Ningún miembro del grupo terrorista español ETA ni de sus brazos políticos podrá ingresar este miércoles a la sede del Parlamento Europeo, donde se celebrará un debate acerca del proceso de paz en el País Vasco.
El ingreso de representantes de ETA o de organizaciones afines tiene importancia, pues implicaría su participación en deliberaciones y acuerdos políticos sin haber renunciado previamente a la violencia.
El presidente del Parlamento Europeo y miembro del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Josep Borrel, dijo este lunes a IPS que "ni miembros de Batasuna (brazo político del grupo separatista vasco) y mucho menos de ETA han entrado ni entrarán en nuestra sede" en la ciudad francesa de Estrasburgo.'
A la pregunta de si algún integrante de Batasuna podría ingresar acompañando a diputados europeos de partidos legales, la respuesta fue clara: "Reitero, no han entrado ni entrarán jamás, solos ni acompañados o como acompañantes".
No obstante, dirigentes de Batasuna, ilegalizado por la justicia española que lo considera parte de Euskadi ta Askatasuna (ETA, Patria Vasca y Libertad, en vascuence), aseguraron el fin de semana que asistirían a la reunión, convocada por iniciativa del PSOE.
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La propuesta socialista de ese debate en el Parlamento Europeo tenía la intención de obtener una expresa condena a la violencia, la solidaridad con las víctimas y un apoyo "al proceso de paz en los términos fijados por el Congreso de los Diputados (español) en su Resolución de 20 de Mayo de 2005".
Ese día, el Congreso legislativo español aprobó que el gobierno presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, negociase con ETA, pero sólo si la organización renunciaba previamente al uso de la violencia y abandonaba las armas.
Al aprobarse esa resolución, Zapatero anticipó que "la paz no tendrá precio político, pero la política puede contribuir al fin de la violencia".
El dirigente de Batasuna, Joseba Álvarez, afirmó que su organización "sin duda alguna estará presente en Estrasburgo", aunque no especificó de qué manera.
Todo indica que miembros de Batasuna harán algún acto fuera de la sede del Parlamento, anticipado en cierto modo por Álvarez, quien sostuvo: "Una foto ante la Unión Europea es la foto de un pueblo y eso es lo importante. Que (Mariano) Rajoy le diga a Borrel que a nosotros no nos deje entrar en el Parlamento y que Borrel diga que sí, es secundario".
Álvarez se refería al líder del derechista y opositor Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, quien ha criticado duramente al PSOE y a Zapatero por impulsar esa discusión en el Parlamento del bloque europeo.
Los socialistas buscan en ese debate reconfirmar el apoyo europeo a su política antiterrorista.
Los eurodiputados socialistas insistieron en que ese apoyo debe ser interpretado en los términos fijados por el Congreso de los Diputados.
El Parlamento Europeo no tiene competencias para dictaminar o aprobar leyes sobre el asunto en cuestión, pero sus pronunciamientos tienen un fuerte peso político, y puede jugar un papel contemporizador, como lo hizo en el proceso de paz en Irlanda del Norte.
Pero, aunque lo que decida el Parlamento Europeo no tendrá incidencia directa en lo que se negocie o no en España, ya se anticipan posiciones opuestas, y la de mayor peso es la del gobierno de la Comunidad Autónoma del País Vasco, encabezado por Juan José Ibarretxe, miembro del moderado Partido Nacionalista Vasco (PNV).
Ibarretxe sostuvo que el diálogo multipartito por la paz se deberá realizar "sin exclusiones, sin vetos y sin límites", "incluyendo a todos los partidos políticos vascos" y para probar hasta dónde estaba dispuesto a llegar en esta postura se reunió con el ex etarra y dirigente de Batasuna, Arnaldo Otegui, un encuentro por el cual la justicia le inició un proceso.
El presidente vasco, de visita en Argentina, declaró en una entrevista publicada este lunes por el diario Clarín de ese país que era "incongruente y escandaloso" que pudiera ser encausado penalmente "por hablar". El proceso de paz no se detendrá, y ETA debe desaparecer "de una vez, y que sea para siempre", añadió.
En el lado opuesto se ubica el PP, que logró que los dirigentes del Partido Popular Europeo aprobaran el fin de semana una resolución señalando que "bajo ninguna circunstancia el cese de la violencia puede estar condicionado a la obtención de compensaciones políticas".
"La Unión Europea no puede aprobar procesos que ponen en riesgo los principios de democracia y estado de derecho y, en consecuencia, rechazamos categóricamente cualquier pretensión de alterar la integridad territorial de un Estado miembro", añadieron.
Mientras, representantes del gobierno español y de ETA siguen reuniéndose, sin reconocerlo públicamente, para tratar las condiciones en que se concretará el abandono de las armas, basado en que el grupo ha sufrido duros golpes y tiene su infraestructura prácticamente destruida, según fuentes policiales consultadas por IPS.
Debido a esos golpes, la ETA lleva más de un año sin cometer atentados y tres sin matar. Lo que se discute a puertas cerradas más que política son situaciones penitenciarias de los etarras ya capturados o a desmovilizarse.
En el terreno político, el gobierno no pondría obstáculos a la legalización de Batasuna, con ese u otro nombre, cuando ETA anuncie su abandono definitivo de la violencia. Los problemas residen en los beneficios penitenciarios que tendrían los etarras presos, incluyendo la reducción de condenas y su acercamiento al territorio del País Vasco para quienes permanezcan tras las rejas.
A esos beneficios se oponen no solamente el PP, sino todas las organizaciones de familiares de víctimas y sobrevivientes de acciones terroristas.
Estos asuntos estarán sobre la mesa en Estrasburgo en un encuentro cuyo final muchos anticipan favorable a Zapatero, a pesar del PP y sus aliados.
