Políticos y líderes musulmanes rusos rechazaron la sentencia a muerte contra el ex presidente iraquí Saddam Hussein (1979-2003) y propusieron que un tribunal internacional independiente vuelva a juzgarlo.
"Damos por sentado que un juicio a una persona de cualquier país, sin importar su posición, es un asunto interno del Estado y debe realizarse sin influencia del exterior. Creemos que cualquier decisión, sobre todo en un tema tan delicado como el juicio del ex líder iraquí, debe ser tomada con una clara base judicial sin recurrir al ambiente político", dijo el portavoz de la cancillería rusa Mikhail Kamynin en un comunicado.
"El juicio engendra polémicas reacciones en Iraq y en varios países de árabes, así como temores de que habrá más inestabilidad", añadió.
"Considerando la complicada situación en Iraq, es muy importante evitar cosas que puedan dividir a la sociedad iraquí, dificultando la búsqueda de un consenso nacional a través de un amplio diálogo con la participación de todas las fuerzas políticas, étnicas y religiosas", sostuvo Kamynin. El portavoz, sin embargo, no mencionó a Estados Unidos ni a ningún otro país, ni tampoco señaló categóricamente que el fallo del tribunal iraquí haya sido influenciado desde el exterior.
La Suprema Corte Penal Iraquí condenó el 5 de este mes a Saddan Hussein a morir en la horca por crímenes contra la humanidad, responsabilizado por la masacre de 148 personas en 1982.
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Legisladores rusos sostuvieron que la pena fue exagerada y que no va en la línea de las normas democráticas. El presidente de la Duma (cámara baja del parlamento ruso), Boris Gryzlov, dijo que la sentencia contra Saddam Hussein se contradecía con los valores de la democracia.
"Hay un claro conflicto entre el hecho de que Iraq es llamado un país democrático y, por otro lado, el tribunal toma una decisión tan antidemocrática", afirmó.
El presidente del Comité de Asuntos Internacionales del Consejo de la Federación, Mikhail Margelov, sostuvo que la pena capital contra el ex mandatario iraquí tenía el objetivo velado de eliminar un testigo peligroso para ciertos sectores.
"Eliminar a tan valioso testigo luego de lo que pasó y está pasando en Iraq podría ser el objetivo escondido de aquellos que no desean que Saddam Hussein diga toda la verdad sobre su periodo de gobierno y sobre las varias formas de colaboración que tuvo con diferentes países", dijo Margelov a la agencia de noticias rusa Interfax.
"Este veredicto despierta muchas dudas, la primera y más importante de las cuales es quién se beneficia con esto", añadió. Mientras, el líder del Partido Democrático Liberal, Vladimir Zhirinovsky, también cree que el proceso judicial y el veredicto fueron influenciados desde el exterior.
"Sobre la sentencia, sólo puedo dar una evaluación negativa, sobre todo considerando que la Unión Europea consistentemente aboga por la abolición de la pena de muerte y ha aceptado el veredicto", dijo a IPS.
"Esto sólo puede derivar en un agravamiento de la situación política en la región. Además, no es posible olvidar que Saddam Hussein fue por muchos años el presidente elegido, y que Iraq era una colonia de Gran Bretaña y de Turquía", indicó.
El gobierno de "Estados Unidos pidió la ejecución de Saddan Hussein para influenciar los resultados de las próximas elecciones presidenciales, en las que el presidente George W. Bush intentará llevar a la Casa Blanca a su sucesor y luego hará todo lo posible para que éste bombardee Irán, como él hizo con Iraq varias veces", añadió.
"La razón detrás de todo esto está conectada con los recursos petroleros. Todo se trata de cómo acceder al petróleo iraquí", afirmó.
Zhirinovsky, quien tuvo fuertes vínculos con el gobierno de Saddam Hussein, acusó a Bush de agravar la situación política internacional, y especialmente en el mundo árabe.
La Administración Central Espiritual Musulmana también condenó el fallo del tribunal.
"La ilegal sentencia de muerte fue un desgraciado acto de crueldad e impotencia judicial. No hay justificación para ello, ni por la sharia (ley islámica) ni por el derecho secular o internacional", señaló la organización en una carta enviada a Bagdad.
Iraq "ha sido secuestrado por la coalición internacional sin ninguna sanción de parte de la Organización de las Naciones Unidas, está bajo la anarquía y el terrorismo internacional inescrupuloso y descarado, que provee apoyo voluntario o involuntario a la ocupación del país", añade la misiva.
Rusia, país observador en la Organización de la Conferencia Islámica (OIC), está dispuesto a colaborar en la rehabilitación de Iraq y darle a los iraquíes "toda la ayuda humanitaria posible", agrega.
La Administración sostuvo que el único delito de Saddam Hussein fue su "incapacidad para organizar una apropiada defensa para Iraq" y adoptar una política que llevó al país a "aislarse de la mayoría de los países árabes e islámicos, y de todo el mundo civilizado".
Sin embargo, casos como éste deben ser juzgados por un tribunal islámico ad hoc creado por la OIC, sostuvo.