Bolivia, Colombia y Ecuador recibieron complacidos la aprobación en el Congreso legislativo estadounidense de la extensión de las preferencias comerciales para los países andinos por otros seis meses, y ahora se disponen a buscar un acuerdo de largo plazo.
La canciller de Colombia, María Consuelo Araújo, el ministro de Comercio Exterior de Ecuador, Tomás Peribonio, y el ministro de Hacienda de Bolivia, Luis Arce, expresaron a IPS su satisfacción por la renovación de la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la Droga (Atpdea, por sus siglas en inglés), que permitirá mantener el nivel de exportaciones a Estados Unidos exento de aranceles.
Esta ley, vigente desde 2002, exonera de aranceles a productos bolivianos, colombianos, ecuatorianos y peruanos para su ingreso al mercado estadounidense, a cambio de políticas antidrogas de esas naciones andinas.
"Estamos muy satisfechos de que el gobierno de Estados Unidos haya concedido la extensión del sistema de preferencias que significa tanto para nuestros sectores productivos", dijo la canciller colombiana en la central ciudad boliviana de Cochabamba, donde participó en representación del presidente Álvaro Uribe de la II Cumbre de la Comunidad Sudamericana de Naciones.
Araújo destacó la decisión del Congreso estadounidense de aprobar la extensión de las preferencias para todos los países andinos y desechar una moción que beneficiaba sólo a Colombia y a Perú, naciones que firmaron acuerdos bilaterales de libre comercio con Washington.
Se trata de un reconocimiento a la lucha antidroga, pero se debe pensar en un plan inmediato para ampliar el acuerdo para los próximos dos años, señaló por su parte Peribonio.
"Teníamos la misión de evitar la pérdida de puestos de trabajo y hoy lo hemos logrado", dijo el ministro ecuatoriano, quien estima en 2,5 millones el número de empleos que se asocia a la producción de bienes que ingresan en el mercado estadounidense, liberados del pago de aranceles.
Setenta y seis por ciento de los productos andinos exportados a Estados Unidos corresponden a Colombia y Ecuador, mientras el 24 por ciento restante se distribuye entre Bolivia y Perú, según datos de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
Pero Peribonio admitió que la dependencia de la Atpdea es altamente riesgosa, y apoyó la iniciativa del presidente boliviano Evo Morales para fortalecer las relaciones comerciales en América del Sur de forma de absorber las exportaciones que quedarían sin compradores en caso de una suspensión de las preferencias arancelaria.
La ampliación de la Atpdea fue aprobada en la madrugada de este sábado en el Senado estadounidense por 79 votos contra nueve. La Cámara de Representantes había hecho lo propio el viernes, por 212 votos contra 184.
Un portavoz del Congreso estadounidense explicó que la ampliación es un incentivo para incorporar a Bolivia y Ecuador en negociaciones por acuerdos de libre comercio.
El ministro boliviano Arce atribuyó el resultado favorable a la reciente presentación de un plan comercial alternativo ante el gobierno de Washington.
La aplicación de las ventajas de la Atpdea permitió a Bolivia la creación de 80.000 empleos en el sector manufacturero y hasta 250.000 empleos indirectos relacionados con la provisión de materia prima y servicios.
Arce subrayó que una delegación boliviana encabezada por el vicepresidente Álvaro García Linera reactivó en septiembre las negociaciones con Washington y presentó una propuesta comercial orientada a garantizar la ampliación de las preferencias comerciales.
El presidente Evo Morales expresó en reiteradas oportunidades que Bolivia no está de acuerdo con un tratado de libre comercio. Su ministro de Hacienda justificó esta posición, y explicó que la fuerza productiva de este país de 9,6 millones de habitantes no es competitiva frente a la de Estados Unidos.
"Abrir las fronteras significaría matar la escasa producción", declaró.