La detención de más de una docena de destacadas figuras políticas por parte del gobierno interino de Bangladesh, respaldado por los militares, desató una ola de protestas de varios partidos y de organizaciones de derechos humanos.
Entre los detenidos en una serie de operativos el domingo se encuentran ex ministros y legisladores de la Liga Awami, de la ex primera ministra Hasina Wajed (1996-2001), y de su rival el Partido Nacionalista de Bangladesh, de la ex primera ministra Begum Khaleda Zia, quien dejó el cargo en octubre tras cinco años de mandato.
Entre los influyentes ex parlamentarios arrestados en la redada conducida antes del amanecer se encontraba el magnate de los medios de comunicación Musaddek Ali Falu, secretario político de Khaleda Zia.
Falu dirige los canales de televisión NTV y RTV, y es propietario del diario en bengalí Amar Desh (Nuestro País).
Tras más de dos meses de disturbios en protestas realizadas por los seguidores de esos dos partidos, el presidente Iajuddin Ahmed declaró el 11 de enero el estado de emergencia, y al día siguiente Fakhruddin Ahmed se hizo cargo del gobierno.
La nueva administración, que reemplazó a un gobierno provisional que tenía la misión de supervisar las elecciones generales previstas para el 22 de enero, dispuso de inmediato un operativo nacional para apresar a empresarios y políticos corruptos, y reclamar tierras estatales ocupadas por personas influyentes.
"No habíamos visto a la policía ni al ejército detener a políticos importantes ni a ministros desde la caída del dictador (Hossein Mohammed) Ershad, en 1990", dijo a IPS Shahnaj Hossain, de Dacca.
En las últimas tres semanas, las fuerzas de seguridad, que incluyen al Ejército, los paramilitares Rifles de Bangladesh y el grupo de elite Batallón de Acción Rápida, se unieron a la policía para detener a más de 5.000 personas.
"Los allanamientos del domingo fueron los más grandes de las últimas tres semanas, cuando detuvimos a más de una docena de ex ministros y legisladores", dijo a IPS un alto funcionario.
Pero las detenciones desataron una polémica porque las personas fueron retiradas de sus hogares sin una orden judicial.
El influyente abogado Kamal Hossain señaló que los "arrestos indiscriminados" no debían centrarse en los políticos.
"No hay dudas de la necesidad de una limpieza en la clase política ni de que hay que hacer algo con los políticos considerados corruptos", dijo a IPS el editor Nurul Kabir del diario en inglés New Age, de Dacca.
"Lo que le falta a las detenciones es un proceso transparente y cargos específicos, formulados en el marco de la ley. Si los políticos corruptos terminan saliendo airosos por falta de pruebas legales adecuadas, el propósito de la economía y la política racionales habrá sido derrotado", señaló Kabir.
Entre los legisladores detenidos se encuentra Naser Rahman, hijo mayor del ex ministro de Finanzas y destacado dirigente del Partido Nacionalista de Bangladesh Saifur Rahman.
Mohammad Nasim es uno de los líderes de la Liga Awam, que tiene varios miembros presos.
"Integrantes de las fuerzas conjuntas irrumpieron en nuestra casa a eso de la una de la madrugada y le pidieron a mi esposo que los acompañara. No nos pudieron mostrar ninguna orden de arresto cuando les preguntamos por qué se lo llevaban", declaró la esposa de Nasim, Leila Akhter Bithi.
También fueron allanadas las viviendas de personalidades menos destacadas de ambos partidos, pero éstas no fueron detenidas porque, según explicaron sus familiares, la mayoría habían abandonado sus casas cuando se declaró el estado de emergencia.
Los dos partidos, durante años rivales implacables, exigieron un juicio justo para todos los detenidos.
"Lleven a los líderes políticos, arrestados por las fuerzas conjuntas en todo el país, ante un tribunal. Los involucrados deben garantizar el derecho de justicia para todos", señalaba un comunicado divulgado el domingo por el secretario general del Partido Nacionalista, Abdul Mannan Bhuiyan. "No tenemos objeciones a la detención de verdaderos criminales y personas corruptas que robaron fondos públicos. Pero le pedimos a las fuerzas conjuntas que no hostiguen a políticos inocentes sólo por desempeñarse en la política", declaró el secretario general interino de la Liga Awami, Obaidul Kader.
El escritor y científico Muhammad Zafar Iqbal sostuvo que debía castigarse a los líderes corruptos de todos los partidos políticos, no sólo a los de la Liga Awami y el Partido Nacionalista.
"Los dirigentes del Jamaat también son corruptos, pero ninguno de ellos fue detenido", señaló Iqbal. El partido islamista Jammat-e-Islami colaboró con el Partido Nacionalista durante el anterior gobierno electo.
"Las acciones de las fuerzas de seguridad deben ser transparentes. Escuchamos de las detenciones de muchas personas, pero el gobierno aún debe dar explicaciones e información acerca de su paradero", dijo a IPS Ruhin Hossain, del Partido Comunista
"Muchos de los detenidos aún no fueron conducidos ante un tribunal e incluso sus familiares no han podido verlos", señaló.
La organización de derechos humanos Odhikar (Derechos) expresó preocupación por los arrestos indiscriminados, y en su informe mensual señaló que en enero murieron 32 presos.
Según ese documento, seis detenidos fueron asesinados hasta la declaración del estado de emergencia, y al menos 24 más perecieron entre el 12 y el 31 de enero.
La organización Human Rights Watch, con sede en Nueva York, acusó a las fuerzas de seguridad de Bangladesh de realizar ejecuciones ilegales, además de las detenciones arbitrarias, en base a la información de Odhikar.
Los problemas comenzaron cuando la Liga Awami y sus aliados de una coalición de 14 partidos acusaron al Partido Nacionalista y al Jamaat-e-Islami de designar a sus partidarios y figuras polémicas en los cargos altos de la Comisión Electoral y de adulterar los registros de votación con 14 millones de nombres falsos.
Para defender sus demandas de corrección del padrón electoral y de reconstitución de la Comisión, la Liga lanzó una serie de paralizaciones y manifestaciones callejeras que pronto se tornaron violentas.
El presidente nombró el domingo por la noche a Shamsul Huda como responsable de la Comisión, mientras que el gobierno interino prometió reformar ese órgano antes de reprogramar las elecciones generales.