), aunque mantiene empresas mixtas, bajo su control mayoritario, con una docena de socios que operan campos "maduros" o marginales.
También hay cuatro "asociaciones estratégicas" en la sudoriental Faja Petrolífera del Orinoco, quizá el mayor depósito de hidrocarburos pesados del planeta, para producir crudo sintético liviano o mediano a partir de crudos pesados, y en las cuales Pdvsa es socio menor de trasnacionales como ConocoPhillips, Total y Chevron.
Para el próximo 1 de mayo, Pdvsa deberá tener al menos 60 por ciento de cada uno de esos negocios —que en total producen unos 600.000 de los aproximadamente tres millones de barriles diarios que extrae Venezuela—, "y estoy seguro de que seremos socios, pero si no, pueden irse", dijo Chávez.
También anunció, sin detalles, medidas como el incremento del precio de la gasolina "pero no para el transporte de pasajeros o alimentos", normas para insuflar ética y eficiencia en la administración pública y para mejorar la educación.
Insistió en la construcción del poder popular, que Chávez define como un sexto poder en la reforma de la Constitución —la que ya contempla Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral y Moral— con base en los miles de consejos comunales que surgen en las barriadas del país y hasta ahora se limitaron a solicitar y administrar obras de mejoramiento.
Las críticas de Washington a la nueva ley fueron repelidas por Chávez con la convicción de que "en Estados Unidos sí hay una dictadura, de una elite, con un presidente, un caballerito, little gentleman (sic), que debería renunciar si tuviera vergüenza, porque no tiene capacidad política ni moral para gobernar".
El miércoles, el presidente estadounidense George W. Bush se declaró "preocupado por los venezolanos, por la disminución de las instituciones democráticas, así como por los esfuerzos de nacionalización que podrían tener lugar o no. Dificultará que los venezolanos salgan de la pobreza".
También el presidente costarricense y Premio Nobel de la Paz 1987, Óscar Arias, opinó este jueves que los nuevos poderes especiales concedidos a Chávez son "una negación de la democracia".
"Hay una diferencia sencilla entre un dictador y un demócrata: si el demócrata no tiene oposición, su deber es crearla, mientras que el sueño del dictador es eliminar toda oposición", dijo Arias tras lamentar que en América del Sur "tenemos una revuelta en los últimos años, pues han vuelto a su apogeo el caudillismo y el populismo".