Activistas de derechos humanos confían en que las ejecuciones extrajudiciales y otros delitos cometidos en Guatemala por grupos armados relacionados con el poder político puedan ser combatidos con eficacia a partir del acuerdo firmado entre el gobierno y la ONU.
La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), que establece crear el convenio, apoyará y fortalecerá el sistema judicial de este país, brindando asistencia técnica, promoviendo procesos penales e implementando acuerdos cooperativos con ministerios y oficinas de seguridad pública. También podrá sumar abogados propios a los procesos.
El acuerdo entre el gobierno de Óscar Berger y la ONU (Organización de las Naciones Unidas) será tratado enero en el Congreso legislativo para su ratificación.
Organizaciones de derechos humanos como la Oficina de Washington para América Latina (WOLA), Amnistía Internacional y Human Rights First, entre otras, han apoyado la iniciativa y los esfuerzos gubernamentales para hacer frente a la impunidad en Guatemala.
A comienzos de este año, Amnistía llamó a las autoridades del país a "investigar todas las amenazas y ataques contra los defensores de los derechos humanos, para llevar a la justicia a los responsables y garantizar que éstos puedan llevar a cabo su legítimo trabajo sin temor de amenazas, ataques, robo de sus investigaciones o medidas legales restrictivas".
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"En los últimos años hubo un aumento en los ataques a defensores de los derechos humanos", declaró a IPS Andrew Hudson, del Programa de Defensores de los Derechos Humanos de Human Rights First en Nueva York.
Hudson enfatizó que la Comisión será una "herramienta vital" para investigar las actividades criminales de las organizaciones ilegales, que describió como "muy poderosas".
Las amenazas y asesinatos de defensores de los derechos humanos, jueces, fiscales, periodistas y líderes sindicales y políticos han estado vinculados a estos grupos, emergentes de los 36 años de guerra civil, según Adriana Beltrán, de la no gubernamental WOLA.
Según la ONU, en Guatemala se cometen 5.000 asesinatos cada año. A causa de sus métodos coercitivos y de sus vínculos con líderes políticos, judiciales, los grupos responsables de estos crímenes no han sido investigados adecuadamente, sostienen los activistas.
"Se las han arreglado para infiltrar instituciones del Estado, con lazos con funcionarios de gobierno y policías", dijo Beltrán a IPS, refiriéndose a la red organizada de grupos ilegales. "Uno podría decir que ellos establecieron un estado paralelo", apuntó.
El acuerdo para establecer la CICIG fue firmado el 12 de este mes por el subsecretario general para Asuntos Políticos de la ONU, Ibrahim Gambari, y por el vicepresidente de Guatemala, Eduardo Stein.
"Con este acuerdo, la ONU apoya a Guatemala a consolidar la democracia y el Estado de derecho, exponiendo y desmantelando a grupos delictivos que crecieron a partir del conflicto armado interno", dijo Gambari.
La CICIG tendrá un mandato inicial de dos años y asistirá a la oficina de fiscales de Guatemala, a la Suprema Corte de Justicia y a la policía nacional civil en la investigación de actividades delictivas de grupos ilegales, armados y clandestinos.
La red de organizaciones ilegales está vinculada a actividades delictivas violentas, corrupción, narcotráfico y otros delitos organizados en el país.
A comienzos de este año, el relator especial para la Oficina de la ONU del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Philip Alston, expresó su preocupación sobre el aumento de las matanzas extrajudiciales en Guatemala.
"Ahora hay más matanzas por día de lo que hubo durante los oscuros días del conflicto civil", que terminó con acuerdos de paz intermediados por la ONU en 1996, dijo.
"La masacre de mujeres, la ejecución de individuos seleccionados por parte de elementos de la policía y el ejército, asesinatos cometidos por pandillas y vinculados a delitos, limpieza social y otros actos de violencia aleatoria crearon una difundida sensación de inseguridad entre la población", dijo Alston a la prensa en la conclusión de su visita al país en agosto.
"El desafío acordado es poner fin a la impunidad, el hecho de que quienes matan puedan evadir el castigo y no tengan razones para no continuar e incluso escalar en sus modos asesinos", puntualizó.
La CICIG estuvo en planes durante tres años. Una versión anterior del acuerdo para formar una "Comisión de la ONU para la Investigación de Grupos Ilegales y Fuerzas de Seguridad Clandestinas (Ciciacs)", como se la conoció entonces, fue redactada y firmada en 2004.
Sin embargo, el Tribunal Constitucional de Guatemala la declaró inconstitucional y no fue aprobada en el Congreso legislativo.
El acuerdo original habría dado a la propia Comisión el derecho a iniciar juicios penales en el país. Sin embargo, la Constitución mandata que tales procesos sean realizados por autoridades guatemaltecas. El acuerdo actual elimina esta disposición.
El organismo, relativamente pequeño, será presidido por un comisionado designado por el futuro nuevo secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Estará compuesto por fiscales, jueces y otros funcionarios familiarizados con los temas de derechos humanos, así como derecho penal e internacional.
La Comisión todavía no tiene presupuesto, pero es probable que requiera los millones de dólares tradicionalmente necesarios para mecanismos similares, tales como tribunales internacionales, según un funcionario de la ONU familiarizado con el acuerdo.
Se pedirá a los países que hagan compromisos voluntarios. En el pasado, Estados Unidos, la Unión Europea, Alemania y Holanda expresaron interés en la Ciciacs, según Beltrán y el funcionario de la ONU.
Se implementarán mecanismos estructurales para establecer la Comisión, un presupuesto y compromisos internacionales solamente si el Congreso guatemalteco aprueba la iniciativa.
Que el acuerdo sea aprobado por el Congreso de Guatemala es uno de los desafíos cruciales que la CICIG tiene por delante.
"Llevará mucho trabajo y mucha voluntad política de parte del gobierno, el sector privado y la sociedad civil", sostuvo Beltrán. "Pero estamos muy esperanzados".