BALCANES: OTAN bombardea el pasado

La OTAN invitó a tres países de la antigua Yugoslavia, incluida Serbia, bombardeada por la alianza en 1996, a participar del programa de cooperación militar Asociación para la Paz.

"Teniendo en cuenta la prolongada estabilidad en los Balcanes occidentales y reconociendo el progreso hecho por Bosnia-Herzegovina, Montenegro y Serbia", la cumbre de la OTAN celebrada el martes y el miércoles en Riga invitó a esos países a sumarse al programa, como indica su declaración final.

La Asociación para la Paz prevé la asistencia de la OTAN (Organización del tratado del Atlántico Norte) en la modernización de los ejércitos y la realización de reformas en el sistema de defensa.

Implementado en 1994, el programa se propone consolidar la confianza entre la alianza occidental de seguridad y los países de Europa oriental. Pero también supone un paso más hacia la integración plena de esas naciones a la organización.

Importantes políticos serbios aplaudieron la decisión, a la que consideraron como una prueba de la reintegración de su país a la comunidad internacional tras años de aislamiento.

"Son excelentes noticias", exclamó el presidente serbio Boris Tadic en una declaración transmitida por todas las emisoras de radios y televisión.

"Excelentes noticias para nuestros ciudadanos, para el ejército y para el Estado. Los esfuerzos volcados a las reformas cosechan su recompensa con esta invitación, que presenta a Serbia como un sitio más seguro", señaló.

Para la alta funcionaria del Ministerio de Defensa Snezana Markovic, la integración a la Asociación para la Paz es un paso histórico.

"Esto prueba que las reformas militares de los últimos años fueron exitosas y que el ejército de Serbia ya no puede ser tratado como un factor que pretende revertir el tiempo", añadió.

Desde 2000, el ejército serbio pasa por un doloroso proceso de transformación, de herramienta armada de un régimen comunista a una fuerza pequeña y moderna.

Pero en el alboroto por la noticia, ningún político recordó que Serbia es el único país bombardeado por la OTAN que tarde o temprano se incorporará a su programa de la Asociación para la Paz.

En 1999, la alianza militar asoló desde el aire a Serbia durante 11 semanas para combatir las políticas represivas del entonces presidente Slobodan Milosevic (1989-2000) contra la meridional provincia de Kosovo, de mayoría étnica albanesa.

Sus aviones cumplieron con más de 38.000 misiones de combate contra objetivos serbios, utilizando armamento sofisticado y también bombas de racimo y armas con uranio empobrecido.

El saldo de la guerra fue de al menos 2.000 muertos. Su infraestructura, puentes importantes sobre el río Danubio y la carretera que atraviesa el país de norte a sur, resultó muy dañada.

Las ruinas del centro de Belgrado ofician de ayudamemoria de las incursiones de la OTAN en esa época.

Pero los analistas celebraron la invitación de la OTAN señalando que, no hace mucho, dos de las naciones invitadas a formar parte de la Asociación para la Paz eran enemigas.

"Este es un paso definitivo en la dirección correcta para la región y su estabilidad", dijo a IPS el experto en cuestiones militares Aleksandar Radic. "No hace mucho, Serbia estaba en guerra con sus ex hermanos yugoslavos."

Bajo el régimen de Milosevic, Serbia se enfrentó con Bosnia-Herzegovina en una guerra sangrienta que terminó hace 11 años y se cobró, al menos, 100.000 vidas entre la población no serbia.

El vestigio de aquellos tiempos siguió presente en la senda diplomática de este país.

La OTAN había insistido en que Serbia cooperara sin tapujos en la detención de criminales de guerra serbios prófugos antes de invitarla a participar en la Asociación para la Paz.

"Obviamente para Bruselas es menos perjudicial aceptar a Serbia en la Asociación para la Paz que dejar los Balcanes como un agujero negro en el proceso de estabilizar y garantizar la seguridad de la región", señaló Radic.

Esto también es un mensaje político del respaldo de la OTAN a los partidos demócratas que se perfilan para ganar las elecciones parlamentarias del 21 de enero, destacó.

Se espera que esos comicios sean la confrontación final entre los partidos reformistas, actualmente en el gobierno, y los ultranacionalistas que condujeron al país a las guerras de la década del 90.

Los ultranacionalistas concitan las preferencias de entre 30 y 35 por ciento de los consultados por las encuestadoras entre los 6,5 millones de ciudadanos habilitados par votar.

Muchos serbios prooccidentales creen que los ultranacionalistas pueden empujar al país al tipo de aislamiento que se vivió en esa década.

En Bosnia-Herzegovina y Montenegro también aplaudieron la invitación de la OTAN.

El canciller bosnio, Mladen Ivanic, dijo a la prensa en Sarajevo que esto era "una recompensa por las cosas positivas que había logrado el país".

Por su parte, el presidente montenegrino, Filip Vujanovic, también felicitó la iniciativa.

***** + Asociación para la Paz, en inglés y francés (http://www.nato.int/issues/pfp/index-fr.htm) + TURISMO-SERBIA: Los frutos de la paz (https://ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=39320) + BALCANES: Juicio a Seselj ausente (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=39476)

(FIN/IPS/traen-vf-mj/vz/ss/eu ip/06)

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