La mortalidad materna en Nicaragua se incrementará hasta en 65 por ciento y 50 por ciento la de los menores de cinco años, huérfanos de dichas madres, advirtió Efraín Toruño, presidente de la Sociedad de Ginecología y Obstetricia.
Esta alarmante proyección es consecuencia de la entrada en vigor este año de la ley 603 que eliminó el aborto terapéutico, luego de que dos meses atrás el parlamento derogó el artículo 165 del Código Penal, que lo permitía.
La norma fue aprobada por 24 votos de parlamentarios del Partido Liberal y 28 del Frente Sandinista de Liberación Nacional, que asumió el gobierno el miércoles.
Precisamente, la prensa local informó esta semana que la ministra alemana de Cooperación Económica y Desarrollo, Heidemarie Wieczorek-Zeul, exhortó al flamante presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a reformar esa ley, ya que a juicio países de la Unión Europea y de la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU) viola los derechos humanos de las mujeres.
La prohibición del aborto terapéutico impedirá que Nicaragua reduzca la mortalidad materna como lo establece uno de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), según médicos, organismos internacionales y activistas en favor de los derechos reproductivos.
En el informe de seguimiento de los ODM en Nicaragua 2006, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), reveló que este país centroamericano necesita "redoblar los esfuerzos para acercarse al objetivo de reducir la mortalidad materna en tres cuartas partes para 2015", como lo establecen los compromisos adoptados en 2000 por la ONU.
"El país necesita redoblar esfuerzos para cumplir sus metas, eso se ve difícil de lograr, sobre todo en algunos objetivos específicos como reducir la mortalidad materna, debido a que la ley contra el aborto terapéutico deja en mayor situación de vulnerabilidad a las mujeres de escasos recursos, que son la mayoría", dijo a IPS María Rosa Renzi, asesora económica y responsable del informe del PNUD.
Ese estudio indica que, para cumplir con la meta relativa a la salud reproductiva, Nicaragua debe reducir a 27 mujeres fallecidas por cada 100.000 nacidos vivos para 2015.
La línea de base de la mortalidad materna es 1990, cuando se registraban 91 mujeres muertas por cada 100.000 nacidos vivos. Pero en 2005, ese indicador había crecido a 121.
Estas cifras, aparentemente indicarían que se está retrocediendo, no obstante, según Renzi, podría ser que más que un aumento de mortalidad, lo que hay es un mejor registro de información.
Toruño recordó que el sindicato de ginecólogos y obstetras propusieron a la Asamblea Nacional (parlamento), dominada por diputados liberales y sandinistas, que no eliminasen la figura del aborto terapéutico, y le plantearon algunos datos para que entendiesen el problema, pero los diputados no los escucharon.
"Les dijimos que el Ministerio de Salud registra unas 144 muertes maternas anuales, y que en ese mismo lapso se atienden a 400 mujeres con embarazos ectópicos (cuando el óvulo fecundado está fuera del útero), a las cuales si no se les practica un aborto tienen un alto riesgo de morir", dijo el presidente de la asociación médica, con 50 años de existencia y más de 350 miembros.
El artículo 165 del Código Penal, que fue derogado por la ley 603 de 2006, establecía que "el aborto terapéutico será determinado científicamente con la intervención de tres facultativos por lo menos, y el consentimiento del cónyuge o pariente de la mujer para los fines legales".
Según Ana Pizarro, médica ginecóloga y activista de la organización no gubernamental (ONG) Sí Mujer, las cifras pueden ser muchos mayores que las presentadas por el PNUD y el Ministerio de Salud, y las amenazas contra la salud de las mujeres peores de las que advierte la funcionaria de la ONU.
"Nuestras redes de salud nos indican que hay un número superior de muertes maternas a las que indica el PNUD o el Ministerio de Salud, pero que no se registran porque las mujeres mueren en sus ranchos (viviendas precarias) por no tener accesos al sistema de salud", señaló a IPS.
Pizarro advirtió que al aprobarse la ley contra el aborto terapéutico se le quitó el derecho a muchas mujeres, que tienen problemas de gestación, a interrumpir el embarazo en centros de salud asépticos y profesionales, y se les condenó a hacerlo por sus propios medios y en la clandestinidad, so pena de ser sentenciadas a prisión.
El terapéutico era el único caso de interrupción del embarazo autorizado en la legislación nicaragüense.
En los demás casos, el Código Penal establece penas de cárcel para la mujer que preste su consentimiento, las cuales van de uno a cuatro años. Al entrar en vigor la ley antiaborto, toda interrupción voluntaria del embarazo queda sujeta a estas sanciones.
Por esto, Pizarro asegura que las mujeres se verán obligadas a viajar a otros países centroamericanos donde este tipo de aborto es legal.
Nicaragua junto a El Salvador, es el segundo país de la región que sanciona penalmente el aborto terapéutico.
Pero la mayor parte de las mujeres, en este país con más de 45 por ciento de sus 5,3 millones de habitantes pobres, no tienen alternativa, ya que, si no recurren a un hospital, pueden morir, si lo hacen no les practicarán el aborto terapéutico y si son intervenidas en lugares no asépticos también pueden fallecer.