El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, comenzará este miércoles un nuevo mandato sexenal tras anunciar que las reestatizaciones de grandes empresas serán las primeras «líneas de ataque» para impulsar una sociedad socialista en este país.
Chávez se propone encarar rápidas reformas económicas y sociales, para lo cual pedirá poderes especiales por un año a la Asamblea Nacional (parlamento), cuyos 167 miembros pertenecen a los partidos de la coalición de gobierno debido a que la oposición no se presentó a las elecciones de 2005 de renovación de escaños.
Las primeras empresas que serán nacionalizadas, en la práctica vueltas a estatizar, serán las del sector de energía eléctrica y de telecomunicaciones, más algunos negocios petroleros, según anunció el propio mandatario, aunque no ofreció detalles y desató por eso una ola de incertidumbre entre inversores.
La Bolsa de Valores de Caracas se desplomó este martes, con un retroceso de 18,66 por ciento en el Índice Bursátil Caracas, que bajó de 62.012 a 50.438 puntos, y luego de que preventivamente fueron excluidas de las transacciones la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (CANTV) y Electricidad de Caracas (EDC).
"Si hubiesen seguido las negociaciones, el desplome bursátil sería mayor", dijo a IPS un agente de la firma de corretaje Merinvest. "Influye tanto el anuncio de la medida como la incertidumbre acerca de su instrumentación", agregó.
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CANTV, cuyo principal propietaria es la firma estadounidense Verizon y entre los accionistas minoritarios tiene a la española Telefónica, vio caer 35 por ciento el valor de sus ADR (recibos americanos de depósito), que se cotizan en la Bolsa de Nueva York, ámbito donde también preventivamente se suspendieron las transacciones con esos papeles.
"Todo aquello que fue privatizado, nacionalícese", proclamó Chávez en un encendido discurso tras juramentar, en la víspera, al nuevo vicepresidente ejecutivo Jorge Rodríguez y a 27 ministros, una decenas de los cuales son nuevos y, en conjunto, conforman un gabinete "duro", comprometido con medidas de cambio de tinte estatista.
Para Chávez, se trata de "retomar el control de sectores estratégicos, como las comunicaciones, el agua y la electricidad". Recordó que en 1991, cuando fue privatizada CANTV, los oficiales que le acompañaron dentro de la logia militar que se sublevó en 1992 ya veían con malos ojos esa medida.
También dijo que regresará a manos del Estado los negocios con las petroleras estadounidenses Exxon-Mobil, Chevron-Texaco, Conoco-Phillips, la francesa Total, la británica British Petroleum y la noruega Statoil, para producir crudos sintéticos livianos o medianos a partir de hidrocarburos pesados de la sudoriental Faja del Orinoco. Otras medidas serán la eliminación de la autonomía del Banco Central y, en el terreno político, reformar la Constitución "para avanzar más rápido" hacia el socialismo, dar mayor poder a los consejos comunales y revisar leyes para buscar un desarrollo más equilibrado entre las distintas regiones del país. En el terreno educativo, se imponen reformas legales, dijo Chávez, "para demoler los viejos valores del egoísmo, el individualismo y el capitalismo".
Junto con anunciar las medidas, el mandatario planteó un discurso frontal contra la jerarquía de la Iglesia Católica y el secretario general de la Organización de Estados Americanos, el chileno José Miguel Insulza, tras recibir críticas por su decisión de no renovar la licencia de onda que usa desde 1953 la emisora privada Radio Caracas Televisión, de sostenida línea opositora.
Insulza "es un pendejo (estúpido), desde la p hasta la o, al pretender actuar como un virrey del imperio. Debería sentir vergüenza y renunciar", sentenció Chávez.
A los prelados católicos que han reclamado explicaciones sobre la propuesta oficialista de un "socialismo del siglo XXI", Chávez les espetó: "¿Qué yo se los explique? Vayan a estudiar, señores obispos, busquen los libros de (Carlos) Marx, de (Vladimir Ilich) Lenin, lean la Biblia".
"La pugnacidad mostrada en el discurso presidencial es un elemento que demuestra que no soporta la disidencia, un rasgo que indica que quienes sostenemos que se marcha hacia un neo-autoritaritarismo no inventamos sino que hablamos de un proyecto tangible", dijo a IPS el sociólogo Tulio Hernández.
El dirigente opositor Teodoro Petkof ha acuñado la expresión según la cual Venezuela se encamina "hacia un totalitarismo light (ligero)".
Las firmas involucradas en los anuncios de nacionalización y sus propietarios, como Verizon en el caso de CANTV y la estadounidense AES, de EDC, guardaban prudente silencio a la espera de mayores definiciones tras los anuncios de Chávez.
En Washington, el secretario (ministro) de Energía, Samuel Bodman, expresó una "fuerte preocupación" por las estatizaciones anunciadas por Chávez.
"Creo que la meta aquí es reforzar la inviolabilidad de los contratos y, al menos según lo que he leído, Chávez ha hablado de que los violaría. Podemos expresarlo en términos muy fuertes y estoy seguro de que la secretaria (de Estado de Estados Unidos, Condoleezza) Rice hará lo mismo", dijo Bodman.
El politólogo Alberto Garrido comentó a IPS que, con su discurso, "Chávez sinceró lo que está construyendo, el socialismo como forma de vida, y Venezuela se convierte en laboratorio para este nuevo concepto que, vista la importancia que el mandatario concede a la geopolítica, no será sólo nacional sino también internacional".
El Estado es dueño desde hace 30 años de la principal empresa del país, Petróleos de Venezuela (Pdvsa), una de las mayores corporaciones del Sur en desarrollo.