España está dando pasos para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) «con total respaldo del gobierno», afirmó este miércoles la secretaria de Estado de Cooperación, Leire Pajín.
La funcionaria, acompañada por el administrador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Kemal Derviş, presentó un informe preliminar del gobierno sobre el último de los ocho ODM, que establece "promover una asociación mundial para el desarrollo".
En esa meta figuran los compromisos que han de afrontar los países ricos para hacer posible el cumplimiento de los demás ODM en favor de un desarrollo global más equilibrado.
En septiembre de 2000, los 189 países entonces miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se comprometieron a cumplir los ODM con plazo en 2015 como una gran plataforma contra la desigualdad y la pobreza.
Madrid afirma que se está registrando un crecimiento "notable" de la ayuda oficial al desarrollo, de 0,25 por ciento del producto interno bruto en 2004 a 0,35 por ciento en 2006. Y se prevé llegar a 0,42 por ciento en 2007, según el proyecto de ley de presupuestos generales del Estado, con la colaboración de las comunidades autónomas y ayuntamientos (alcaldías).
En cifras absolutas, en tres años se habrá duplicado la ayuda oficial española, pasando de 1.985 millones de euros a más de 4.200 millones (de 2.533 millones de dólares hasta 5.359 millones de dólares al cambio actual).
El informe fue elaborado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, a cargo de Miguel Ángel Moratinos, anteriormente responsable de la cooperación con el mundo árabe y de las relaciones de la Unión Europea (UE) con esa región.
"Estamos convencidos de que no se trata solamente de aumentar la asignación de recursos materiales que se destinan para promover el desarrollo de los países del Sur, sino de medir los resultados que se van obteniendo".
"Además, hay que incrementar en ese proceso el protagonismo de los receptores de la ayuda oficial al desarrollo, un protagonismo que es esencial para alcanzar los objetivos".
"Avanzar en lo concreto exige definir perfiles profesionales a corto, medio y largo plazo en la nación de destino de nuestra cooperación, pero al mismo tiempo podemos contribuir a mejorar en esos países las infraestructuras y servicios y a ayudar a fortalecer la educación" y la formación "profesional y empresarial, de modo que se favorezca la capacidad de impulsar su propio desarrollo", dijo Pajín.
Además del aumento de la ayuda oficial al desarrollo, España ha incrementado de manera significativa sus aportaciones a los organismos internacionales. Las contribuciones voluntarias a esas entidades y los desembolsos destinados a fondos fiduciarios de los mismos llegaron en años anteriores a 65 millones de euros (unos 83 millones de dólares), pero en 2006 se han más que quintuplicado, alcanzado los 340 millones de euros (434 millones de dólares).
Para 2007 se prevé superar el equivalente a 1.000 millones de dólares, lo que permitirá realizar un desembolso al Fondo Global de la Lucha contra el Sida, la Malaria y la Tuberculosis de unos 100 millones de dólares (frente a los 60 millones de 2006 y a los 15 de 2005), dijo Pajín.
Además, España está aumentando la ayuda destinada a los países menos desarrollados y promueve una estrategia amplia de canjes de deuda por proyectos de desarrollo, con atención especial al sector educativo, afirmó la funcionaria.
El gobierno tiene el compromiso de firmar acuerdos por más de 500 millones de dólares, 300 con países de América Latina y unos 200 con naciones de África subsahariana.
Los primeros convenios de esta naturaleza se han firmado ya con Ecuador, Honduras, Nicaragua y El Salvador y se están comenzando a suscribir programas de canje de deuda en países de África subsahariana.
Pajín, quien antes de ser designada secretaria de Estado dirigía la organización no gubernamental Solidaridad Internacional, dijo a IPS que "el consenso con los diferentes actores de la cooperación española en la definición de políticas y actuaciones es otra de nuestras apuestas, junto con destinar el 70 por ciento de los fondos a los 23 países menos desarrollados".
Al mismo tiempo se trabaja en la reforma y adaptación del sistema de cooperación al desarrollo de España "para poner en práctica una estrategia de asociación y de alineamiento con las prioridades globales de la lucha contra la pobreza plasmadas en los Objetivos del Mileno", agregó.
España participa en el grupo promotor de la Alianza contra el Hambre y la Pobreza, conformado por Brasil, Chile, Alemania, Francia y con apoyo de la ONU, encargándose especialmente de estudiar y hacer propuestas sobre el papel que puedan jugar las remesas en el desarrollo.
Aunque hay avances en esa línea,"el gobierno es consciente de que quedan importantes retos, como progresar en la construcción de un sistema de comercio mundial más justo y equilibrado. En este sentido, la cooperación española contribuye y continuará trabajando para facilitar el acceso de los productos de los países del Sur a los mercados de los países desarrollados", aseveró la funcionaria.