SOCIEDAD-ZAMBIA: Alivio de la deuda no alivia

Los problemas socioeconómicos que asediaron a Levy Mwanawasa en su campaña electoral que lo llevó a la segunda presidencia de Zambia no parecen resolverse. Crecen las críticas ante la falta de beneficios concretos a la población derivados del perdón de la deuda externa.

La deuda de esta nación de África austral se redujo de 7.000 millones de dólares a 500 millones el año pasado por la decisión del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos de condonar los adeudos de 40 de los estados más pobres del planeta, en particular los compromisos con el Banco Mundial.

El G-8 está integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia.

Ahora que Mwanawasa inicia su segundo y último mandato ¿hay algo que se pueda hacer para asegurar que la gente común vea más claramente los beneficios del alivio de la deuda?

"Los ahorros que estamos haciendo deben ser visibles", indicó Fred Mutesa, profesor dedicado al desarrollo de la Universidad de Zambia.
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"Hay un acuerdo generalizado de que los recursos deben reinvertirse en los sectores sociales, pero seguimos viendo profesores sin trabajo y problemas de personal en el sector de la salud", apuntó.

La misma opinión tiene su colega de la misma universidad Francis Chigunta, especializado en los mismos temas.

"El alivio de la deuda nos da un respiro", indicó, añadiendo que el gobierno debe aprovechar esto para invertir en esa materia.

"Lamentablemente establecimos las prioridades equivocadas", agregó Chigunta. Hubo mejoras en la administración de los fondos públicos durante el gobierno de Mwanawasa, pero se sigue derrochando mucho, dificultando así un repunte de la situación socioeconómica de Zambia.

"Debemos reducir el despilfarro y frenar los escapes de gastos no autorizados. Necesitamos establecer prioridades y destinar más dinero a la educación, la salud, la agricultura y la infraestructura", sostuvo Mutesa.

Ambos profesores también se mostraron preocupados porque el resurgimiento de la industria clave de cobre no se traduce en mejores condiciones de vida para los ciudadanos.

La privatización de las minas de cobre evitó que el gobierno siguiera cubriendo las pérdidas sustanciales generadas por esa industria y mejoró sus posibilidades de volver a ser rentable y alentar el crecimiento económico.

La producción de cobre aumentó a un ritmo constante desde 2004 debido al aumento de los precios en el mercado internacional y la apertura de nuevas minas.

Mutesa considera que el gobierno debe renegociar los acuerdos que firmó con los propietarios de las minas para aumentar las regalías que recibe de las compañías de extracción de cobre.

Según Chigunta, el aumento de las regalías en unos pocos puntos porcentuales significaría para Zambia unos 840.000 dólares en sólo seis meses. Ese dinero podría invertirse en el desarrollo social.

"El presidente debe establecer bien sus prioridades y se deben revisar los contratos con las compañías mineras", agregó.

El recorte de impuestos también servirá para ayudar, de alguna forma, a aliviar la difícil situación de los pobres de Zambia, indicó Muyatwa Sitali, del equipo de comercio y deuda del Centro Jesuita para la Reflexión Teológica, institución católica dedicada al estudio de varios asuntos económicos.

Según el informe de Desarrollo Humano 2005 elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) casi dos tercios de los zambianos viven con menos de un dólar por día.

Sitali alertó de la posibilidad de que el gobierno repita los errores del pasado y de volver a contraer una gran deuda externa por lo que reclamó una mayor participación de la ciudadanía en el proceso de adquisición de créditos.

"Con la magnitud que esto tiene deberíamos esperar que los préstamos adquiridos con el consentimiento de la población se manejen de forma prudente, responsable y transparente para dar respuesta a las necesidades de la gente".

El ministro de Planificación Nacional y Finanzas, Ng'andu Magande, se mostró reacio a realizar comentarios al respecto, pero admitió que las preocupaciones destacadas en la campaña eran demasiado serias para ser ignoradas.

"Los asuntos planteados son esenciales y queremos sentarnos con todos los miembros del gabinete a discutir el mejor camino a seguir", indicó Magande.

"Los funcionarios están terminando de elaborar el quinto plan de desarrollo nacional. Vamos a incorporar al programa lo que nos dijo la población durante la campaña. Esto es lo que está sobre la mesa y esto es lo que quiere la gente", añadió.

"Por lo menos a fines de este mes o a principios de noviembre tendremos que actuar juntos y tener una respuesta coherente", afirmó.

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