La Organización de las Naciones Unidas se prepara para ampliar drásticamente los contingentes de sus fuerzas de paz, que podrían pasar de 93.000 efectivos a 140.000 el año que viene, una cifra sin precedentes.
"Cuando asumí el cargo hace una década había unos 20.000 soldados en las fuerzas de mantenimiento de la paz", señaló el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan.
Pero desde entonces hasta ahora, a punto de culminar su mandato el mes que viene, las tropas registraron un aumento impresionante, como nunca antes en los 61 años de historia del foro mundial.
Excepto por el despliegue militar de Estados Unidos, la ONU tiene el mayor número de efectivos en el mundo.
De los tres últimos mandatos del Consejo de Seguridad, el aumento de las tropas en Líbano y Timor Oriental elevaría a 112.000 el número de soldados en las 18 misiones de paz.
Si Sudán llegara a aceptar una nueva fuerza de la ONU en su occidental región de Darfur, a lo que por ahora se niega, la cantidad de efectivos superaría los 140.000.
Con motivo del 50 aniversario de la creación de la primera misión de paz de la ONU, la Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas, el secretario general saliente indicó el viernes que 60 misiones después "esas operaciones se volvieron un arma indispensable del arsenal de la comunidad internacional".
Annan añadió que los llamados casos azules "brindan una respuesta legítima e imparcial a los conflictos, son una oportunidad para compartir la carga, un medio efectivo para emprender acciones tangibles, un puente para la estabilidad, la paz y el desarrollo duraderos".
Pero alertó que las fuerzas de paz, ahora exigidas como nunca, "deben hacer frente a otro enrome desafío, pero aún así lo encaramos con informado optimismo".
La Fuerza de Emergencia cumple este fin de semana medio siglo desde que fuera establecida por la Asamblea General de la ONU para supervisar el retiro de los ejércitos de Francia, Gran Bretaña e Israel de territorio egipcio.
Las primeras tropas de la organización llegaron a Ismailia, en el canal de Suez, 10 días después de la resolución de ese máximo órgano de decisión del foro mundial.
"La misión tuvo un éxito extraordinario", remarcó Annan.
Para fines de 1956, los efectivos franceses y británicos ya habían abandonado la zona, seguidos por los israelíes tres meses después.
"Había nacido la primera operación para el mantenimiento de la paz de la ONU con fuerzas armadas", relató.
Sin embargo, el secretario general saliente advirtió que las fuerzas de paz nunca serán la mejor herramienta para todas las situaciones. "Deben acompañar un proceso de paz, no pueden sustituirlo".
El secretario general adjunto de Operaciones de Mantenimiento de la Paz del foro mundial, el francés Jean-Marie Guehenno, dijo el mes pasado a los representantes de los países que la tarea de las fuerzas de paz está en permanente evolución, "nunca tanto como ahora, con más cascos azules en el mundo que antes".
Guehenno señaló que hace cinco años nadie hubiera previsto que 110 países, de los 192 estados miembros, estarían contribuyendo con efectivos a las operaciones de paz o que hubiera en el mundo manifestaciones en reclamo de las tropas de la ONU.
"¿Quién hubiera previsto el despliegue de 14 navíos de guerra en operaciones de paz?", preguntó, "¿o que su presupuesto anual ascendería a casi 6.000 millones de dólares?", más de cinco veces el de la ONU.
De las 18 misiones existentes actualmente, ocho están en África: Burundi, Costa de Marfil, Etiopía y Eritrea, Liberia, República Democrática del Congo, Sahara Occidental, Sudán y Sierra Leona.
El mayor número de tropas lo aportan las naciones en desarrollo. Las 10 que tienen más soldados son Bangladesh, Etiopía, Ghana, India, Jordania, Nepal, Nigeria, Pakistán, Sudáfrica y Uruguay.
En este momento, más de 67 por ciento de los policías y militares de la ONU proceden de esos países, mientras que menos de 5,8 por ciento de los 25 miembros de la Unión Europea y 0,5 por ciento de Estados Unidos.
Las operaciones de mantenimiento del orden son creadas y definidas por el Consejo de Seguridad, de 15 miembros, en el que los cinco permanentes —China, Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia— desempeñan un papel significativo.
Al reclamar la ampliación del Consejo de Seguridad, un plan discutido desde hace más de 20 años en el seno de la organización, Annan señaló que "no será fácil elevar el número de efectivos de los países que se sienten mal representados en el órgano que decide el mandato" de la misiones de paz.
"El aumento de tropas está lejos de ser el único problema", remarcó.
El Consejo de Seguridad también necesita mayor participación política de todas las regiones, "si quiere ser aceptado legítimamente por todos, como es preciso para hacer frente a los grandes desafíos del proceso de paz en Medio Oriente y en Irán, Iraq, Sudán y Afganistán y en todos los rincones del mundo", agregó.