El gobierno español mostró sus diferencias con Estados Unidos, al anunciar la desclasificación de documentos respecto de vuelos de la CIA y discrepar sobre los planes para Afganistán analizados en la reunión de ministros de Defensa de la OTAN, de la que fue anfitrión.
La OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), ámbito en el que se le reconoce de modo informal pero efectivamente la "voz de mando" a Estados Unidos, finalizó este viernes su reunión de dos días en Sevilla, 600 kilómetros al sudoeste de Madrid, para discutir lineamientos generales, sin que se llegaran a cerrar acuerdos.
Pero este mismo viernes el gobierno español, presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, aprobó la desclasificación de "todos los documentos" solicitados por los Tribunales de Justicia referidos a los vuelos de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) de Estados Unidos, en los que se trasladó internacionalmente a personas detenidas de manera ilegal.
El anuncio lo efectuó la vicepresidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, al término de la reunión del Consejo de Ministros, presidida por Zapatero.
Fernández de la Vega aclaró que se desclasificarán cinco notas del español Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que están archivados con el rótulo de secreto, en las que se informa de las investigaciones realizadas de marzo de 2005 a junio de 2006 respecto del uso de los aeropuertos de Palma de Mallorca y Tenerife, en este país, para escalas y aprovisionamiento de vuelos de la CIA.
El juez Ismael Moreno pidió la desclasificación de los documentos tras los testimonios obtenidos acerca del traslado en esos vuelos de los musulmanes Khaled el Masri, Ahmed Agiza, Mohamed Al Zary, Hasam Usama, Mustafa Nasr, Bisher Al Rawi, Yamil El-Banna, Maher Arar, Muhammad Bashmila, Salah Ali Qaru, Mohamed Zammar y Binyam Mohamed al Habashi.
Esas personas habrían sido detenidas por militares estadounidenses por considerarlas "terroristas islámicos", pero sin orden judicial, sin someterlas a la justicia y violando los acuerdos jurídicos internacionales.
Fernández de la Vega manifestó en rueda de prensa, al término del Consejo de Ministros, que el Poder Ejecutivo es conciente de que debe cuidar los secretos oficiales, pero también que está asegurada "la absoluta colaboración del gobierno con las demandas del Poder Judicial que, hoy, una vez más han sido todas atendidas".
"Esto es lo que seguiremos haciendo en el futuro", añadió.
El comandante supremo de la OTAN, el general estadounidense John Craddock, presentó el jueves un informe sobre las necesidades militares de ese organismo para reforzar la seguridad en Afganistán, solicitando a los países miembros que aporten fuerzas y envíen más tropas a ese país asiático.
Días antes Zapatero anticipó la respuesta señalando que su país no enviará tropas sino que se ofrece a formar a militares afganos en España para que las Fuerzas Armadas regulares de ese país afirmen su seguridad. O sea una clara negativa a la demanda de Craddock.
España ingresó en la OTAN en 1986, después de que el 12 de marzo de ese año lo aprobara el 52,49 por ciento de quienes votaron en el referéndum convocado al respecto por el gobierno presidido entonces por el también socialista Felipe González.
El mismo González se había pronunciado contra la entrada en ese organismo en 1981, cuando el parlamento aprobó la propuesta y su formación política, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) votó en contra.
En esa oportunidad, González calificó el ingreso de "barbaridad histórica" y "tremendo error", posición que cambió cuando en diciembre de 1982 su partido ganó las elecciones y él asumió como presidente del Consejo de Ministros.
A la reunión de Sevilla asistieron delegaciones de los 26 países miembros de la alianza militar, siete del grupo denominado "Diálogo del Mediterráneo" (Marruecos, Túnez, Jordania, Argelia, Mauritania, Egipto e Israel), Rusia y Afganistán.
Craddock puntualizó que la OTAN cuenta con 32.000 soldados en Afganistán y que entre otras cosas debería sumar 4.000 combatientes, pues sus servicios de inteligencia le informaron que el movimiento islamista Talibán preparan una gran ofensiva para cuando llegue la primavera en el hemisferio norte.
La reunión de Sevilla motivó manifestaciones antibélicas de organizaciones no gubernamentales, como Casa de la Paz, En Lucha, Mujeres de Negro, Ecologistas en Acción y otras que integran el Foro Social de Sevilla.
Jorge Díaz, activista del Foro puntualizó a IPS que cada una del centenar de organizaciones que lo integran tienen objetivos propios, según sean ecologistas, sindicalistas, defensoras de derechos humanos o políticas, "pero todas comparten un objetivo: el no a la guerra, sea donde sea".
Sevilla, capital de la comunidad autónoma de Andalucía, una de las 17 que integran España, ha sido especialmente vigilada desde días antes de la reunión, con un gran despliegue aéreo, de aviones y helicópteros, así como con tropas de tierra y policías.
No obstante, no debieron intervenir, ya que no hubo interferencias externas y las marchas de los pacifistas se realizaron sin incidentes. Sólo hubo fuertes manifestaciones pero sólo en los conceptos, carteles y en las proclamas.
Entre las consignas, las más voceadas y repetidas fueron "OTAN no, bases fuera", refiriéndose a las bases estadounidenses existentes en España, "Militares, asesinos" y "Ningún ejército defiende la paz".