VENEZUELA: Red porno hinca el diente en las escuelas

Autoridades de Venezuela lanzaron una ofensiva contra una red de distribución de vídeos pornográficos con actores adolescentes y grabados dentro de escuelas secundarias de esta capital.

Los vídeos se vendían libremente, junto a otros audiovisuales piratas y a un dólar el ejemplar, en centenares de puestos callejeros con que vendedores informales han atestado las principales calles y áreas peatonales del centro de Caracas y de las muy pobladas barriadas de Petare, en el este, y Catia, en el oeste.

"Hemos recogido unas 3.300 copias, pero debe haber por lo menos 70.000", dijo a periodistas este jueves Menfris París, portavoz del estatal Consejo Metropolitano de Derechos del Niño, la Niña y el Adolescente.

Las grabaciones fueron efectuadas en 14 liceos (escuelas secundarias) públicos y privados del área metropolitana en los últimos meses, utilizando muchachas y muchachos de entre 12 y 14 años, que tomaban parte en actos lascivos.

Mediante correos electrónicos, las grabaciones fueron enviadas a un destinatario todavía desconocido, quien las editaba y reproducía para su venta callejera, de acuerdo con las primeras investigaciones, señaló París.

En uno de los liceos, Andrés Bello, en el centro de la ciudad, al menos una alumna fue detectada y sancionada por participar en las grabaciones, informó la directora del plantel, Haydée Hurtado.

Una madre murió de un infarto cuando vio a su hija en uno de los vídeos, informó París.

La recolección de copias se ha efectuado con apoyo de policías y en algunos casos con la compañía de equipos de prensa, sobre áreas donde en días pasados se promovían vídeos pornográficos a plena luz del día, con aparatos de TV a la vista de transeúntes de todas las edades, según testimonios recogidos por IPS.

Una vez lanzada la operación, el miércoles, las cintas desaparecieron de los estantes. "Yo vendo solamente películas gringas (estadounidenses) y música", dijo a IPS Natalie Méndez, junto a la céntrica plaza Diego Ibarra. "Pero sí sé que varios compañeros han vendido hasta 100 de esos vídeos en un solo día".

Otro vendedor que se identificó sólo como Antonio dijo haber rechazado los vídeos "Caracas y sus adolescentes" y "Caracas y sus liceos" que le ofrecieron para la venta. "Tampoco vendo los de las autopsias, trato de ganarme la vida decentemente", agregó.

Cintas presuntamente realistas que también se venden mezcladas entre la infinidad de DVD (discos de vídeo digital) piratas muestran autopsias y cirugías a personas que han sufrido accidentes, con escenas crudas destinadas a alimentar el morbo del espectador.

Según informes recabados por las autoridades, se trata de grabaciones efectuadas en hospitales y morgues de distintos países, editadas en Colombia y reproducidas por las redes del copiado ilegal que funcionan en Venezuela.

"Lo que hay que preguntarse es quién consume", observó a IPS el psiquiatra Roberto Briceño-León, del Laboratorio de Ciencias Sociales de la Universidad Central de Venezuela. "Nuestra sociedad está tan acostumbrada a lo virtual y a la escenificación en televisión y el cine, que siente un atractivo muy fuerte por lo real".

Para mayores males, "en esta época todo puede quedar registrado, aquel famoso ojo de Dios que todo lo ve ahora se encuentra en los celulares", agregó Briceño-León.

En el caso de los vídeos sobre autopsias, "además del componente necrófilo, de admiración por la muerte, está la satisfacción de la curiosidad por entrar al recinto prohibido de la morgue donde sólo acceden médicos o policías", añadió el especialista.

"Las operaciones de decomiso continuarán, pero también campañas de concientización de los vendedores. Pero insistimos en que se trata de un tema de familia, porque no podemos tener un policía en cada casa, y a imágenes como las de los vídeos se accede por Internet", comentó a IPS Anahí Arismendi, de la fundación Caracas para los Niños.

El ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, dijo que "los responsables de delitos de esta índole son personas inescrupulosas, a quienes no les importa explotar y destruir infantes con tal de hacer dinero".

Al despacho a su cargo no le corresponden las investigaciones, pero sí hacer las denuncias ante la Fiscalía y otros órganos competentes, explicó.

Todavía no hay reportes de actuaciones sobre los mayoristas de filmaciones piratas en la plaza Diego Ibarra, rebautizada por los vendedores informales como "Ciudad Saigón", y en la cual, según denuncias de cineastas venezolanos, pueden conseguirse por encargo, en cuestión de horas, centenares de copias ilegales de cualquier filme.

La venta de productos piratas, de contrabando o peligrosos, como fuegos artificiales con explosivos, está formalmente prohibida por ordenanzas de la alcaldía de Caracas, cuya sede está a 200 metros de Ciudad Saigón.

En el trayecto entre la alcaldía y la plaza se puede comprar en algún "tarantín" (tenderete) una copia pirata de una película que las salas de cine "estrenarán" en enero. Si se camina un poco más, se puede adquirir un arsenal de fuegos artificiales, en un área dispuesta por las autoridades municipales y bajo la protección de un camión del Cuerpo de Bomberos de la capital.

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