SUDESTE ASIÁTICO: El tifón no paró a la sociedad civil

Si los grupos de la sociedad civil de Asia sudoriental necesitaban demostrar que son más fuertes que los líderes políticos, lo lograron con la ayuda de un tifón, que forzó la cancelación de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) en Filipinas.

El fracaso de la duodécima reunión de jefes de Estado y de gobierno del grupo, suspendida por el país anfitrión ante la amenaza del tifón Utor sobre la isla de Cebu, donde estaba prevista la realización del encuentro desde este lunes y hasta el miércoles, fue evidente en comparación con la determinación de los activistas a no postergar su respectiva reunión en el mismo lugar.

Este lunes, unos 300 activistas de los 10 países de la región participaron del segundo de los cuatro días de talleres sobre derechos humanos, paz, pobreza y trabajo de la Conferencia de la Sociedad Civil de la Asean en Cebu, isla 600 kilómetros al sur de Manila.

La Asean está integrada por Birmania, Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.

"La decisión de cancelar la cumbre es perjudicial. Despierta dudas sobre cuán comprometidos están los jefes de gobierno con la principal reunión de la región. Esto no hace nada bueno por la imagen del grupo", sostuvo la activista Debbie Stothard, de la Red Alternativa de la Asean para Birmania (Altsean), en conversación telefónica desde Cebu.

"La postergación de la cumbre de la Asean revela que los líderes están concentrados en su supervivencia política más que en la supervivencia del pueblo", indicó por su parte el Llamado Mundial a la Acción Contra la Pobreza (GCAP), una coalición de organizaciones no gubernamentales de más de 100 países, en una declaración divulgada en Cebu.

El GCAP es uno de los grupos que organizó discusiones sobre pobreza en Asia sudoriental durante la conferencia.

Pero el fin de semana, tras anunciar las nuevas fechas de la cumbre, para el 10 y 13 de enero, Manila seguía defendiendo las medidas preventivas adoptadas.

"Todavía creemos que tomamos la decisión correcta al considerar la seguridad de los delegados", dijo al periódico The Philippines Daily Inquirer el jefe del comité organizador de la cumbre, Marciano Paynor.

La estela de destrucción del Utor, con tres muertos, cuatro desaparecidos y cerca de 90.000 evacuados, fue mucho menor que la del tifón Durian, que había azotado el archipiélago la semana anterior, causando aludes en varias aldeas y dejando más de 1.000 muertos y desaparecidos.

Pero las autoridades de Filipinas no solo consideraron la posibilidad de que se repitiera la tragedia de Durian cuando decidieron postergar la cumbre, según los diarios locales.

Algunos periódicos manejaron la versión de supuestas alertas de parte de gobiernos de Occidente sobre ataques terroristas de grupos musulmanes.

Otros atribuyeron la decisión de Manila a un esfuerzo por prevenir posibles manifestaciones callejeras contra los gobiernos, sobre todo considerando el creciente malestar popular con la presidenta filipina Gloria Macapagal Arroyo.

La cancelación de la cumbre se produjo en momentos que los líderes de la Asean son acusados de no atender las demandas de la sociedad civil ni los principales problemas que afrontan los 550 millones de habitantes de la región.

La brecha entre los gobernantes y la realidad en los países que representan fue uno de los temas en la conferencia de activistas en Cebu. Los grupos criticaron el lema de la cumbre postergada: "Una comunidad solidaria y participativa".

"Es muy gracioso este lema. Esta región es bien conocida por tener gobiernos con historiales sombríos en materia de democracia y en los que la represión es tolerada", dijo Lidy Nacpil, coordinadora internacional de la organización Jubilee South.

En Filipinas, más de 760 izquierdistas, activistas, periodistas y sacerdotes católicos han sido asesinados por grupos paramilitares desde que comenzó el periodo de gobierno de Macapagal Arroyo, en enero de 2001.

Lo que alarma a muchos activistas es que esta violencia, avalada por una cultura de impunidad, ocurre en uno de los países considerados la esperanza democrática de la región.

"La idea de una comunidad de la Asean es una exageración de los gobiernos. No se siente en los hechos. La forma discriminatoria en que los gobiernos tratan a los pueblos de países vecinos es un indicio claro", dijo Stothard, de Altsean. ***** + ASIA ORIENTAL: Las pesadillas nucleares de China (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=39588) + Asean (http://www.aseansec.org/)

(FIN/IPS/traen-rp/mmm/rdr/ip cs/06)

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