DESAFÍOS 2006-2007: La UE alcanza los Balcanes

Doce años de continuas reformas permitirán finalmente que, el 1 de enero de 2007, Bulgaria y Rumania se conviertan en los últimos y más pobres miembros de la Unión Europea (UE), en medio de un creciente escepticismo sobre la ampliación del bloque.

La transición de estos dos países desde el socialismo estuvo marcada por crisis financieras e inestabilidad política, así como por el impacto de la guerra que desintegró a la antigua Yugoslavia en los años 90 y que afectó el comercio y el clima de inversiones en la región.

Giles Merritt, director del centro académico Amigos de Europa, con sede en Bruselas, sostuvo que el ingreso de los dos países a la UE es "la mejor póliza de seguros contra una reincidencia en la inestabilidad de los Balcanes", aunque reconoció que "en ojos de gran parte de la opinión pública, Bulgaria y Rumania no parecen estar preparados".

Para Merrit, el mayor desafío será "combatir la percepción de que este proceso ha sido impulsado demasiado lejos y demasiado rápido".

En la ampliación de la UE de 2004, muchos temían que con el ingreso de República Checa, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta y Polonia, Europa occidental sufriría una gran avalancha de inmigrantes desde el este. Temores similares surgen ahora.
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Rumania, un país de origen latino de 22 millones de habitantes, y Bulgaria, nación eslava con 7,7 millones de personas, originalmente se iban a sumar al bloque también en 2004 con el resto de los países de Europa del Este y Central (EEC), pero su más lento proceso de reformas hizo que la UE prolongara las negociaciones.

El director del Centro Información Rumana en Bruselas, Andrei Tarnea, está convencido de que la nueva ampliación será beneficiosa. "Repetirá el éxito de las anteriores, si no a nivel de la opinión pública, sí en términos prácticos", dijo a IPS.

A pesar de las preocupaciones del público, el enfoque de la UE sobre su ampliación ha evolucionado desde 2004. El criterio para permitir el acceso de un país al bloque se ha actualizado en forma permanente según el desarrollo de los candidatos.

La Comisión Europea, órgano ejecutivo del bloque, liderada por José Manuel Durao Barroso desde 2004, demanda a los países no sólo la adopción de una nueva legislación, sino también su puesta en práctica.

Bruselas incrementó sus exigencias tras constatar que la condición de candidato al bloque es más propicia para las reformas que la propia membresía.

El sistema judicial búlgaro fue objeto de constantes críticas, así como el fracaso del país en controlar el crimen organizado y la corrupción. También hubo preocupación por la propagada corrupción rumana, la mala protección al consumidor y la existencia de empresas estratégicas subsidiadas.

Pero Tarnea teme que la UE esté mostrando "una falta de afinidad con las particularidades de Europa oriental".

"A veces me pregunto si Occidente sólo los acusa por su reciente pasado comunista, dejándolos a un lado como irrelevantes", dijo a IPS.

Mientras que Occidente habla de "fatiga de ampliación" para referirse a la preocupación institucional y de la opinión pública por al recepción de los nuevos miembros de la UE, causada principalmente por lo que Tarnea llama "pobres habilidades comunicativas" de Europa, en los países candidatos y en los miembros nuevos muchos ciudadanos están hartos de las reformas.

Exigidas por la UE y presentadas por los gobiernos como algo inevitable, las reformas rara vez fueron objeto de debate o cuestionadas por los políticos o el público. Sin embargo, ciudadanos en los países de CEE esperaban que la UE rápidamente les diera a cambio riqueza y prosperidad.

Pero los cambios no se produjeron de la noche a la mañana, dejando a muchos con un sentimiento de desilusión e impotencia, que en Bulgaria fue exacerbado por algunos políticos, dijo a IPS el politólogo búlgaro Svetlozar Andreev, del español Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.

"La falta de confianza se acentuó por el hecho de que el gobierno está anunciando altas tasas de crecimiento económico, mientras los salarios y las pensiones crecen muy lento", señaló.

Como consecuencia, Andreev cree que los búlgaros "se retiraron de la política", pero con una importante lección: "Los búlgaros aprendemos rápido. Aprendimos de la experiencia de los países de CEE que no debemos esperar mucho de la membresía de la UE, especialmente en el corto plazo", afirmó.

El analista advirtió que algunos efectos negativos de la ampliación de 2004 podrían repetirse en Bulgaria y Rumania, como la pobre capacidad para absorber los fondos de la UE y las limitaciones al movimiento de la fuerza laboral.

Como en 2004, los actuales estados miembro impondrán limitaciones laborales a los recién llegados. Gran Bretaña, Hungría e Irlanda fijarán cuotas de trabajadores llegados desde Bulgaria y Rumania.

Pero, por sobre todas las cosas, Andreev cree que la última ampliación de la UE es algo positivo.

"Bulgaria seguirá siendo el país más pobre en la UE por muchos años. Sin embargo, los beneficios geopolíticos, económicos y puramente integracionistas de incluir a un país balcánico periférico en el bloque superan por lejos los perjuicios de corto plazo", dijo a IPS.

Tras recibir 12 nuevos miembros en tres años, es probable que a partir de ahora la UE disminuya el ritmo de su expansión. Funcionarios reconocieron que futuras ampliaciones deberán tener en cuenta la "capacidad de absorción" del bloque.

La estructura institucional de la UE, que ahora incluye a 27 países, no ha sido reformada. Desde que los últimos 10 países del EEC ingresaron en 2004, muchos cuestionan la viabilidad de tan grande unión.

Una Constitución europea fue propuesta a los estados miembro para mejorar el funcionamiento de la UE ampliada, pero fue frenada por resultados negativos en los referendos populares de Francia y Holanda.

Tarnea admitió que la opinión pública europea está preocupada, pero insistió en que una UE sin los países del EEC "estaría en mayor riesgo de sufrir los efectos negativos de la globalización".

"Bulgaria y Rumania añadirán empleos a Europa e incrementarán su competitividad", sostuvo.

Croacia y Macedonia son candidatos oficiales para la próxima ampliación. Se espera que el primero se sume al bloque a inicios de 2010.

Albania, Bosnia, Montenegro y Serbia todavía esperan entrar antes de que se cierren las puertas. Sus perspectivas son mejores que las de Turquía.

"Los Balcanes se verán estabilizados y la perspectiva de estos países para participar de la ampliación será avanzada gracias a la integración de Bulgaria y Rumania", dijo Andreev.

"Sin embargo, las futuras ampliaciones serán otra historia. Los países serán evaluados en forma mucho más estricta", añadió.

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