Amenazas de independencia y grupos de universitarios asaltando edificios públicos en la central ciudad de Santa Cruz de la Sierra caracterizan el clima boliviano previo a la II Cumbre Sudamericana de Naciones que se realizará desde este viernes en la valluna ciudad de Cochabamba.
El presidente Evo Morales dijo que los mandatarios visitantes comprenderán la naturaleza de los conflictos e identificarán a sus promotores, casi intentando soslayar la huelga de hambre que sostienen un millar de personas, entre legisladores, gobernantes locales, líderes sociales y representantes de organizaciones cívicas de los cuatro departamentos que demandan autonomía: Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, en el oriente y sur del país.
Morales inauguró las actividades del Centro Internacional de Prensa horas antes del encuentro de mandatarios que comenzarán sus deliberaciones este viernes por la noche.
Hasta este jueves habían confirmado asistencia los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, Michelle Bachelet, de Chile, Nicanor Duarte, de Paraguay, Tabaré Vázquez, de Uruguay, Ronald Venetiaan, de Surinam, Alan García, de Perú, y Hugo Chávez, de Venezuela.
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, se excusó de participar del encuentro, mientras su par argentino Néstor Kirchner dejaba en suspenso su última decisión. El mandatario de Guyana, Bharrat Jagdeo, no confirmó su asistencia, mientras el de Ecuador, Alfredo Palacio, suspendió su visita alegando la proximidad del cambio de mando en su país, que será el 15 de enero.
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Así se completan los 12 países miembros de la Comunidad Sudamericana, oficialmente establecida en 2004.
"Saben los jefes de Estado, saben los pueblos, sabe el mundo, de dónde y de qué sectores vienen estos conflictos", expresó Morales unas horas antes de que un grupo de estudiantes de la estatal Universidad Autónoma Gabriel René Moreno irrumpieran con violencia y empleando armas de fuego en oficinas de la recaudadora de impuestos en Santa Cruz.
El mismo grupo, que comparte ideas con el opositor Comité Cívico Pro Santa Cruz, destruyó el miércoles parcialmente las oficinas de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de esa ciudad y golpeó a su presidente, Adalberto Rojas.
Mientras en La Paz, partidarios del oficialismo se movilizan de manera amenazante contra medios de información contrarios al gobierno, y periodistas de los canales de televisión PAT y Unitel temen que los partidarios del gobernante e izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS) reediten la toma de esas empresas de modo similar a lo acontecido con la intervención de una huelga de hambre de opositores, el martes.
Los sectores de oposición se fortalecen en torno a la demanda del derechista Poder Democrático y Social (Podemos) que exige adoptar por dos tercios de los votos los cambios al texto constitucional que discute la Asamblea Constituyente, donde el MAS consiguió aprobar el mecanismo de la mayoría absoluta, 50 por ciento más uno de los asambleístas.
El arzobispo católico de la central Cochabamba, Tito Solari, advirtió este jueves que las actitudes violentas pueden conducir a un enfrentamiento fratricida y demandó un acercamiento entre los sectores en conflicto.
Ante la insistencia de los periodistas acreditados a la Cumbre, Morales expresó que "siempre hay obstáculos" en el camino de las transformaciones porque existen grupos que defienden sus privilegios.
El mandatario garantizó la realización normal de la Cumbre y la proclamó piedra fundamental de la construcción de la Comunidad Sudamericana.
Hasta este jueves, la ciudad de Cochabamba —-nombre derivado de la palabra quechua "Khocha Pampa" (planicie con aguas)— a una altura de 2.650 metros sobre el nivel del mar, permanecía pasiva, y la huelga de hambre más próxima estaba instalada en un recinto religioso a un kilómetro de la sede de las deliberaciones.
El prefecto del departamento de Cochabamba, ex capitán de ejército Manfred Reyes Villa, aceptó sumarse a la tregua y prefirió postergar su adhesión a la huelga de hambre que cumplen sus pares de Santa Cruz, Pando y Tarija.
La agenda de la II Cumbre Sudamericana de Naciones tiene particular importancia para Bolivia porque en su ámbito se celebrará una reunión entre Morales y la presidenta de Chile, Bachelet.
El histórico enclaustramiento marítimo boliviano, la integración energética y la cooperación bilateral serán tratados de forma privada entre ambos jefes de Estado, declaró el cónsul general de Chile en Bolivia, Roberto Ibarra.
Mientras esto sucedía en Cochabamba, en La Paz el líder de Podemos, Jorge Quiroga, remitía una carta a Morales con la propuesta de garantizar la unidad del país en función del respeto a los dos tercios, el uso transparente de los recursos fiscales de la explotación de los hidrocarburos y un interés constructivo en fortalecer a la democracia.
Pero la magnitud del vandalismo en Santa Cruz obligó al arzobispo de esa ciudad, cardenal Julio Terrazas, a pronunciar un improvisado mensaje de reflexión: Debe respetarse a los que piensan diferente porque en política nadie tiene la verdad.
