El crudo se cotizó este viernes a su nivel más bajo en lo que va del año, al caer a menos de 57 dólares por barril, pese a que en la víspera la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió recortar su oferta hasta finalizar diciembre.
El West Texas Intermediate (WTI), el tipo de petróleo que marca el mercado estadounidense, se vendió en Nueva York a 56,98 dólares el barril de 159 litros, 1,52 dólares menos que en la víspera e, incluso, en algún momento de la jornada descendió hasta 56,93, un valor no registrado desde el 19 de diciembre del año pasado.
En Londres, el crudo Brent del Mar del Norte, referencia europea, retrocedió 1,01 dólares por barril y se vendió a 59,86 dólares la unidad.
En las primeras operaciones de este viernes, el Brent elevó su precio y llevó hasta 61,20 dólares, en tanto el WTI trepó a 58,79 dólares, pero los valores retrocedieron luego de que analistas advirtieron que la OPEP no instrumentaría de manera rápida o sostenida el retiro de 1,2 millones de barriles diarios, que representan 4,4 por ciento de los 28,5 millones de unidades que produjo en septiembre.
La Organización buscó apuntalar los precios, después que esta semana su canasta de 11 crudos se vendió a un promedio de 55,25 dólares, 20 por ciento por debajo de los valores de julio y agosto, informó el Ministerio de Energía en Venezuela.
En una proporción similar han bajado los precios del Brent y el WTI, que esta semana promediaron 60,51 y 58,72 dólares, respectivamente, después de haber alcanzado un récord el 14 de julio, cuando el crudo en Nueva York se vendió a 78,40 dólares.
La caída en los precios contrastó no sólo con el anunciado recorte de la OPEP sino con el cierre de dos plataformas de producción en Noruega y un leve descenso en los inventarios de destilados en Estados Unidos, según el reporte venezolano.
La situación "responde al debilitamiento de los conflictos internacionales que hace dos meses abrumaban al mercado", observó a IPS el experto petrolero y ex embajador de Venezuela en Rusia, Carlos Mendoza. "Cesaron la guerra en el Líbano, la amenaza de inminentes sanciones a Irán y el peligro de huracanes sobre el Caribe", agregó.
También está la saturación del mercado, luego de que el mes pasado la Agencia Internacional de Energía (AIE), de países industrializados, registró una demanda global este año de 84,6 millones de barriles diarios, mientras que la producción registrada alcanza a 85,4 millones de unidades.
Sin embargo, el jefe de la AIE, Claude Mandil, deploró el recorte de la OPEP, "que llega en el momento incorrecto, cuando estamos entrando en la estación (necesitada) de calefacción", el invierno en el hemisferio Norte.
Los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, de la que la AIE es el brazo energético, tienen inventarios de crudo acumulados para 55 días de consumo, unos 4.650 millones de barriles, 10 por ciento sobre su umbral crítico.
Por ello, socios de la OPEP, como Venezuela, de manera constante han pedido recortar la oferta para apuntalar los precios.
Días antes de la reunión del grupo el jueves en Doha, Venezuela disminuyó de manera unilateral su oferta, en 100.000 barriles diarios, de los 3,3 millones de unidades que oficialmente produce, aunque los críticos del gobierno de Hugo Chávez sostienen que la producción real es unos 500.000 barriles diarios más baja.
La OPEP está integrada por Arabia Saudita (primer productor mundial, al extraer casi 9,5 millones de barriles diarios), Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar y Venezuela.
Durante años se han repartido por cuotas la producción (35 por ciento de la oferta mundial pero casi 60 por ciento del crudo que se transa internacionalmente) y proporcionalmente los recortes o incrementos, con excepción de Iraq desde la primera guerra del Golfo Pérsico o Arábigo en 1991.
Aunque este semestre los socios dejaron atrás el sistema de cuotas, permitiendo a cada cual producir según su capacidad, lo retomaron en Doha para pactar el recorte, de nuevo con la excepción de Iraq y además de Indonesia, que debido a su producción declinante y consumo creciente ha dejado de ser exportador neto de petróleo.
Entre los operadores del mercado hay dudas sobre cómo la OPEP cumplirá la merma, pues históricamente sus miembros violaron las cuotas, y por eso los precios subieron a primera hora del viernes sólo cuando Alí al-Naimi, ministro petrolero de Arabia Saudita, aseveró que se cumplirá el recorte y además se estudia uno nuevo.
La OPEP, que prevé reunirse el 14 de diciembre en Abuja, podría recortar otros 500.000 barriles diarios a la oferta. Incluso en la cita de Doha, mientras ministros y analistas hablaban de mermar en un millón de barriles por jornada la producción, la sorpresa llegó con una merma adicional y el recorte pautado es de 1,2 millones de unidades.
Los socios de OPEP, especialmente Arabia Saudita y sus aliados más firmes, como Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, sostienen una permanente búsqueda de equilibrio entre su aspiración por altos ingresos y el deseo de que precios muy altos no afecten el crecimiento económico global ni golpeen en exceso a los países más pobres.
Mandil recordó que los ministros de la OPEP consideraban hace apenas un año que 60 dólares por barril era un precio muy alto. Pero para los 11 socios del grupo la tentación de más ingresos es muy fuerte y tratan de impedir que se llegue a un tobogán de precios.
"Ganadoras silenciosas" en este mercado favorable a los vendedores son las grandes firmas trasnacionales petroleras, cuyas utilidades han batido récord en varios de los últimos trimestres y cuyas acciones en las principales bolsas ascendieron nuevamente este viernes.