Las apuestas sobre el estado de salud del presidente de Cuba, Fidel Castro, su reaparición pública e incorporación real al frente del gobierno socialista crecen a medida que se acerca el 2 de diciembre, el día escogido por el propio mandatario para festejar su cumpleaños 80.
El aplazamiento de la "fiesta", prevista originalmente para realizarse alrededor del 13 de agosto, aniversario de su nacimiento, fue anunciado por Castro en la misma "proclama al pueblo" en la cual informó que había sido operado de urgencia y que, por primera vez desde 1959 y "provisionalmente", traspasaba sus cargos al frente del país a su hermano Raúl Castro, ministro de las Fuerzas Armadas.
A más de 100 días de aquel anuncio, las opiniones en las calles de La Habana van de un extremo al otro. Mientras no faltan quienes afirman que "sí", que "Fidel volverá" y "no renunciará a estar" en los festejos, muchas personas se muestran cautelosas luego de ver un video transmitido por la televisión nacional el 28 de octubre
"Yo entiendo que había que probar que estaba vivo, pero no lo hubiera mostrado así. Hay algo diferente en su mirada. Va a ser difícil tenerlo de vuelta como él era, como nos tenía acostumbrados", dijo Aurelia Comas, integrante de un "club de abuelos", que se reconoce "revolucionaria y fidelista de toda una vida".
En el video, Castro se dirige a la cámara, lee sentado el diario del día, se traslada en un ascensor y camina solo por un pasillo, sin apoyo pero lentamente. Para rechazar versiones sobre su muerte, el mandatario recordó que ya con anterioridad había dicho que su recuperación "sería prolongada" y no exenta de "riesgos".
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"Está claro que la voluntad del presidente es mayor que su actual capacidad física", dijo a IPS Manuel Cuesta Morúa, portavoz de Arco Progresista, una coalición de la oposición moderada.
"Hay gente que dice que no está bien, pero nadie sabe realmente. Cualquier cosa puede pasar él es fuerte", comentó Virgen Gómez, profesora de inglés. "De que vuelve, vuelve", enfatizó Manuel Agüero, dirigente de un Comité de Defensa de la Revolución, organización de masas que funciona en los barrios.
En la acera de los optimistas, una latinoamericana radicada en esta isla caribeña desde inicios de los años 60 suspendió un viaje al exterior por varias razones, entre ellas "no perderse" las actividades previstas del 28 de noviembre al 2 de diciembre: desfile militar, concierto, exposición y evento teórico sobre la trascendencia del pensamiento de Castro.
"Yo quiero estar el día que vuelva", dijo.
Al ratificar la convocatoria de los festejos, portavoces de la Fundación Guayasamín, creada en 1977 para promover la obra del artista plástico ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, aseguraron que "en el momento oportuno, en medio del disciplinado proceso de recuperación en que se encuentra Fidel, él decidirá la circunstancia en que le sea posible acompañar a quienes estaremos aquí, en la Habana".
"Si los médicos lo autorizan, Fidel podría realizar esa esperada reaparición pública, al menos en alguno de los eventos programados", opinó el diputado y escritor argentino Miguel Bonasso, amigo personal de líder de la Revolución Cubana.
Mientras funcionarios estadounidenses aseguran que Castro padece de un cáncer en estado terminal y, probablemente, no llegue a 2008, autoridades cubanas emiten mensajes que evitan los excesos de un lado y de otro: ni se recupera del todo, ni está tan mal que no pueda supervisar las principales decisiones del país.
En declaraciones en La Habana a la agencia estadounidense de noticias AP, el canciller cubano Felipe Pérez Roque afirmó el 6 de este mes que la recuperación de Castro avanza, aunque aclaró que aún no existen garantías de que esté totalmente restablecido para asistir a las celebraciones.
Según la versión periodística, Pérez Roque indicó también que el presidente retornaría a sus funciones "cuando tenga que ser" y consideró que se trata de un tema sobre el cual no se debe "aventurar" pronósticos. "Lo importante es que recupere su salud, y él lo está haciendo de manera seria y tenaz", señaló
Con anterioridad, el día 3, el presidente del Parlamento de Cuba, Ricardo Alarcón, había asegurado que el mandatario "se recupera más rápido de lo que esperábamos ( ) se involucra cada vez más en la actividad política, se le consulta acerca de muchos asuntos y está al tanto de la solución de los problemas que van surgiendo".
"Se reintegrará a sus tareas", se mostró convencido el vicepresidente Carlos Lage, en declaraciones a la prensa en Montevideo el día 5, en ocasión de participar en la XI Cumbre Iberoamericana.
Más allá de si estará o no en los festejos por el cumpleaños, analistas locales estiman que la tranquilidad vivida en el país desde el anuncio de la enfermedad del mandatario prueba la capacidad del gobierno para sostener el poder en ausencia de Castro e intentar mantener el continuismo político.
Para Cuesta Morúa, "un retorno de Castro al poder" en plenitud de capacidades ya no sería posible y ha llegado el momento de tomar una decisión que signifique la "entrega total del poder a quién le corresponde jurídicamente", su hermano Raúl. Sólo así Cuba podrá dar pasos hacia una "nueva época", dijo.