TAILANDIA: Junta militar pasa a segundo plano

Los líderes golpistas de Tailandia parecen decididos a convencer a la ciudadanía de que es posible construir una democracia con precisión militar. Este lunes, mucho antes del plazo que se habían impuesto, retiraron sus tanques y tropas de las calles de la capital.

Las fuerzas armadas de Tailanida cumplieron las promesas realizadas luego del incruento golpe de Estado del 19 de septiembre, en el que expulsaron del gobierno al primer ministro Thaksin Shinawatra mientras se encontraba en Nueva York.

Luego, pasaron a un segundo plano, tras imponer una constitución provisoria e instalar al general retirado Surayud Chulanont como 24 primer ministro tailandés hasta las elecciones generales previstas para octubre de 2007.

Los militares se proponen elaborar el año próximo una constitución de carácter permanente y conducir el proceso hacia elecciones libres y justas, de acuerdo con el programa presentado a la prensa extranjera por la junta, autodenominada Consejo para la Seguridad Nacional.

Surayud, el ex comandante del ejército de 63 años designado primer ministro el domingo, tiene reconocidos antecedentes profesionales y como demócrata. Pero al aceptar el nombramiento sembró dudas sobre su lealtad hacia el proceso político civil.

El líder del 18 golpe de Estado en 74 años, general Sonthi Boonyaratglin, fue subordinado de Surayud cuando el hoy primer ministro era un militar en actividad.

Otro motivo de cuestionamientos es que la junta se atribuyó en la constitución provisoria la facultad de avalar la actuación del jefe de gobierno. En ese sentido, Sonthi, en su carácter de jefe del Consejo de la Seguridad Nacional, puede remover a Sonthi y designar un nuevo primer ministro.

El Consejo también tiene la potestad de designar los 250 integrantes de una Asamblea Nacional Legislativa y determinar su presidente y su vicepresidente. Ese órgano supervisará el nombramiento de los 2.000 miembros de la Asamblea Nacional, que, como precondición, deberán adherir a la junta.

Esa Asamblea Nacinal seleccionará al comité de 100 integrantes a cargo de redactar la 18 constitución de Tailandia.

"La constitución transitoria le da demasiado poder al Consejo para la Seguridad Nacional", dijo el lunes un diplomático europeo en un seminario sobre el golpe del 19 de septiembre en la Universidad Chulalongkorn de Bangkok. "Esto no es muy tranquilizador. El gobierno interino también está debajo de la junta."

Tailandia no puede ignorar el impacto de la opinión internacional negativa, dijo un diplomático a IPS. "Este país se ha comprometido con la economía mundial y la opinión pública internacional es muy importante", sostuvo.

Dentro del país, hay diversos matices en la evaluación, aun entre los activistas y académicos más preocupados por la democratización y los derechos humanos.

"Esto es un retroceso. Es un gobierno ilegítimo", dijo a IPS el cientista político Giles Ungpakorn, de la Universidad Chulalongkorn. "Nadies se dejará engañar sobre su supuesta legitimidad democrática."

El abogado, ex senador y activista de derechos humanos Thongbai Thongpao advirtió, en una columna publicada el domingo por el diario Bangkok Post, que las cláusulas de la constitución transitoria que establecen la participación de la junta en el gabinete de gobierno "desbaratan el compromiso de no interferencia" de las fuerzas armadas "en el poder civil".

El primer ministro Surayud, quien integró en el pasado el consejo asesor del rey Bhumibol Adulyadej, tuvo ese escepticismo en cuenta cuando pronunció el dominto su primer discurso como jefe del gobierno.

"Acepté el cargo de líder de la administración sin haber pasado por un proceso electoral. Llegué aquí mediante designación, para resolver problemas políticos", dijo. "Nuestro futuro será mejor y el poder será devuelto al pueblo", aseguró.

La junta cuenta con el apoyo de la clase media y de la clase media alta. Algunas figuras públicas se dedicaron a defender el golpe, entre ellos ex jueces, ex diplomáticos, activistas de derechos humanos, periodistas y académicos.

"Este golpe es un cambio para mejor, en beneficio de la democracia y de la democratización de Tailandia", dijo Suchit Bunbongkarn, ex integrante de la Corte Constitucional.

"Si la democracia fracasa en su intención de resolver cuestiones sociales muy importantes, los tailandeses debemos estar de acuerdo en que ocurran golpes de Estado en caso de que sean dispuestos con buenas intenciones", opinó.

Entre otros argumentos en favor de la ruptura institucional, se esgrimen la supuesta inminencia de choques violentos entre grupos simpatizantes y opositores a Thaksin.

Otras personalidades aseguran que un golpe era la única esperanza de justicia para Tailandia, pues Thaksin, afirman, corrompió la cultura política y económica del país.

Por ahora, los ciudadanos que defienden el golpe parecen creerle al general Winai Phattiyakul, alto miembro de la junta.

"No intervendremos ni nos involucraremos en el gobierno", sostuvo el oficial a la prensa extranjera. "Estamos preparados para aceptar órdenes del gobierno civil. Las fuerzas armadas tailandesas son completamente profesionales." ***** +Golpe de Estado compromete vínculo Tailandia-Japón (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=38889) +Golpista musulmán da esperanzas al conflictivo sur (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=38877) +Primeras voces contra el régimen militar (https://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=38835) (FIN/IPS/traen-mj/mmm/rdr/ap ip hd/06)

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