CHINA: De pivote entre India y Pakistán

¿Cómo se supone que debe desarrollarse en lo sucesivo la complicada relación entre China, India y Pakistán, tres de los cuatro países poseedores de armas nucleares de Asia?

La sabiduría convencional indica que el presidente chino Hu Jintao recibió una entusiasta bienvenida en Islamabad y una recepción más bien deslucida y protocolar en Nueva Delhi, en la gira que realizó la semana pasada por el sur de Asia.

El primer ministro indio Manmohan Singh no acudió al aeropuerto a recibirlo. Pero sí lo hicieron el presidente pakistaní Pervez Musharraf y el gabinete en pleno, con una salva de 21 cañonazos.

Hu firmó 18 acuerdos en Pakistán y 13 en India. El componente principal de los suscriptos en Islamabad es la seguridad. El de los firmados en Nueva Delhi, no.

Pero en un análisis más profundo, la visita de Hu a India fue probablemente más importante que la realizada a Pakistán.

"Hu llegó a India poco después de que el embajador chino en este país se refiriera de manera bastante desafortunada a la reivindicación de Beijing sobre Arunachal Pradesh, considerado por India parte de su territorio nororiental", dijo el copresidente del Instituto de Estudios Chinos en Nueva Delhi, Manoranjan Mohanty.

"Pero ese mismo día, el impacto negativo de la declaración había perdido fuerza", agregó.

"No hay duda de que India y China ampliaran el alcance de la cooperación mutua en varias áreas, incluso en agricultura, educación, turismo e incluso nuclear. Parece que los dos países procuran mejorar aun más la relación bilateral. Están al tanto del impacto de lo que pueden lograr juntos en lo que Hu denomina la 'multipolaridad mundial emergente", consideró Mohanty.

De todos modos, no queda nada claro si China e India, donde viven dos quintas partes de la humanidad, podrán acompasar su creciente fuerza económica, militar y política para reformar el orden mundial, aunque se encuentran en una posición privilegiada para hacerlo.

China accedió a apoyar algunos puntos de la agenda regional sugeridos por India, incluida una mayor coordinación entre los dos países junto con Bangladesh y Birmania, así como la denominada Iniciativa Asia Oriental.

Los políticos indios están particularmente complacidos con la respuesta china a sus propuestas de ampliar la cooperación bilateral, incluida la de crear un comité de expertos para el manejo de cuatro ríos, incluido el Brahmaputra, con nacientes en la llanura tibetana.

Lo más importante de todo es que China accedió a no obstaculizar el acuerdo nuclear entre India y Estados Unidos en el Grupo de Proveedores Nucleares, integrado por 45 países y del cual es miembro.

De todos modos, India no solicitó explícitamente apoyo a China al respecto, y no lo hará hasta que el acuerdo adquiera su forma final en el debate que se procesa en el Congreso legislativo estadounidense.

"Creo que surgieron muchas señales positivas de las discusiones entre China e India en Nueva Delhi", dijo el ex embajador indio en Beijing C.V. Ranganathan. "Fueron no menos importantes que las lanzadas desde Islamabad unas horas después. De hecho, el lenguaje que usó Hu en ambas capitales fue idéntico."

En Islamabad, Hu dijo: "China mantendrá viendo sus relaciones con Pakistán desde una perspectiva estratégica y de largo plazo." Y en Nueva Delhi, dijo que la mejora de las relaciones con India era abordada "desde una perspectiva estratégica y de largo plazo".

Ranganathan cree que China e India "tienen muy claro el posible impacto de su relación a nivel regional y mundial", y que ambas procuran avanzar fortaleciendo su cooperación bilateral.

Especialmente significativo es el creciente potencial del comercio, que hoy asciende a 20.000 millones de dólares y que, según diversas previsiones, se duplicará en los próximos cuatro años. El comercio entre China e India crecerá de manera más modesta, según Beijing, de los actuales 4.500 millones a 15.000 millones para 2010.

Pero Pakistán avanzó más que India en el plano comercial, con un acuerdo de libre comercio y el establecimiento de una zona económica especial cerca de Lahore.

China, que se considera "un amigo de Pakistán en toda circunstancia", se ofreció para construir seis reactores nucleares en ese país, que se sumarán a un primero ya terminado y un segundo en obras.

India y China apenas están explorando las posibilidades de cooperación nuclear civil. Beijing ha mostrado gran malestar luego de las pruebas de armas nucleares de 1998.

En el plano militar, China y Pakistán han fortalecido su ya buena relación. Beijing venderá a Islamabad sistemas de alerta aérea, tal vez para empatar con la cooperación similar entre India e Israel.

De cualquier manera, China se ha preocupado en asegurar que sus vínculos con una de las potencias sudasiáticas no perjudicará su relación con la otra.

"Se trata de una política iniciada hace 10 años, cuando el entonces presidente Jiang Zemin visitó India y Pakistán", explicó Mohanty. "China consolidó desde entonces el principio de 'separación' para normalizar su vínculo con India, a pesar de las numerosas disputas e irritaciones."

Entre ellas, figura un conflicto limítrofe de más de medio siglo, por el cual los dos países libraron una guerra en 1962. A Beijing tampoco le complace el apoyo de India al líder espiritual de Nepal, el Dalai Lama. (FIN/IPS/traen-mj/ap ip if dv gb nu/06)

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