Un camino se abrió este martes para el consenso latinoamericano y caribeño sobre un lugar no permanente en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, mientras Guatemala y Venezuela se mantenían rodilla en tierra en la batalla por el apetecido sillón.
Guatemala obtuvo en 22 votaciones consecutivas, entre el lunes y este martes, entre 93 y 116 votos de los 192 miembros de la ONU, con una media de 106, mientras que Venezuela alcanzó entre 70 y 93 respaldos, con una media de 79. Una decena de estados, incluidos Chile, Ecuador y Perú, se han abstenido sistemáticamente.
América Latina y el Caribe deben renovar uno de sus dos escaños, que se rotan cada bienio y actualmente ocupa Argentina, dentro de los 10 puestos no permanentes del Consejo, mientras China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Rusia mantienen asientos permanentes, con poder de veto.
Por otras regiones del mundo fueron elegidos el lunes Bélgica, Indonesia, Italia y Sudáfrica, pero los postulantes de América Latina y el Caribe no lograron consenso y por eso la elección la hacen todos los miembros de la Asamblea, para ungir al país que obtenga dos tercios de los votos válidos, entre 123 y 128 dependiendo del número de abstenciones.
Venezuela acudió con el respaldo de sus socios del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), Bolivia, los países del Caribe, China, Rusia, Irán, Vietnam, Malasia, Indonesia, algunos estados árabes y otros de África subsahariana.
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Guatemala recabó el apoyo de Canadá, Estados Unidos, México, América Central, Colombia, la mayor parte de la Unión Europea y aliados de las potencias occidentales en Asia, África y Oceanía.
"Hay bloques claramente consolidados, y las cosas están empantanadas. Conviene conversar con ambos, antes de que el fastidio llegue a causar mayores daños, y vengan a reclamarlo otros países", dijo el embajador mexicano en la ONU, Enrique Berruga.
Los pedidos comenzaron a producirse, como el de la embajadora danesa ante el organismo, Ellen Margrethe Løj, quien dijo que los latinoamericanos y caribeños "tienen que reunirse, si no, no vamos a llegar a ningún lado".
Los caminos serían un acuerdo entre Guatemala y Venezuela para declinar sus aspiraciones, o una reunión del Grupo Latinoamericano y Caribeño en la ONU (Grulac), que debería convocar su presidente de turno, Ecuador, para destrabar el proceso.
"Mientras los candidatos no se muestren dispuestos a ceder a favor de otro, de consenso, los bloques se mantendrán. El juego de los núcleos duros de votantes por cada aspirante es que la contienda desgaste tanto a Caracas como a Guatemala, para que se comprometan con una salida", comentó a IPS la profesora de estudios internacionales Elsa Cardoso, de la Universidad Central de Venezuela.
El embajador de Venezuela en la ONU, Francisco Arias, dijo que aunque su país no ha logrado imponerse en ninguna de las votaciones, la candidatura se mantendrá pues "el presidente (Hugo Chávez) nos dio una orden y la cumpliremos, nos dijo 'rodilla en tierra' y eso es soportar todas las cargas y salir con nuestras bayonetas a dar la pelea".
El lenguaje corresponde a la formación castrense de Chávez y de Arias. Como tenientes coroneles del ejército, encabezaron en 1992 una cruenta sublevación militar. Durante años tomaron rumbos políticos distintos, incluso Arias compitió por la Presidencia contra Chávez en 2000, pero ahora son nuevamente aliados.
El gobierno venezolano sostiene que no compite contra Guatemala sino contra Estados Unidos, que respalda abierta e intensamente la opción guatemalteca.
Washington y Caracas sostienen desde hace tres años una confrontación política y diplomática, teatralizada el 20 de septiembre ante la Asamblea General de la ONU, cuando Chávez llamó "diablo" a su homólogo estadounidense George W. Bush.
"Estamos de acuerdo en que se vaya produciendo un consenso", dijo Arias. "Pero Estados Unidos debe dejar a los países elegir en libertad, que no utilice el dinero y las necesidades de las naciones para votar a un candidato en contra de otro". Según Arias, el embajador estadounidense en la ONU, John Bolton, debería tomar el micrófono "y decir a todos los países que ha presionado que les deja en libertad de conciencia para elegir", y que algo semejante haga el presidente Bush.
El canciller de Guatemala, Gert Rosenthal, dijo que se mantendría en la contienda y lamentó que su país fuera visto como un "apoderado" de Washington.
"El mundo no se divide en ricos y pobres, en países que están a favor o en contra de Estados Unidos. La ONU es una organización plural y no queremos ver un mundo dividido en blanco y negro", postuló Rosenthal.
Lamentó también que Venezuela —cuatro veces miembro el Consejo, entre 1962 y 1993— mantuviese la puja con Guatemala, que nunca ocupó un lugar en el cuerpo, a pesar de la diferencia de votos. "Cualquier país al que le falten 30 votos para ganar (Venezuela) se hubiera retirado", observó.
Bolton, por su parte, dijo que Estados Unidos está preparado para sostener la candidatura de Guatemala todo el tiempo que sea necesario. En 1979, se votó 155 veces, durante tres meses, para escoger entre Colombia y Cuba, y la falta de acuerdo llevó a buscar en México al tercero de consenso.
Mientras proseguían las estériles votaciones, los diplomáticos se movían hacia otros posibles aspirantes a un asiento futuro en el Consejo, para ver si adelantaban su candidatura: Uruguay, República Dominicana, Costa Rica y Panamá.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, insistió este martes en que "América Latina necesita un representante de amplio respaldo. Para que se nos respete como región necesitamos buscar soluciones de consenso", y su país "va a ser parte de una solución inclusiva para todo el continente, pues estamos trabajando en eso". En el caso de Venezuela, el ex canciller Roy Chaderton, cabildero en Nueva York por su país, entrevió la salida hacia un tercer candidato al declarar que "cualquiera que sea el resultado, nos mantendremos en lucha por más democracia en la ONU".
María Teresa Romero, docente de estudios internacionales en universidades de Caracas, dijo a IPS que "Chávez apostó al éxito con el asiento que buscó, y al no conseguirlo, lo que encajaría como un fracaso, entonces seguramente se moverá hacia lograr que tampoco sea Guatemala el elegido, para mostrar un casi empate".
En vista de la intensa atención de la prensa y la televisión venezolanas sobre el tema, Romero estimó que "un revés influirá en la campaña electoral, porque aquí en Venezuela se vota a ganador, y si Chávez pierde el puesto en el Consejo eso se puede ver como un rasgo de debilidad".
Venezuela elegirá presidente el próximo 3 de diciembre y el mandatario es favorito para la reelección, según las encuestas. Su principal contendor, Manuel Rosales, dijo que la votación adversa en la ONU "es un latigazo democrático. Perdió su política castro-comunista, de comparsa de quienes se identifican con el terrorismo y la tiranía".