PENA DE MUERTE-KIRGUIZSTÁN: Otra abolición

Tras la abolición constitucional de la pena capital, el gobierno y el parlamento de Kirguizstán analizan una reformar del código penal que conmute más de 160 condenas a muerte por extensos periodos en la cárcel.

Abogados y activistas de derechos humanos aplaudieron la enmienda de la Constitución, a la que consideran más progresista en materia de pena de muerte que las de sus vecinos China, Kazajstán, Uzbekistán y Tayikistán.

La nueva carta política entró en vigor el 16 de este mes, con la firma del presidente Kurmanbek Bakiev. El parlamento la había aprobado en su última sesión del año pasado, el 30 de diciembre.

"Todos en la República de Kirguizstán tienen el derecho inalienable a la vida. Nadie puede ser privado de la vida", indica el artículo 14 de la Constitución.

Además, los reformadores eliminaron un artículo que establecía la pena de muerte para condenados por asesinato y otros crímenes como la violación de menores, presente en todas las constituciones desde la secesión de Kirghizstán de la Unión Soviética en 1991.
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"La pena de muerte ha sido abolida", anunció un portavoz del comité parlamentario de reformas judiciales en conferencia de prensa, inmediatamente después de que los diputados aprobaran la nueva constitución.

"En la Constitución no hay ni una palabra sobre la pena de muerte. Esto significa que ya no existe en Kirguizstán, ni en la ley ni en la práctica", explicó luego a IPS el presidente del Departamento de Reforma Carcelaria del Ministerio de Justicia, Marat Zhamankulov.

El presidente de una comisión creada para reformar las leyes penales, Kubat Baybolov, indicó que el próximo paso será afinar esas normas a tono con la abolición. "Hace tiempo que no hay ejecuciones en Kirguizstán, y nunca volverá a haberlas", agregó..

La fecha de la presentación del proyecto de reforma legal al parlamento es incierta. El presidente del Departamento de Justicia del gobierno, Nurbolot Kurmanov, dijo a IPS que el parlamento estaba preocupado por otros asuntos más urgentes.

Iskhak Masaliev, presidente del Comité Constitucional del parlamento, señaló a IPS que los cambios se concretarán "apenas la sociedad esté pronta".

De todos modos, todas las ejecuciones, que se cumplían mediante fusilamiento, habían sido suspendidas por la moratoria vigente desde 1998, renovada todos los años por decreto presidencial. La última renovación fue el 1 de enero de 2006.

Ningún funcionario está dispuesto a identificar al último ejecutado. La oficina de la Fiscalía del Estado informó a IPS sobre las dos últimas condenas a muerte: las de Makhmujan Ruzimetov y Byrkul Batyrov, responsabilizados del asesinato en 2005 del legislador Bayaman Erkinbayev.

La abolición de la pena capital fue objeto de una larga discusión pública. El ombudsman (defensor del pueblo) Tursunbay Bakir-uulu, el Tribunal Constitucional y el Ministerio de Justicia proponían al principio la aprobación de una ley al respecto.

"Pero fracasamos", dijo Bakir-uulu. "El parlamento rechazó tanto la idea como nuestro proyecto de ley".

"Su respuesta fue sugerir la realización de un referéndum nacional sobre la pena de muerte. Pero no podíamos aceptar esto. Esta cuestión debía ser resuelta únicamente por el parlamento", agregó.

Al parecer, Bakir-uulu temía que la ciudadanía rechazara la abolición en las urnas, según miembros de su equipo. También el presidente del Departamento de Justicia del gobierno, Nurbolot Kurmanov, también creía que un referéndum habría restablecido las ejecuciones.

Tras la abolición constitucional, la atención del público se concentra en las duras condiciones de vida en las cárceles del país.

Presos que hasta hace dos semanas esperaban la ejecución están hacinados en las cárceles subterráneas de Bishkek y Osh, de a 10 en cada celda diseñada para dos, informó la Sociedad Civil Contra la Corrupción.

La esperanza de vida detrás de rejas se reduce a la mitad del promedio nacional por la falta de atención médica y la escasez de alimentos, indicó una fuente oficial. La tuberculosis abunda y es, a menudo, un motivo de libertad anticipada.

Los prisioneros apenas sobrevivían con alimentos por un valor de unos 17 centavos de dólar por día. Esta suma alcanza apenas para comprar un kilogramo de papas.

El sistema carcelario carece de condiciones para recibir condenados a cadena perpetua, advirtió el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Kurmanbek Osmonov.

Ahora la tarea es construir nuevas prisiones y mejorar las condiciones de vida de los presos, dijo Baybolov.

El ministro Kajypov prometió destinar a las prisiones todos los excedentes presupuestarios.

"Eso significa que nada cambiará en el sistema penitenciario de Kirguizstán hasta que mejore la situación de la economía", evaluó una fuente. "La excepción fue la abolición de la pena de muerte."

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