El níquel conservó este año el primer lugar en las exportaciones de Cuba, ayudado por precios sin precedentes en el mercado internacional, aunque la producción quedó por debajo de las aspiraciones gubernamentales.
Al cerrar las cuentas de 2006, este estratégico mineral aumentó su precio 157 por ciento respecto del periodo anterior, con cotizaciones que en la actualidad sobrepasan en promedio los 30.000 dólares la tonelada, con un récord el 15 de este mes en el mercado de Londres de 34.800 dólares.
Pero los expertos comenzaron a advertir que las previsiones para 2007 de enlentecimiento de la economía de Estados Unidos y las mayores existencias de níquel en el mercado mundial pueden afectar esta bonanza de precios y presionar a la baja en futuro próximo.
El mineral constituye desde 2000 el primer rubro de exportación tradicional de Cuba y en 2005 volvió a clasificar, junto a los servicios y el sector biotecnológico, entre las principales fuentes de ingreso de divisas del país.
Sin embargo, un déficit estimado en unas 3.000 toneladas anunciado por la firma canadiense Sherrit Internacional en una planta que opera en sociedad con el Estado de Cuba habría frustrado el propósito de cerrar este año con una producción de 76.700 toneladas, total que hubiera significado un discreto aumento del volumen respecto del año pasado 2005.
Un informe emitido por Moa-Níquel (antigua Pedro Soto Alba), la empresa mixta creada por esa asociación cubano-canadiense, indicaba que se deberá restar esa cantidad de las 33.000 toneladas de producción que se habían previsto para este año, debido a "cuellos de botella" en el proceso productivo, al parecer durante el primer semestre.
"Por ahora, los buenos precios compensan esa baja de producción", comentó a IPS un investigador cubano que evitó ser identificado. La producción de níquel sin refinar en este país en 2005 ascendió a 75.900 toneladas, igual cantidad que en 2004, y para este año que finaliza se previó un muy modesto incremento de 1,1 por ciento.
Teniendo en cuenta la curva ascendente de los precios en el mercado internacional, donde ya en 2000 cruzaban los 20.000 dólares la tonelada, el gobierno cubano diseñó un vasto plan para aumentar progresivamente su producción.
En ese contexto, el pasado año llegó a un acuerdo con Sherrit Internacional para la ampliación de planta Moa-Níquel y la renovación tecnológica de una refinería en Canadá, a partir de un capital compartido de ambos socios superior a los 500 millones de dólares.
El proyecto debía elevar hacia 2008 en 16.000 toneladas la producción actual de la firma cubano-canadiense, cuyos activos incluyen la planta productora en la oriental provincia de Holguín, la refinería de Fort Saskatchewan, en la sudoccidental provincia canadiense de Alberta y una corporación comercializadora en Bahamas.
Sin embargo, la propia Sherrit anunció que sus planes para aumentar la capacidad de la ex Soto Alba sufrieron un reordenamiento escalonado de 4.000 toneladas para 2008, unas 9.000 en 2009 y 3.000 en 2011.
Las otras dos plantas, a cargo del ente estatal Unión del Níquel, son René Ramos Latour y Ernesto Che Guevara, que trabajaron en 2005 a toda capacidad, según afirmaron fuentes del sector consultadas por IPS.
Cuba posee importantes cantidades de níquel y cobalto, concentradas en Moa y Nicaro, en la provincia de Holguín.
Las reservas probadas de níquel se estiman en 800 millones de toneladas y la probables en 2.000 millones de toneladas, mientas que las de cobalto equivalen a 26 por ciento de las reservas mundiales. Datos oficiales estiman que la capacidad potencial de procesamiento de este último metal es de unas 70.000 toneladas anuales, distribuida en las tres plantas productoras.
Los planes de expansión de la industria abarcan la construcción de una planta de ferroníquel, un compuesto de hierro y níquel utilizado casi exclusivamente para la fabricación de acero inoxidable, acordada con China en 2005, cuando el presidente de ese país, Hu Jintao, visitó La Habana.
Para esa fábrica, ubicada en el propio municipio de Moa, se prevé una producción de 68.000 toneladas anuales de esa aleación de níquel. Con una concepción de entidad mixta, la parte cubana conservaría 51 por ciento del paquete accionario y el resto correspondería al grupo chino Minmetals.
Una quinta industria, también con inversiones de China, encargada de elevar la producción nacional de níquel a 120.000 toneladas en años venideros, estaría ubicada próxima a los yacimientos de San Felipe, en la provincia de Camaguey, también al este de La Habana.
Esta nueva empresa dispondría de más 1.000 millones de dólares aportados por la parte china, según recogen los acuerdos suscritos durante la visita de Hu.
Sin entrar en detalles, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo el 14 de este mes en Caracas que su país y La Habana proyectan fabricar acero inoxidable con el hierro de su país y el níquel cubano.
Se calcula que China consume actualmente la mitad de la producción cubana de níquel y según especialistas sería capaz de absorber también el otro 50 por ciento, pues constituye el principal productor de acero del mundo, con una industria que aún no alcanza toda su expansión.
Expertos consideran que mientras llega el añorado momento de encontrar los yacimientos de petróleo en la zona cubana del golfo de México, en cuya búsqueda está involucrada también China, el níquel se ha convertido en un importante garante de los préstamos hechos por Beijing a La Habana en los últimos años.
El gigante asiático es el segundo mayor socio comercial de Cuba, después de Venezuela, con un intercambio que ya sobrepasó los 1.000 millones de dólares en 2006 y está otorgando a la isla importantes cantidades en créditos blandos.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos de América, (U.S. Geological Survey), la producción mundial de níquel alcanzó un millón y medio de toneladas en 2005.
Rusia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Noruega y Cuba figuran entre los primeros productores mundiales de níquel, uno de los principales metales no ferrosos, con propiedades adecuadas para diversos procesos industriales.
Se estima que la elaboración de acero inoxidable absorbe 60 por ciento de la producción total de este metal, usado también en las industrias química, petroquímica, electrónica, aeroespacial y automovilística, entre otras.