La ETA se encuentra ante la alternativa de abandonar las armas y dialogar con el gobierno de España o afrontar el creciente rechazo que ya recibe de todo el pueblo de esta nación, incluido el vasco.
Así lo señalaron Francisca Sauquillo, diputada socialista en el Parlamento Europeo y presidenta del Movimiento por la Libertad, el Desarme y la Libertad, y el decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Complutense de Madrid, Patxi Aldecoa, al presentar este jueves un suplemento especial sobre el tema de la revista Tiempo de Paz.
El trabajo se titula "Alto el fuego permanente, una oportunidad" y fue presentado en un acto celebrado en Vitoria, la capital de la Comunidad Autónoma del País Vasco.
ETA (Euskadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en vascuence) anunció un "alto el fuego permanente" el 24 de marzo y el jefe del gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, fue autorizado por el Parlamento en mayo de 2005 a negociar con ese grupo siempre y cuando previamente renunciase al uso de la violencia. Esa renuncia todavía no se produjo.
Aldecoa, sociólogo vasco, dijo a IPS que "la paz es posible porque el rechazo a la violencia y el apoyo al proceso pacificador tiene el respaldo de 90 por ciento de los ciudadanos vascos, según todas las encuestas realizadas".
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Por su parte, Sauquillo expresó a IPS que las amplias competencias de gobierno autónomo que tiene el País Vasco, el reconocimiento del bilingüismo y la represión del terrorismo sin vulnerar la ley "han debilitado las trampas ideológicas hasta ahora planteadas para mantener la violencia".
Agregó que "ha sido la propia sociedad vasca la que ha puesto en fuera de juego a los violentos, la que les ha dicho que no quiere ser ayudada usando la violencia".
Un conjunto de circunstancias permiten decir "esta vez se puede y hay que intentarlo a fondo", sostuvo la diputada, cuyo hermano Francisco Javier Sauquillo fue asesinado por un grupo ultraderechista en marzo de 1977 en Madrid, junto con otros cuatro abogados de un despacho laboralista vinculado al entonces ilegal Partido Comunista.
Para ello considera vital que la renuncia a las armas sea definitiva y no "permanente o indefinida" porque esto último deja abierta la puerta a la reanudación de la violencia. ETA lleva nueve meses sin perpetrar atentados y tres años sin matar a nadie, aunque las fuerzas de seguridad siguen deteniendo a sus miembros y secuestrándole armas y explosivos.
Sauquillo se refirió también a la posición de las víctimas, cuyas asociaciones rechazan que a cambio de la paz se libere a presos etarras o que se reduzcan sus penas.
Aludiendo a la posición del centroderechista Partido Popular (PP), que critica la posición de Zapatero invocando el derecho de las víctimas, la diputada se pronunció contra el intento de manipular a las mismas o de darles protagonismo en la negociación.
"No es fácil hablar ante los ojos de una viuda o ante el cuerpo mutilado de una joven, pero hay que avanzar, desde luego teniendo en cuenta a las víctimas, pero buscando que de una vez por todas ETA abandone las armas y podamos vivir en paz", puntualizó.
Muy negativa considera también la posición de Batasuna, el ilegalizado brazo político de ETA, que ha vuelto a criticar la posición de Zapatero en el proceso pacificador.
En Batasuna "hay mucha palabrería, mensajes encriptados para su propio consumo, exigencias, amenazas, agitación. De todo menos algo muy sencillo: rechazar la violencia como arma política y aceptar los procedimientos democráticos", añadió.
A ese respecto se refirió este jueves Pernando Barrena, dirigente de Batasuna, quien manifestó que el proceso de paz "está en vía muerta y hoy por hoy no tiene posibilidades de avance", ello debido a "las maneras de actuar del (gobernante) Partido Socialista (Obrero Español)".
Barrena, en una rueda de prensa celebrada en la ciudad navarra de Pamplona, acusó al socialismo, liderado por Zapatero, de intentar "imponer un modelo de proceso en el que sólo la parte contraria cede posiciones".
En su opinión, "este proceso no es negociado" porque el gobierno mantiene la política penitenciaria vigente desde que se aprobó la Constitución, en 1978, y no planteó la legalización de Batasuna (Unidad en vascuence).
Ese partido fue ilegalizado en 2003 por el Tribunal Supremo de Justicia, por considerar probado que es "un hecho instrumental" de ETA y que forma parte de ese grupo.
Zapatero manifestó su disposición a aprobar la legalización de Batasuna, con cuyos dirigentes han dialogado representantes socialistas en los últimos meses de manera informal. Pero ello siempre y cuando ese partido condene expresamente la violencia y ETA abandone las armas.
Sobre la ilegalización o no de Batasuna, según un comunicado que aparece en la revista presentada este jueves, el Congreso de la Asociación Jueces para la Democracia abrió la puerta. Allí se señala que es obvio que el juez debe cumplir la ley, pero también "que todo texto legal ofrece márgenes inevitables y a veces importantes a la interpretación".
Por ello, consideran que "situaciones como la actual reclaman del juez un ejercicio consciente y motivado de su función que, tutelando los derechos fundamentales de todos, y muy atento a la realidad, contribuya a la superación de la fractura social".
En ese plan manifiestan tener "legítima y fundada esperanza en el proceso iniciado y apoya decididamente todas las iniciativas constitucionalmente válidas encaminadas a conseguir la necesaria calidad de vida civil y de convivencia democrática".
En otro artículo, el presidente de la asociación de empresarios vascos, Alejandro Echevarría, manifiesta la misma esperanza, pero también precaución, porque, si por un lado la paz precisa de la renuncia definitiva a cualquier signo de violencia, por otra parte está una organización terrorista acostumbrada al permanente chantaje coactivo y a la continua restricción de las libertades ajenas".
