La elección de los presidentes de los órganos principales de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para el año 2007 hubiera pasado inadvertida como parte del ritual de la institución si no fuera por una faceta llamativa: ninguna mujer figura entre los designados.
No es que la OMC se haya caracterizado en sus 12 años de vida por ofrecer posiciones relevantes a las mujeres. Al contrario, siempre se le ha imputado una actitud heredada de su antecesor, el Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, por sus siglas en inglés), que funcionaba como un club de pocos y poderosos miembros, y sólo para hombres.
Sin embargo, se insinuó otro cariz en los últimos años. En particular, con la designación por vez primera en 2005 de una mujer, la negociadora keniata Amina Mohamed, para presidir el Consejo General, el máximo organismo de gobierno de la OMC durante los recesos de la conferencia ministerial que sesiona ordinariamente cada dos años.
Una tendencia pareció entreverse por la misma época cuando el actual director general de la OMC, el francés Pascal Lamy, propuso y obtuvo el nombramiento de la empresaria y diplomática ruandesa Valentine Sendanyoye Rugwabiza, como una de los cuatro directores generales adjuntos.
Pero las mujeres desaparecieron este año de las presidencias de los órganos dominantes en la institución que regula el sistema multilateral de comercio.
En 2006, una sola negociadora, la representante colombiana Claudia Uribe había alcanzado la presidencia de uno de esos cuerpos, en este caso del Órgano de Examen de las Políticas Comerciales. Pero en la elección realizada el miércoles ya no fue designada.
Esas evidencias dejan dudas sobre el peso de la dimensión de género en las orientaciones de la OMC. Keith Rockwell, director de información y de relaciones con los medios de comunicación de la OMC, dijo a IPS no saber si el criterio de género había sido discutido durante las consultas para la designación de los presidentes.
En términos generales, Rockwell estimó que lo que se ha procurado hacer con los nombramientos "es asegurarse de que las personas más aptas sean elegidas para hacerse cargo de cada negociación en especial", expresó el portavoz de la organización.
Rockwell recordó los casos de Mohamed y Rugwabiza si bien admitió que "no ha habido suficientes mujeres en esta organización ni tampoco en otras, cabe agregar. Y creo que los miembros de la OMC son conscientes de eso".
La sospecha de una OMC misógina se desvanece cuando de la secretaría de la organización se trata. En unas 630 personas que trabajan en funciones profesionales, técnicas y administrativas en la institución existe una relación equilibrada entre mujeres y hombres.
El portavoz sostuvo inclusive que hay más mujeres que hombres en la OMC "por un margen bastante expresivo". Sin embargo, entre los altos directivos, la presencia femenina es mucho menor, aceptó.
De todos modos, "tenemos una mujer como jefa de gabinete del director general", dijo en referencia a la española Arancha González. "Ella tiene gran autoridad", describió.
Rockwell citó igualmente los casos de dos mujeres que dirigen divisiones de la secretaría de la OMC, en alusión a la costarricense Anabel González, directora de la división de agricultura, y a la chilena Carmen Luz Guarda, directora de la división de acceso a los mercados. "Dos áreas que en este momento figuran en el centro de las negociaciones", precisó el vocero.
Desde hace ya más de seis años, la OMC está enfrascada en las trabajosas negociaciones de la Ronda de Doha, lanzadas en noviembre de 2001 en la capital de Qatar, que encuentran precisamente sus mayores obstáculos en la agricultura y el acceso a mercados para bienes industriales y servicios.
En resumen, Rockwell opinó que la OMC ha hecho progresos de género. "Pero, si me preguntan si han sido suficientes, mi respuesta es no", admitió.
La colombiana Uribe, en cambio, exterioriza apreciaciones diferentes sobre este asunto y se declara "mala interlocutora" en el tema porque "no soy amiga de la defensa de las minorías y sí soy amiga de las capacidades", manifestó a IPS.
"Vengo de un país donde las mujeres tenemos verdaderamente oportunidades. Por eso puedo hablar de forma tan suelta y desinhibida", declaró la jefa de la misión negociadora de Colombia ante la OMC.
"En mi país, si una mujer o un hombre tiene capacidades, sube. De ello soy un ejemplo. Tuve éxito exclusivamente derivado de mi acción profesional. No he sido el caso de una hija de figuras influyentes ni de políticos, pero he tenido las mejores oportunidades", insistió.
Uribe explicó que en Ginebra hay pocas mujeres jefas de misiones nacionales ante la OMC. "¿Cómo se determinaría entonces una proporcionalidad femenina si somos tan pocas?", se preguntó.
"Sé que dos negociadoras de países africanos fueron consultadas para la renovación de las presidencias. Pero las escasas mujeres que hay están muy ocupadas o no les interesan esas funciones", dedujo.
Desde esta semana y por un año, el negociador de Malasia Muhamad Noor estará a cargo de la presidencia del Consejo General de la OMC. Ese cargo corresponde cada año en forma alternativa a un representante de un país en desarrollo y de una nación industrializada. A su vez, en cada uno de esos bloques la designación se atribuye de manera rotativa por regiones.
Los demás funcionarios elegidos son el australiano Bruce Gosper, en la presidencia del Órgano de Solución de Diferencias, y Vesa Himanen, de Finlandia, en el Órgano de Examen de Políticas Comerciales.
El dinamarqués Karsten Vagn Nielsen será presidente del Consejo del Comercio de Mercancías; Trevor Clarke, de Barbados, del Consejo del Comercio de Servicios, y el nigeriano Yonov Frederick Agah, del Consejo de los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio.
Las presidencias de los comités correspondieron a Shree Baboo Chekitan Servansing, de Mauricio, en comercio y desarrollo, a Chitsaka Chipaziwa, de Zimbabwe, en restricciones por balanza de pagos, y a Tony Lynch, de Nueva Zelanda, en asuntos presupuestarios, financieros y administrativos.
El filipino Manuel Teehankee presidirá el comité de comercio y desarrollo, y el británico Julian Metcalfe, el de acuerdos comerciales regionales.
A su vez, la responsabilidad del grupo de trabajo sobre comercio, deuda y finanzas recayó en Ravi Bangar, de India, y la del grupo de trabajo sobre comercio y transferencia de tecnología, en Kwabena Baah-Duodu, de Ghana. *****
+ Lista de presidentes de los órganos de la OMC para 2007 (http://www.wto.org/spanish/news_s/pres07_s/pr466_s.htm) (FIN/IPS/pc/dcl/if wo ip pr md pn/07)