Artistas finlandeses unieron sus voces en una canción en honor a la periodista rusa Anna Politkovskaya, asesinada el mes pasado tras poner al desnudo graves violaciones de derechos humanos en Chechenia.
Unas 1.000 copias del disco se pusieron a la venta a comienzos de este mes en este país a un precio de poco más de seis dólares.
Se puede escuchar una versión de la canción "En el comienzo de una nueva era: Una canción para Politkovskaya" en el sitio de vídeos en Internet YouTube.
La letra fue escrita en finlandés y traducida al ruso y al inglés por Terhi Koskinen, compositor y ex cantante del popular grupo finlandés Ultra Bra. La música correspondió a Kerkko Koskinen.
El trabajo de producción, grabación y realización fue honorario. La recaudación por las ventas se donará a Zhima Ditt, organización no gubernamental finlandesa dedicada a los derechos humanos en Chechenia, según el productor.
La idea fue de la directora de teatro Susanna Kuparinen, motivada por la multitud que salió a la calle para expresar su dolor el día que Politkovskaya fue asesinada. La artista también se encargó de reunir a los intérpretes que participan en la canción.
Politkovskaya fue encontrada muerta en el ascensor del edificio de apartamentos donde vivía en Moscú el 7 de octubre.
La periodista del diario ruso Novaya Gazeta, Politkovskaya saltó a la escena internacional con su cobertura de la guerra de Chechenia, en la que puso de relieve graves violaciones de derechos humanos.
Chechenia es un territorio ruso de mayoría musulmana en las montañas del Cáucaso Septentrional. La república declaró su independencia de la Federación Rusa luego de la caída del régimen comunista en 1991, y desde entonces fuerzas insurgentes están en guerra con el ejército.
Las duras críticas dirigidas por la periodista a la conducción de la guerra por parte del gobierno ruso hacen suponer a muchos que su muerte estuvo vinculada con su trabajo.
Politkovskaya huyó a Viena en 2001 por un breve periodo, luego de recibir amenazas de muerte de un policía ruso acusado de cometer atrocidades en Chechenia.
La periodista también fue internada gravemente enferma en 2004 tras haber tomado una taza de té en un vuelo desde Beslán, ciudad rusa donde insurgentes chechenos tomaron de rehenes a escolares y maestros y maestros. En la operación de rescate murieron 344 personas, en su mayoría niños.
Surgieron entonces fuertes sospechas de que la intoxicación respondió a un intento de asesinato.
Kuparinen señaló que el público finlandés quedó muy golpeado por el asesinato de Politkovskaya, pues predominaba la creencia en que la situación de los derechos humanos en Rusia había mejorado.
"Creí que por su trabajo nadie la tocaría", indicó a IPS la directora de teatro.
La canción fue difundida por primera vez durante la visita del presidente ruso Vladimir Putin a Finlandia la cumbre de la Unión Europea, dos semanas después de su asesinato.
"Planeamos que la canción sonará en todas las radios de Finlandia para cuando el presidente ruso se reuniera con los líderes europeos", señaló Kuparinen.
"Lo logramos. La canción se escuchó muchísimo en ese momento, pero no pudimos influir en nuestro primer ministro, Matti Vanhanen", apuntó. La situación de los derechos humanos en Rusia no se trató en la reunión, como reclamaba su organización.
El próximo paso, según informaron los productores, será presentar la canción en Rusia, pero eso no va a ser fácil.
"Los músicos rusos temen arruinar sus carreras si se involucran en el proyecto", indicó Anu Harju, fundadora de Zhima Ditt y portavoz de los artistas. Pero siguen las negociaciones con algunos de ellos, apuntó.
De todos modos, Harju duda de la atención que pueda concitar la canción en Rusia, porque el trabajo de Politkovskaya no era muy conocido en su propio país.
Pero la recepción que pueda dar el público ruso a esta obra no es tan importante como el problema de los derechos humanos que el proyecto pretende poner de relieve, remarcó.
"No estamos tratando de provocar a nuestros vecinos rusos. Estamos tratando de explorar formas de encontrar soluciones comunes utilizando a la cultura como herramienta para tender puentes", afirmó.