FIJI: Militares consolidan su poder

El comandante militar Frank Bainimarama consolida su poder en Fiji desde que derrocó al gobierno el 5 de este mes, a pesar de la fuerte presión internacional. Su primer desafío es recuperar la economía para granjear apoyo popular.

Los tres golpes de Estado ocurridos en este país en los últimos 20 años fueron contra gobiernos dominados por la comunidad india, en tanto que el de Bainimarama estuvo dirigido contra un primer ministro indígena fijiano, Laisenia Qarase, acusado de corrupción y racismo.

El principal temor de los militares era que los partidarios del primer ministro respondieran con violencia. Pero con Qarase exiliado en su isla natal, en la provincia de Lau, y bajo vigilancia militar para que no regrese a la capital, esa amenaza habría sido neutralizada.

Qarase parece haber aceptado a regañadientes que su regreso al poder en el corto plazo es algo improbable. El primer ministro dijo a la televisión nacional la semana pasada que ahora se abocará a fortalecer a su pro-indio Partido Soqosoqo Duavata ni Leweni Vanua para las próximas elecciones, que espera se realicen dentro de dos años.

Los 3.000 miembros de las Fuerzas Armadas, 95 por ciento de los cuales son indígenas fijianos, resistieron también los intentos de ser divididos por jefes leales a Qarase.
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Al menos dos influyentes jefes provinciales llamaron a sus hombres en el ejército a entregar las armas, regresar a sus aldeas y no obedecer las órdenes de Bainimarama. Pero estos llamados hasta ahora han sido inútiles.

Mientras, algunos grupos indígenas y nacionalistas han apoyado al militar golpista. La semana pasada, el ejército aceptó un pedido de disculpas hecho por un grupo de aldeanos de Nabukavesi, por haber apoyado el golpe de 2000, orquestado por el empresario George Speight.

Bainimarama apenas escapó a un intento de asesinato perpetrado por partidarios de Speight en el ejército, que se amotinaron en noviembre de 2000.

Una de las mayores quejas de Bainimarama contra el gobierno de Qarase es el apoyo y la protección que brindó a algunos de los responsables del golpe de 2000 y del motín militar ese mismo año.

En otra señal de que los grupos indígenas están aceptando la autoridad de Bainimarama, el ultranacionalista Partido de la Alianza Conservadora anunció que no podía cambiar lo que estaba ocurriendo.

Este grupo está alineado políticamente con Speight, quien cumple una pena de cadena perpetua por traición.

El partido llamó a los militares a impedir que Qarase vuelva a la capital. El portavoz de esa fuerza política, Ropate Sivo, señaló que el primer ministro no debía cuestionar la legalidad de la "limpieza" que llevan a cabo los militares, ya que el país está atravesando difíciles momentos.

Los militares realizaron purgas en varias oficinas públicas, expulsando a los leales a Qarase y colocando en su lugar a simpatizantes de Bainimarama.

La policía aceptó a un nuevo comisionado, mientras que la Comisión de Derechos Humanos de Fiji aprobó la designación por parte de los militares de un nuevo ombudsman, aunque varios grupos de la sociedad civil calificaron los nombramientos de inconstitucionales.

Los militares aseguraron que 400 personas se han postulado para ocupar cargos en la administración interna que pretenden formar.

En una medida que parece destinada a ganar apoyo público, el primer ministro interino designado por los militares, Jona Senilagakali, anunció la cancelación del impopular incremento de 2,5 por ciento de los impuestos a las ventas ordenado por el gobierno de Qarase. El aumento elevaba el tributo a 15 por ciento.

Por ahora, la estabilidad interna ha sido asegurada, pero el mayor desafío es detener la caída de la economía. La masiva pérdida de empleos podría causar un malestar general de la población contra el nuevo gobierno.

El ex primer ministro y líder del Partido Laborista de Fiji, Mahendra Chaudhry, expresó preocupación por lo que considera un rápido deterioro de la situación económica y social del país.

"La economía, que ya era frágil, está ahora al borde del colapso y se necesitan medidas urgentes para detener nuevas caídas e impedir así la pérdida de empleos y la angustia social que esto genera", señaló Chaudhry, cuyo gobierno fue depuesto en mayo de 2000 tras un año en el poder.

El profesor de economía Biman Prasad, pronosticó que el déficit presupuestal de Fiji pasará de dos a cuatro o cinco por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2007.

"Debido a un incremento en el gasto militar y a una disminución de la actividad económica, el crecimiento del PIB es posible que alcance niveles negativos en vez de la proyección de 2,6 por ciento hecha antes del golpe", dijo a IPS.

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