FIJI: La confusión reina tras golpe militar

La confusión reina este martes en Fiji luego de que el ejército anunció haber tomado control del gobierno y detenido al primer ministro Laisenia Qarase, mientras el presidente Ratu Josefa Iloilo se niega a apoyar las acciones del comandante de las Fuerzas Militares, Frank Bainimarama.

"Los militares tomaron el gobierno, tienen autoridad ejecutiva y están administrando el país", dijo Bainimarama en conferencia de prensa este martes, y explicó que había asumido los poderes presidenciales para remover a Qarase.

Sin embargo, el presidente Ratu Josefa aclaró en una declaración que "ni consiente ni apoya" las acciones de Bainimarama, a las que repudió por estar "claramente por fuera de la Constitución, en oposición al imperio de la ley y a los ideales democráticos".

En sus primeras declaraciones desde que la crisis política fijiana se agravó esta semana, el presidente señaló que los militares habían actuado contrariamente a sus deseos, que consistían en hallar una solución dentro de los límites de la ley.

El presidente aseguró que se mantendrá en el cargo "para preservar cierta apariencia de continuidad, mientras sigue de cerca la situación".
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Bainimarama prometió devolver pronto los poderes presidenciales a Ratu Josefa, para que éste designe un gobierno interino.

Poco antes, Qarase había informado que había recibido un pedido de la oficina de la Presidencia para que aceptara las demandas de los militares o renunciara.

"Sé lo que él (Ratu Josefa) quiere de mí, y no estoy de acuerdo con aceptar todas las demandas militares o renunciar. No puedo hacer ninguna de las dos cosas", dijo el primer ministro a Radio New Zealand International.

Pero, en la declaración, Ratu Josefa claramente se distanció de los militares y de las demandas de Bainimarama.

Entre otras cosas, el líder militar pide la anulación de unos polémicos proyectos de ley sobre derechos de tierras que dan prioridad a los indígenas fijianos sobre los habitantes de origen indio, que constituyen la mitad de la población.

Qarase ofreció suspender los proyectos, pero señaló que no aceptaría demandas que estuvieran fuera de la ley.

En este archipiélago de Oceanía, con 900.000 habitantes, se han suscitado diferencias entre los indígenas fijianos y otros grupos raciales, el mayor de los cuales está constituido por los descendientes de trabajadores indios traídos en el pasado por los colonialistas británicos.

El sitio web independiente Fijilive.com informó que los militares parecían determinados a arrestar a ministros y a otros funcionarios clave del gobierno y recluirlos en la prisión de la Isla de Nukulau, donde se encuentra el líder del golpe de Estado de 2000, George Speight.

El comandante de la Fuerza Terrestre, Pita Driti, dijo al portal que los ministros serían llevados a Nukulau, y que sólo esperaba las órdenes de Bainimarama en relación al primer ministro.

Mientras, la primera ministra de Nueva Zelanda, Helen Clarke, dijo que la Constitución de Fiji solo permitía al presidente remover al primer ministro si éste había perdido la confianza del parlamento.

"El gobierno de Qarase fue debidamente electo por el pueblo", subrayó Clark, y aclaró que una nueva administración sería considerada ilegal.

Bainimarama se enfrenta desde hace meses al gobierno fijiano, al que acusa de corrupción y de proteger a los conspiradores del golpe de 2000, realizado en nombre de los derechos de la población aborigen.

Una orden presidencial prepararía el camino para la formación de una administración interina y legitimaría el golpe militar que había comenzado a gestarse el lunes, cuando soldados desarmaron a la policía y establecieron varios puestos de vigilancia en Suva.

Este martes por la mañana, los militares incautaron vehículos oficiales y rodearon la residencia de Qarase, donde se encontraba reunido con algunos de sus ministros.

El primer ministro se mantuvo desafiante, pero admitió que tenía pocas alternativas. "No he reconocido una derrota, pero me quedan pocas opciones", dijo al sitio Fijilive.com.

"Está ocurriendo un golpe. Estrangularon la fuerza policial y la neutralizaron en términos de armas y municiones, y ahora estrangulan al gobierno", afirmó.

El principal diario del país, The Fiji Times, y el único canal de televisión, Fiji TV, suspendieron sus operaciones luego de los intentos de los golpistas de censurar sus informativos.

Los militares prohibieron a estos medios difundir "propaganda" contra el nuevo gobierno

Aunque el golpe militar se anticipaba, muchos se vieron sorprendidos este martes.

"Esto estaba destinado a ocurrir. Sólo espero que no haya derramamiento de sangre ni pérdida de vidas, y que nos recuperemos de estos acontecimientos desgraciados lo antes posible", sostuvo Shiri Ram, diseñador y editor de una revista de Suva.

Pese a todo, la mayoría de los negocios del país permanecieron abiertos este martes y los habitantes procuran continuar con normalidad sus actividades.

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